Julio Pérez
“Queremos presentarles a uno de los muchos él que somos, nuestro compañero Subcomandante Insurgente Moisés. Él cuida nuestra puerta y en su palabra también hablamos los todos y todas que somos. Les pedimos que lo escuchen, es decir, que lo miren y así nos miren. (…)”
Comunicado del EZLN del 14 febrero 2013.
El Subcomandante Pedro
Aun lo recuerdan y le lloran al Subcomandante Pedro del EZLN, uno de los tres jefes militares que tuvo el grupo armado hasta el 1 de enero de 1994, cuando se dio a conocer. Pedro, conocido popularmente entre los hombres, mujeres y niños de la región de Las Margaritas, como “Pedrín”, por su trato afable y cariñoso, pereció en la madrugada del primer día de enero de 1994, después de enfrentarse a tiros por Aarón Gordillo, líder de la CNC, que estaba armado en la madruga de ese día, cuando los zapatistas irrumpieron en el salón de actos de la alcaldía, para dar a conocer que se habían levantado en armas.
No amanecía, cuando los zapatistas trasladaron gravemente herido al Subcomandante Pedro, hasta el hospital de Guadalupe Tepeyac, para tratar de salvar la vida, pero fue imposible. Los reportes le llegarían vía radio, al Subcomandante Marcos hasta San Cristóbal de las Casas, donde estaba a cargo de las tropas zapatistas.
La caída del Subcomandante Pedro provocó que las tropas zapatistas no llegaran a Comitán, donde los rebeldes darían a conocer la Primera Declaración de la Selva Lacandona, probablemente en los corredores de la presidencia municipal.
El Subcomandante Marcos, años después contaría que ante la ausencia de Pedro, fue el Mayor Moisés, (hoy con el grado de Subcomandante) el que debió hacerse cargo de las tropas rebeldes, pero ante lo inesperado de la situación, los zapatistas se quedaron en San Antonio Z, comunidad que pertenece al municipio de Comitán. Ya no llegaron a la cabecera municipal.
La caída del Subcomandante Pedro cambió la historia y los hechos que ocurrirían en Comitán, con la presencia de los zapatistas, ese 1 de enero de 1994.
¿Quién sabe que habría pasado ese día? Talvez hubieran atacado el entonces 24 Regimiento de Caballería Motorizado y las bases de las corporaciones policíacas.
Un día el Subcomandante Marcos dijo a los reporteros que llegaban a verlo para entrevistarlo, que en efecto, la caída del Subcomandante Pedro evitó que las fuerzas zapatistas llegaran a Comitán, pero “nos quedamos muy cerca” y casi casi, “fuimos a orinar a Comitán”.
Aun lo recuerdan
A 19 años de la caída del Subcomandante Pedro, los zapatistas aun lo recuerdan, lo evocan y le lloran. Los niños, los hombres y las mujeres, lo siguen queriendo. Hace unos días pasé por la comunidad Nuevo Momón y me sorprendió ver un bello mural donde aparece el Sub Pedro, el Ché Guevara y Emiliano Zapata. En Ocosingo, en la vía que va a Palenque, también hay otro mural, donde se aprecia al jefe rebelde zapatista caído el 1 de enero de 1994.
Dos veces en la región
Dicen que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”, y es que el pasado viernes, fue emboscada una caravana que se dirigía a la comunidad Gabriel Leyva Velásquez, para realizar el pago del programa Oportunidades; según se sabe, los hampones se llevaron al menos 900 mil pesos. Aun se recuerda que hace unos 20 años, sucedió un hecho similar en la comunidad Zaragoza la Montaña, en el municipio de Comitán, cuando recién empezó el programa de Procampo. Un grupo de autoridades comunitarias se dirigía hasta el lugar, cuando fue atacado a tiros por un grupo de delincuentes. Por fortuna, el incidente del viernes no hubo bajas, sólo heridos en las pies, (que resulta muy raro) ya que hubo una lluvia de disparos, pues la patrulla de la PEP recibió algo más de 70 disparos.
En otros puntos de la geografía chiapaneca, también han ocurrido hechos como el sucedido el viernes en Las Margaritas. Si hay antecedentes de ataques contra pagadores de programas de Oportunidades, Progresa y otros, ¿Por qué no se refuerzan las caravanas con más elementos de la policía?
¡NO A LA TENENCIA VEHICULAR!
¡CARCEL PARA LOS SAQUEADORES DE CHIAPAS!
Mientras que muchos prefieren callar, en Será el Sereno se dice la verdad como es. ¡Va! Sale.
Nos vemos.
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