Gabriela Coutiño
Ixtepec, Chis 8 de enero.- La caravana de más de 500 personas, entre inmigrantes centroamericanos, miembros de organizaciones civiles y religiosas de defensa de los inmigrantes, recorrió más 200 kilómetros desde Arriaga Chiapas, hasta llegar esta noche a Ixtepec Oaxaca, para exigir acabe la violencia contra los indocumentados.
La protesta “echa en cara al país la doble moral de la sociedad y del gobierno porque mientras exigen respeto para nuestros connacionales a la par maltratan a extranjeros con robos, secuestros, extorsiones, violaciones y racismo”, dijo el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, uno de los organizadores de la caravana.
El recorrido de la marcha que en un principio estaba programada que culminara en la localidad de Chahuites, continuó por el municipio de Juchitán hasta llegar a Ixtepec, donde Solalinde dirige un refugio que brinda ayuda humanitaria a inmigrantes.
Inmigrantes, activistas y sacerdotes de la iglesia católica se trasladaron en autobuses que puso a su disposición el gobernador de Oaxaca, Gabino Cue, quien aseguró a los manifestantes que el compromiso de su gobierno es hacer respetar y fortalecer el tema de los derechos humanos.
Solalinde y el sacerdote Heyman Vázquez Medina, del refugio El Hogar de la Misericordia en Arriaga Chiapas, expresaron su satisfacción por la respuesta de la sociedad civil hacia la caravana, ya que la gente se ha volcado a apoyar la inédita manifestación que resguarda a cientos de centro y sudamericanos en su tránsito por México.
“Sí la delincuencia se organiza, también nosotros junto con mis compañeros sacerdotes, activistas, y la sociedad civil vamos a organizarnos en una red para crear conciencia sobre el corredor de tragedia humanitaria en que se ha convertido el istmo centroamericano”, dijo a la prensa Solalinde.
Y es que en Juchitán un restaurantero brindó comida a toda la caravana. En Chahuites el ayuntamiento local ofreció lunch para el camino a los inmigrantes, mientras que la población les proporcionó ropa limpia.
La caravana añadió Solalinde, tiene previsto llegar a Medias Aguas Veracruz, donde también se han presentado diversos asaltos a mano armada contra los inmigrantes, y posteriormente buscará llegar hasta Tamaulipas donde en agosto del año pasado fueran masacrados por narcotraficantes 72 inmigrantes.
Para los inmigrantes de centro y Sudamérica que viajan resguardados por un cordón humano de activistas y sacerdotes viajar en autobuses proporcionados por el gobierno y resguardados por policías fuertemente armados es un sueño del que no quieren despertar.
“Yo he pasado tres veces por esta zona, la gente es solidaria hospitalaria, no es la gente la que tiene que cambiar, sino los gobiernos y los policías” dijo Luis un salvadoreño que intenta llegar a Estados Unidos.
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