viernes, agosto 31, 2012

B’EJALTIK

(Muchos Caminos)
F. Darinel
“Tu palabra es una lámpara para mis pasos,
y una luz en mi camino
Sal 119 (Nun 105)

“REJUVENECIDO”
LOS CAMINOS DE HOY
Otro de los pendientes que deje “en el tintero”, según la forma clásica de hablar de los antiguos periodistas o escritores, es el comentario especial que merece el remozamiento del romántico parque de San Sebastián, el cual lleva por nombre “Parque La Corregidora”.
Este parque lo conocí con piso de mosaico, unos mosaicos de color amarillo y marrón, que cuando los quitaron para reformar este parque, según “decían” y “contaban”, fueron a parar a el rancho de un ex presidente municipal; vayan Ustedes a saber si fue cierto.
Tenía unas bancas verdes de granito, y los respaldos de estas bancas eran unos travesaños de madera de color rojo quemado.
Estas bancas, y no sé si estoy equivocado, algunas de ellas se recolocaron en el parquecito del la colonia Abelardo L. Rodríguez, y otras, creo, fueron a dar; al también recién renovado, parquecito del Cerrito Nitre, hoy Cerrito Concepción, ‘taba mejor Nitre.
En ese entonces al parque de San Sebastián le pusieron bancas de fierro colado, y sus calzadas que habían sido de mosaico, pasaron a ser, o intentaron hacerlas parecer un tanto rústicas, o no sé si el intento fue hacerlas parecer “coloniales”.
Ese trabajo que recién estaba terminado, un día cuando me encontré sobre una de estas calzadas y me puse a platicar con Don Rodolfo Conde; en paz descanse, él me dijo que la calidad del trabajo era una verdadera porquería, y que no duraría nada.
Y así fue, las calzadas del parque estaban tan pobres de cemento que no duraron nada, imagínense Ustedes; amables lectores, que fueron hechas en el 2000 y para este 2012, las calzadas eran unas zanjas, uno agujeros en donde se hacían unas pequeñas lagunas en tiempo de agua.
En realidad creí que este “remozamiento”, que se hizo dentro del programa de “Las 100 Ciudades”, iba a durar otra gran cantidad de tiempo, como habían estado las bancas de granito y las calzadas de mosaico, que como quiera esos aguantaron bastante.
Pero no, el destino de mi amado parque de San Sebastián no estaba dirigido a que permaneciera jodido por mucho tiempo, porque este maleficio duró tan solo un poco más de una década, y dado a que el proyecto de “El Toño” Aguilar, eso de Ciudad Rosario Castellanos, llegó tan a tiempo, que fue una bocanada de aire para perdurar su gran historia.
Así llegó su resurrección; la resurrección del parque de San Sebastián, y en manos, y bajo la responsabilidad, y la gran creatividad y fineza semiótica arquitectónica de Luis David Ramírez, el cambio llegó, un cambio que merecía totalmente.
Las calzadas, de entrada, se nota que están lo suficientemente; y generosamente, con una cantidad buena de mortero, y parece que esta vez sí van a durar bastante tiempo, eso tan solo de entrada porque hay otras cosas más que comentar.
Dentro de esas cosas en primer lugar está el que Luis David le dio un nuevo giro a este bello parque, porque casi niveló el parque, con el pequeñísimo atrio del templo de San Sebastián, y dado a que estaba más bajo que el parque, tenía una pequeña grada, que rompía con la armonía del nivel de las calzadas.
Y anoté que casi dejó a nivel este parque, porque el kiosco y las columnas donde se encuentran los bustos de Doña Josefa Ortíz de Domínguez, “La Corregidora”, y el de Josefina García, evitaron el total de 180º en general.
Pero esto no es para nada notorio, porque de el kiosco o de las columnas hacia afuera, o llegando el piso del parque al pequeño atrio, solo se puede advertir una muy suave pendiente, que en todo caso evitará los encharcamientos y que al final nivela el parque con el atrio.
Este intento de renivelar al parque, trajo consigo otro beneficio, porque al quedarse las jardineras más altas y dado a que estas no podían desbastarse, entonces a este aparente problema David le sacó provecho, y su altura diferente por sobre del piso de las calzadas, quedó como un detalle de jardines en relieve, que le dan otra cara al parque.
