miércoles, junio 13, 2012

B’EJALTIK

(Muchos Caminos)
F. Darinel
El camino se queda señalado
-estatua tras estatua- por la mujer de Lot.
Queremos olvidar la leche que sorbimos
en las ubres de Dios.
Dios nos amamantaba en figura de loba
como a Rómulo y Remo, abandonados.
Rosario Castellanos

“ASÍ LO CREO”
LOS CAMINOS DE HOY
Siempre odio
La muerte de Edgardo Hernández Corzo, un activista del PAN, en el municipio Frailescano de Villaflores, es una muestra clara de lo que puede ocurrir en muchos de los municipios de nuestro estado, si la actitud de activistas y militantes, no es moderada por los propios dirigentes de los partidos. En realidad no son los militantes ni los simpatizantes, ni los activistas, quienes guardan mayormente los rencores, en realidad son gentes como Felipe Calderón Hinojosa o la planchada y estirada de Josefina Vázquez Mota; por ejemplo, quienes ahora alientan a sus correligionarios del PAN y a mucha de la ciudadanía de la República, para que; veladamente, en ellos anide y desarrolle la semilla y el germen del odio social, ya ven que ahora, una vez que han visto que las posibilidades de la “querida amiga” están por el suelo, ahora realmente se quitan la máscara, se lanzan de lleno a apoyar al PRI y se lanzan de nueva cuenta a “la nueva guerra sucia”, para impedir el inexorable ascenso de AMLO.
Doctrina
Por ello es muy delicado y muy necesario; insisto que los dirigentes de los partidos, así como los candidatos, dejen a un lado las diatribas fundamentalistas, esas diatribas y arengas talibanescas, que instan a sus correligionarios que alcahuetean, que permiten y por sobre todo impulsan, hacia el crecimiento de odios absolutos y absurdos, que llevan a sus correligionarios a cometer actos vandálicos y de terrorismo electoral, que evidentemente laceran y molestan a los opositores que han sido víctimas del resultado final de ese adoctrinamiento de odio ciego y absurdo.
El cacique
Desde luego que no estoy a favor de Ulises Alberto Grajales Niño, quien parece ser y hasta el momento, es el ex candidato del PRI a la alcaldía villaflorense, de quien se dijo en un primer momento, había dado muerte a Edgardo Hernández, cuando este fue descubierto junto a otros dos compañeros suyos; activistas del PAN, destruyendo propaganda electoral de Grajales Niño. Insisto, no estoy de acuerdo con esa actitud del clásico cacique revolucionario y postrevolucionario, quienes sin más pretexto que su mal humor, o por nimiedades absurdas, eran causales para que estos desenfundaran con rapidez los viejos revólveres Smith and Weson, y vaciaran la carga completa de sus armas, sobre la humilde humanidad de sus peones.
De todos lados
La muerte de Edgardo Hernández Corzo, es el aviso de la intolerancia que muchos de los candidatos, sacan aun más a la luz de la verdad, y que transmiten hacia los suyos, y que tristemente surte efecto inmediato en los seguidores de estos. Pero por sobre todo, esta muerte enciende las luces de alarma en nuestro estado, y obviamente en nuestra región, en donde los actos provocativos y faltas de respeto, hacia otros candidatos y hacia sus correligionarios, son clara muestra de la pavimentación de un camino de odios que puede terminar en tragedias. Lo ocurrido en Villaflores no es privativo de aquella región frailescana, en lo que se refiere a los actos vandálicos en contra de los otros candidatos, para ser más específico, en contra de su propaganda, pues esto ocurre en todas partes, como ocurre aquí en nuestra región y en nuestro municipio.
Claras muestras
Baste reconocer a simple vista actos que no tienen que contárnoslo, ni tienen que venir en la denuncia de los propios candidatos, ya que nuestros propios ojos y nuestro intelecto, inmediatamente entienden de tal o cual situación, cuan do el atentado es en contra de; vamos a decir la propaganda, la cual es la más fehaciente muestra de los atentados, como lo ocurrido a una lona de cierto candidato en el puente peatonal que se encuentra frente a una secundaria, lona que fue primeramente tapada con propaganda del PVEM, promocionando a Manuel Velasco Coello, misma que activistas del candidato agraviado retiraron, por lo que días después, “misteriosamente” desapareció esa lona que habài sido descubierta, definitivamente, o como otra situación que le ocurrió a este mismo candidato, con una enorme lona que prácticamente le hicieron tiras, lugar en donde la lona de otro candidato fue “robada”, allá muy cerca de una gasolinera del sur.
Provocaciones
Pues bien, estos actos y otros más, como el tratar de impedir que lleguen a tal o cual manifestación de adherencia, tratar de impedir que las personas lleguen a mítines, impedir que tráileres cargados de fertilizante; que obviamente son dádivas para la compra de votos o que no sea propiamente dicho impedir, sino más bien secuestrar estos camiones, así como en dípticos, en medio de “las tortas”, a través de una “invitación”, llegue el dinero para comprar voluntades, el cual es tratado de interceptar, son también muestras de provocación, como lo son también los supuestos atentados, como el que se acaba de inventar Peña Nieto, la denuncia de falsos robos, la autovictimización, los falsos intentos de asesinato, como el que se inventó Manuel Velasco; y eso que no quiere dividir a Chiapas, son todas en su conjunto, vengan de donde vengan, del PVEM, de la coalición de izquierda, del PRI, del PANAL o del Poch; para no olvidar, son todos, actos claros de provocación que pueden terminar mal, por lo que la invitación, y aunque simulen tener oídos de pescado los candidatos, es la siguiente: que los políticos hagan campañas de altura, sin denostaciones, sin menosprecios y, principalmente, sin siembras de odios y sin incitación al atentado, porque esto puede terminar en muerte.
Ahora él
Por lo pronto Edgardo Hernández Corzo, el joven de 25 años que fue asesinado en Villaflores, por presuntamente haber sido descubierto destruyendo propaganda electoral, hoy es una noticia que a todos nos consterna, así como su nombre ahora todos lo conocemos y lo dominamos. Pero con el paso del tiempo, y por lo menos cuando terminen las campañas políticas, todavía se comentará de él, pero mientras más transcurra el tiempo, su nombre y su muerte se olvidarán y no serán más que otro número en las estadísticas. Y ese olvido hará que también el olvido llegue a las nuevas generaciones de políticos, y si estos políticos continúan con la misma actitud fundamentalista, la muerte de Edgardo Hernández Corzo; como ejemplo, o como profunda reflexión, no habrá servido de nada y será un mártir más del odio, del deseo de venganza y de la ambición de los políticos.
Es cuanto.

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