jueves, febrero 24, 2011

CIDH pide acuerdo por caso de desaparición de un ambarero de Simojovel

Ángeles Mariscal

Tuxtla Gutiérrez, Chis; 23 de febrero.- Congresistas de Chiapas dieron entrada a una solicitud del poder Ejecutivo para que el gobierno estatal pida “perdón” a la familia de Gerónimo Gómez López, ambarero de Simojovel que en diciembre de 2000 fue víctima de una detención arbitraria, tortura, incomunicación y desaparición forzada. El “perdón” forma parte de un “acuerdo de solución amistosa” presentada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para hacer justicia en este caso.
Durante la sesión de la Comisión Permanentes del Congreso local, se dio lectura a la solicitud donde se señala que Gómez López fue detenido el 20 de diciembre del 2000, por policías municipales de Simojovel.

Sobre este caso la CIDH, instancia que analizó el caso (petición P-318-05) propuso como medida de solución el acuerdo de solución amistosa la solicitud de perdón a la familia del desaparecido. En este caso a Ofelia Díaz Pérez, esposa de Gerónimo Gómez.
El informe de la CIDH señala que actualmente los familiares de Gerónimo Gómez López padecen un estado de incertidumbre y sufrimiento, al desconocer su paradero; por lo que exhortan al gobierno de Chiapas “asuma el compromiso de brindarle apoyos económicos, de salud, educativo, un trato digno y respetuoso” a la familia.
Gerónimo Gómez López, quien nació el 02 de octubre de 1976, tenía 24 años de edad cuando desapareció, estando en manos de policías municipales de Simojovel; era agricultor y artesano del ámbar.
Según el testimonio de sus familiares, el 20 de diciembre del 2000, hacia las 4:00 hrs. a.m. cuando se dirigía a su domicilio. De acuerdo al testimonio de su esposa, Ofelia Díaz Pérez su esposo había ido con una curandera a buscar medicina tradicional para su menor hijo de 1 mes quien se encontraba enfermo, pero que ese día ya no regresó.
Afirma que al día siguiente se enteró de la detención de su esposo debido a que el Director y Comandante de la Policía Municipal, además de algunos otros elementos de la policía municipal, llegaron en un vehículo color blanco, pick up, patrulla ampliamente conocida como propiedad de dicha corporación en el municipio, acudieron a su domicilio llevando a Gerónimo Gómez López, quien permaneció en dicha patrulla.
Los policías allanaron el domicilio, en busca de armas y droga. A la esposa sólo le permitieron hablar con su esposo breves minutos. La mujer explica que al verlo, él se quejó de ir sumamente golpeado, y que le recomendó no oponer resistencia a los policías municipales. Encontraron en su domicilio un rifle calibre 22, el cual se llevaron, junto con el detenido.
Ese mismo día, más tarde, se presentó Ofelia, junto con el padre de Gerónimo a las instalaciones de la cárcel municipal para ver y llevar alimentos al detenido, informándole los elementos policíacos que no podían verlo. En esas condiciones de incomunicación lo mantuvieron durante más de 72 horas. No obstante, ella regresó a tratar de verlo y hablarle todos los días, recibiendo insultos de la policía municipal. No le permitieron verlo pero a distancia y con gritos él le decía que mejor se fuera porque si no iban a continuar golpeándolo.
El día sábado 23 de diciembre del 2000, hacia las 16:00 hrs. Ofelia se dirigió nuevamente a la cárcel municipal, (habiendo transcurrido 84 hrs. de detención) informándole los policías que habían ordenado el traslado de Gerónimo a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez.
Le informaron que durante dicho trayecto, a la altura de la desviación hacia el poblado Luis Espinosa, habían sufrido una emboscada por parte de hombres encapuchados y armados y que ellos habían bajado del vehículo a Gerónimo Gómez López y se lo habían llevado con rumbo desconocido.
A la fecha Gerónimo Gómez López permanece desaparecido. En el tiempo que pasó desde entonces Ofelia Díaz Pérez presentó denuncia por la desaparición forzada de su esposo. El 27 de diciembre del 2000 en la Subprocuraduría de Justicia Indígena quien levantó Acta Administrativa Núm. 044/AMPI/2000 en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
La Subprocuraduría de Justicia Indígena remitió el Acta a la Agencia del Ministerio Público del Municipio de Simojovel de Allende, instaurándose la Averiguación Previa 002/28/2001 el 2 de enero del 2001.
De acuerdo al testimonio de los policías municipales, quienes instauran averiguación previa por evasión de reos, la detención de Gerónimo se realizó en flagrancia, argumentando que se encontraba con otras dos personas, portando una bolsa, y encontrándolos en actitud “sospechosa”, que al ver a la policía huyeron, por lo que se dieron a la persecución de Gerónimo y a su captura.
Declaran que dicha detención fue en “flagrancia” por lo que admiten no llevar ninguna orden de aprehensión. Le imputan delitos contra la salud y posesión de arma de fuego. Argumentan también que por ser fechas decembrinas no había en el lugar agente del ministerio público para ponerlo a disposición, por lo que iban a trasladarlo hasta Tuxtla Gutiérrez. El lugar en que tuvieron a Gerónimo fue en los separos de la cárcel municipal de Simojovel.
Sobre este caso se envió escrito de queja al programa de presuntos desaparecidos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), quien envió escrito de Admisión de Instancia con fecha 27 de marzo del 2001.
No obstante, con fecha 15 de noviembre del 2001, la CNDH informó que de las investigaciones realizadas ...”no se han obtenido evidencias que hagan presumir la participación de autoridad alguna en los hechos constitutivos de la Queja”.
“En virtud de lo anterior y toda vez que no existen elementos que hagan presumir la participación de autoridad alguna, se determinó que en el presente caso no se surte la competencia de la CNDH, por tratarse de conflictos entre particulares”, sostuvo la dependencia.
Para la CNDH fueron válidos los rumores de que el hermano del desaparecido, Fernando Díaz Gómez, había sido el responsable del homicidio, sin considerar que al momento de la desaparición estaba en manos de la policía municipal de Simojovel, quienes los habían torturado e incomunicado.
Ante la determinación, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba) remitió una solicitud a la CIDH para que investigara el caso, esta instancia resolvió a favor de la familia del desaparecido, por lo que pidió al gobierno de Chiapas asumir su responsabilidad y reparar el daño, en este caso con la familia.
Luego de la desaparición, el hijo menor de Gerónimo, Carlos Gerónimo Gómez Díaz, sufrió la parálisis de sus brazos, piernas y cuello; también perdió parte del habla. Debido a la pobreza, su familia no pudo llevarlo para que recibiera una adecuada atención a su salud.



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