viernes, noviembre 30, 2012

ROTONDA PUBLICA


Elio Henríquez
-Adiós al sexenio violento
El presidente Felipe Calderón Hinojos, quien detentó el poder mediante una elección muy cuestionada, concluirá hoy el sexenio más violento y sangriento de que se tenga registro en México con decenas de miles de muertos.

Como si fuera un signo de lo que fue su administración, el hasta hoy mandatario federal se va cargando sobre sus hombros con la tragedia de haber perdido en presuntos accidentes aéreos a dos de sus secretarios de Gobernación, algo nunca antes visto en el país.
Una vez que deje el poder este 30 de noviembre, la historia comenzará a juzgarlo por el derramamiento de sangre en el país a causa de la guerra que declaró al crimen organizado cuando recién tomó posesión del cargo en medio de una situación de descomposición del país, sin haber elaborado un diagnóstico pormenorizado del asunto, pues lo único que le interesaba era buscar cómo legitimarse después de las cuestionadas elecciones de 2006 en que ganó la presidencia “haiga sido como haiga sido”.
Además de la gravedad que en sí misma representa la ola de violencia que prevaleció durante los últimos seis años, lo terrible es que el país queda en una descomposición acelerada y con el tejido social roto por todos lados. Quien sabe si alguna vez Felipe pueda caminar por las calles de México más o menos tranquilo después de todo lo que ha ocurrido en su administración.
Algo que quedará en la historia es la muerte de dos de sus mejores amigos y cercanos colaboradores: Juan Camilo Mouriño y Francisco Blake Mora, cuando ocupaban la Secretaría de Gobernación, el cargo más importante después del de presidente. Tal vez nunca se sepan realmente las condiciones en que perdieron la vida, si fueron meros accidentes o atentados del narcotráfico.
El primero sobre todo, fue uno de los artífices del triunfo de Calderón Hinojosa en las elecciones de 2006, y por lo mismo no faltó quien, cuando murió dijera que la tragedia no le hubiera ocurrido si no se hubieran robado la presidencia de la República.
Además de ocupar un cargo de primer nivel, Mouriño se preparaba para la candidatura a la presidencia de la República por el Partido Acción Nacional (PAN), con la finalidad de suceder en el cargo a su gran amigo, Felipe Calderón.
Desde esa posición terminaría de entregar los recursos del país a los grandes consorcios españoles, donde estaban sus orígenes y fuertes intereses económicos.
 El político michoacano, por su parte, se retira dejando no sólo una estela de muerte en el país sino entregando la Presidencia de la República al partido que en teoría combatió desde la oposición antes de que el PAN la ganara en el 2000. Además, lo mandó a la tercera fuerza política del país, lo que muchos de sus correligionarios no le perdonarán jamás, pues se les acabó el negocio.
De esta forma, Calderón Hinojosa entregará el cargo mañana sábado al priísta Enrique Peña Nieto, quien tiene el reto de bajar en lo inmediato los niveles de violencia en el país para hacer notar el cambio que en ese aspecto esperan muchos de quienes votaron por él en las elecciones del primero de julio pasado.
El mexiquense seguramente tiene ya un plan definido mediante una nueva estrategia de combate al crimen organizado para reducir el número de enfrentamientos y muertos que en los seis años recientes enlutaron a decenas de miles de familias, ya que uno de los motivos por los cuales muchos ciudadanos sufragaron por él fue precisamente porque están hartos de la violencia y la inseguridad.
Está claro que mientras no se cambie el enfoque de combate al narcotráfico, no será posible recomponer las cosas en el país, pues si a la violencia se le ataca con violencia genera más violencia.
No será nada fácil porque el problema es muy complejo; una nueva estrategia para enfrentar al narcotráfico tiene que contemplar la recomposición del tejido social que está roto, además de ofrecer opciones de estudio y trabajo a los siete millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan, o sea, los ninis.
Muchos de éstos caen en las garras de la delincuencia organizada porque no tienen más opciones para sobrevivir en un país cuyas máximas autoridades no se han preocupado de prestarles atención y resolver sus problemas.
En lo económico seguramente no habrá cambios en el nuevo gobierno que asumirá a partir del primero de diciembre, ya que panistas y priístas comparten el enfoque en este aspecto, sin que les importen mucho los sectores sociales más desprotegidos. En sus gobiernos los que siempre ganan son los que más tienen.
Nos seguirán exprimiendo con los impuestos a todos los contribuyentes cautivos, mientras que los grandes evasores seguirán gozando de privilegios con la devolución de impuestos o simplemente con el no pago de éstos.
De todos modos, algunos sectores tienen cierta esperanza de que las cosas cambien aunque sea un poco con el gobierno priísta que retorna al poder después de 12 años de panismo que como nunca han resultado verdaderamente trágicos para el país.
PICOTAZOS
Las autoridades municipales de San Cristóbal deberían de tomar en serio la posibilidad de contratar al ambientalista Alejandro Ruiz Guzmán para que retome la campaña del “Cochinito de dos patas”, que tantos y buenos resultados dio hace varios años para resolver el problema del tiradero de basura en las banquetas, a causa de que muchos pobladores dejan las bolsas muchas horas antes de pase la campana anunciando la llegada de los camiones recolectores. Mientras esta situación siga igual nunca estará limpia la ciudad, pues ni modo que las unidades recolectoras estén pasando cada hora recogiendo los desechos. Parece que no hay otra forma de combatir el problema sino “balconeando” a quienes dejan la basura sin importarles que los animales la rieguen y causen más suciedad. El “Cochinito de dos patas” era una forma eficaz de provocar que muchas se abstuvieran de sacar los desechos antes de tiempo, pues a nadie le gusta que lo exhiban en los medios de comunicación… A quién se le habrá ocurrido la idea de que a los ayuntamientos y los Congresos estatales se les tenga que anteponer la H de honorable. ¿De veras habrá alguno de éstos que sea honorable?. Con el desprestigio que enfrentan la mayoría de ellos en todo el país, dentro de poco habrá que reformar la ley para que sean ayuntamientos y Congresos, a secas, como lo que son.

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