Luego había dejado unas pequeñas rotondas, con forma de pastel, en la base de las columnas de los bustos de las heroínas, y dado a que con respeto y mucha atención, y consideración, escuchó a los integrantes del patronato del barrio, quitó estas rotondas y tan solo dejó las bases triangulares, las cuales con esa sencillez lucen mucho, muchísimo.
Otra cosa sobresaliente es que no cortó, ni lastimó un solo árbol, de tal suerte que en los sitios en donde era necesario quitarlos por la exigencia de la construcción, en esos lugares creó orificios, espacios con luz y juego, que a la misma construcción le dan un toque más de belleza.
Pero lo más sobresaliente, es encontrarse a cada paso que uno dé con Rosario; nuestra Rosario, porque en los esquineros de las calzadas, ahí están inmortalizados en trozos de alfarería artesanal, algunos de los versos de Rosario Castellanos, quien con ésto, de alguna forma volvió a parte de sus raíces, ya que su mamá era de San Sebastián.
Por último es menester, como cereza al pastel, comentar el detalle de un hermoso toro, una escultura de acero inoxidable, la cual se hizo en los famosos simposios internacionales de escultura que se organizaron.
Por cierto esos simposios tenían el propósito de que con todas las esculturas obtenidas en tres años, se creara un parque escultórico que se llamaría “Mushuk”, esculturas que fueron despreciadas y olvidadas y llevadas a arrinconar en diferentes partes, que hasta me cuentan que existen algunas; como adorno de jardín, en casa de cierto alto funcionario.
Bien, este torito de lidia hecho en acero inoxidable, el cual en una burda foto publicada, en la que se veía un señor montando sobre los lomos de metal de esta escultura a un niño, en un claro acto de falta respeto, cierto personaje ignorante comentó que esto era bueno.
Incluso aplaudió tal tontería, porque dijo; después que él mismo dos años atrás, ahí andaba de arrastrado comentando que los simposios eran lo mejor de lo mejor, pero después para congraciarse con el amo en turno, con su ignorancia solo alcanzó decir que lo que había hecho ese señor con su hijo era lo mejor que se podía hacer con “ese montón de esculturas de hoja de lata que nos dejaron, que en nada beneficia a Comitán, solo estorban”.
Imagínense tal estupidez; pero bueno, ese torito, que por un verdadero atinado azar del destino, fue a llevado a tirar al parque de San Sebastián, el barrio más torero; tal vez, ese torito Luis David los upo colocar en el lugar más adecuado.
Ahí está, con la posibilidad de que los transeúntes y automovilistas puedan verlo con todo el esplendor y estampa bravía, y el trapío que tiene, apuntando nostálgicamente, hacia donde una vez estuvo la Plaza de Toros “San Sebastián”.
Sin embargo, no solo es notable el punto y la forma en la que Luis David decidió que se colocara esta escultura, sino que ha aprovechado su base para que sea un resguardo para los automovilistas que entran a contraflujo sobre la Avenida Rosario Castellanos, mismos que buscan alcanzar la 8ª calle sur oriente, para dirigirse hacia la carretera u otrs puntos del poniente de Comitán.
Ahí está pues la creatividad de Luis David; ahí está pues de nueva cuenta más hermoso que nunca el parque de “la Corregidora”; el Parque de San Sebastián con su ceiba antigua y serena; ahí está uno de nuestros rincones más románticos de Comitán.
Ahí está ese bello espacio, que con la nueva ordenación que ahora tiene parece que tiene más luz, ya sin las viejas fuentes, las que fueron convertidas en jardineras, y que ahora son dos buenos espacios circulares, con bancas para descansar, muy aptos para bailar al son de la marimba; ahí está para muchos años más y para muchas otras generaciones.
Es cuanto.

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