Comitán, Chiapas; 4 de Octubre.- El cuerpo de una mujer, con huellas de haber sido ultrajada, golpeada y asfixiada, fue hallado entre los matorrales de un predio ubicado sobre la 10ª Calle Sur Poniente, en el Barrio La Pileta.
Hacia las 08:00 horas de este martes, un grupo de albañiles que metía tierra para jardines, desde la parte posterior de la casa del médico Francisco Abarca, reportó a la corporación policiaca la presencia del cadáver oculto entre la maleza que crece alrededor del cerco perimetral del predio propiedad del empresario Jesús Aguilar Durán y donde actualmente funciona la empresa MASECA.
De inmediato, dos patrullas de la corporación se trasladaron hasta el lugar indicado, para interrogar a los trabajadores sobre el lugar en donde vieron el cuerpo de la mujer, de aproximadamente 30 años de edad y al parecer de origen centroamericano.
El cuerpo se encontraba en posición decúbito dorsal, con los pies hacia el oriente, cubierta únicamente con una blusa y con la ropa interior y un pantalón hasta los pies, por lo que se presume que habría sido ultrajada antes de darle muerte.
De pelo rizado, morena, labios anchos y cara redonda, la mujer presentaba una cuerda de color negro alrededor del cuello, con la que se supone fue asfixiada.
Aún más, el cuerpo de la mujer presentaba una herida en el labio superior de lado izquierdo y una herida de unos diez centímetros de largo, por cuatro de ancho, en la frente, al parecer hecha con un cuchillo. La sangre de la joven mujer, de quien los pobladores dicen, “nunca la habíamos visto por acá”, aún estaba fresca.
La herida le había provocado un hematoma en la parte frontal izquierda y al parecer el objeto punzo cortante con el que fue atacada, habría traspasado el cráneo.
Con la ropa interior y el pantalón de color azul hasta los pies, se alcanzaba a ver que en la pierna izquierda, tenía grabado el tatuaje de un corazón con las iniciales “A y R” y alrededor de este decía: “Adán nunca te olvidaré”.
Al parecer, momentos antes de morir, la joven había forcejado con su o sus atacantes, y posteriormente fue arrastrada entre las piedras y arena de la calle, para dejar su cuerpo oculto entre los matorrales de una puerta de metal ya en desuso.
El cabello rizado y parte del rostro tenía partículas diminutas de arena que se adhirieron a ella al momento en que cayó al suelo o fue arrastrada hacia los matorrales.
Alrededor del cadáver se encontraron algunos objetos personajes de la mujer, como sus zapatos de color negro y un calzoncillo de color gris, con elástico rojo; una prenda de color negro, al parecer blusa, que los peritos desestimaron levantar como evidencia.
Se estableció que la mujer, quien fue localizada hacia las 08:00 horas, había sido asesinada entre cinco o seis horas antes, es decir, entre las dos y tres de la madrugada.
Lo que aún no se sabe, es si fue asesinada en el lugar o en otro sitio, pero los peritos tratarán de resolver este asunto.
El rumor de la presencia del cuerpo sobre la 10ª Sur, corrió de inmediato entre los locatarios de los diferentes mercados que se ubican en el área.
Un grupo de mujeres arribó al lugar para conocer qué había sucedido: “¿Qué encontraron aquí?”, “Por acá pasa mucho borrachito”, decían algunas.
Un vecino decía que en repetidas ocasiones ha pedido al ayuntamiento la limpieza de los matorrales que se ubican a un lado de la barda perimetral, “pero nunca me han escuchado”, dijo.
Otro comentaba haber visto hombres enfermos alcohólicos consuetudinarios, pero no homicidas.
De hecho, la presencia de los matorrales sirve como tiraderos de basura y espacios para que los parroquianos realicen sus necesidades fisiológicas.
Los peritos de la Fiscalía Regional arribaron al sitio para levantar el cuerpo y trasladarlo al forense, donde le practicarán la necropsia de ley.
Hasta entrada la noche, el cuerpo de la mujer de aproximadamente 1.60 metros de estatura, permanecía en calidad de desconocida.
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