Nehemías Jiménez y Rolando Pérez.
Comitán, Chiapas; 27 de julio.- Tablajeros de la Central de Abastos “28 de Agosto”, señalaron la baja en la venta de carne debido según ellos a la llegada de tiendas transnacionales y al mal aspecto del mercado queda a sus usuarios.
José Luis Cano Ruiz, tablajero de varios años, asegura que las ventas han caído hasta en un 50 porciento a comparación de años anteriores, desde la llegada de las “tiendas grandes”, situación que según él “no puede componerse”, debido a que también el centro de abasto da un mal aspecto a los usuarios que acuden a realizar sus compras.
“Aquí tratamos de dar la carne lo más barato posible, pero no nos podemos comparar a las grandes empresas. Otra cosa que no ayuda es la limpieza de los pasillos que se encuentra negros por la suciedad y en comparación a las tiendas nuevas que hasta en el piso se refleja el rostro, lo que hace que los compradores prefieran acudir a comprar a ellas”, mencionó Cano Ruiz.
“No tenemos apoyo del gobierno, no hay arreglo de la Central, aquí tienen tirado el cableado eléctrico que dijeron que iban a venir a componer, están esperando que haya un incendio”, contó el comerciante que dijo sentirse indignado por el aspecto del centro de abastos.
Dentro de sus veinte años que lleva en el negocio, Cano Ruiz, cuenta que sus ventas han disminuido hasta en un 50 por ciento, “antes vendíamos dos reces por día ahorita vendemos media res o tres cuartos”.
“La gente no le gusta venir aquí por los pasillos. Parece una casa de arañas”, finalizó Cano Ruiz.
Precio de la carne “por los suelos”
“Se han abierto muchas carnicerías y la competencia ha hecho que baje demasiado el precio de la carne”, cuanta un tablajero que omitió dar su nombre, al hacer la comparación entre el precio de la carne que ronda entre los 50 a 60 pesos y que en otros municipio del estado alcanza los 70 y 80 pesos el kilo.
El hombre que menciona que se trasladó a vender desde 1988 a un local de la Central de Abastos, narra que en ese entonces no eran muchos los tablajeros y los precios se mantenían estables.
“Que el ayuntamiento ya no otorgue permisos”, dijo el inconforme que continuó diciendo “Los nuevos que han venido han afectado la venta de carne”, al señalar que la competencia ha provocado que el precio se mantenga bajo.
“Ellos regalan la carne”, dice el carnicero, el cual también argumenta que para poder vender a un precio mayo la carne, tiene que ponerle sazonador y que este alcance los 65 pesos por kilo.
Rumores de enfermedades y la economía; otro punto en contra.
Para María García Arguello, que lleva 23 años vendiendo carne en el mercado, el miedo de los consumidores por las enfermedades como la brucelosis y el clembuterol, ha hecho que en ciertas temporadas disminuyan las ventas, “la gente es muy miedosa”, argumenta.
“Los rumores –de enfermedades en la carne- perjudica a nuestros negocios”, alude García Arguello.
En tanto Federico García, menciona que otro de los puntos que tiene en contra, es la crisis económica al decir que muchas de las amas de casas que llegaban por dos kilos de carne, ahora sólo compran un kilo o en ocasiones medio.
“Muchas carnicerías ya han cerrado, he sabido que hay gente que dejado el negocio porque ya no se vende”, indica Federico García.
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