viernes, diciembre 10, 2010

Discriminan a indígenas en el IMSS


Carlos Herrera.

San Cristóbal de Las Casas, Chis. 9 de diciembre. Una empleada malhumorada maltrató y discriminó a un indígena tseltal de 73 años de edad en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cuando Marcos López Pérez intentó afiliar a su padre, Manuel López Pérez, a esa institución federal.
Marcos López Pérez dijo que estuvo practicamente 4 horas en las oficinas del IMSS sin conseguir afiliar a su padre por la mala atención de Dalia Náfate Gutiérrez, oficial de servicios de afiliación del IMSS.
Marcos López Pérez, abogado de profesión, informó que lo más grave fue que la citada energúmena funcionaria encerró a su padre en un cubículo por más de media hora, y al final no hizo el trámite.
Indicó que “hace dos semanas vine a afiliar a mi papá de nombre Manuel López Pérez, y no se podía porque querían la presencia de él; ya tiene casi un año que está viviendo conmigo aquí en San Cristóbal, pero como ya tiene 73 años de edad, no muy puede caminar, por eso no es fácil llevarlo”.
“Este 8 de diciembre lo lleve a las oficinas del IMSS, en el área de afilición para nuevos derechohabientes; yo soy el beneficiario, trabajo en la Universidad Intercultural de Chiapas como maestro; tengo dos años que estoy pagando la cuota del IMSS que me descuentan de mi sueldo”, comentó.
“Llegamos a las 8 de la mañana, llevé los documentos, como copia del acta de nacimiento, copia de la CURP, copia de la credencial de elector, originales de mis documentos, pero no se pudo afiliar a mi papá, le pusieron trabas sólo porque no se trajo el acta de nacimiento original”, explicó.
Mencionó que “amablemente hablé con el director del IMSS, quien me atendió, autorizó que sí se puede hacer el trámite esta vez, porque ya es mayor de edad mi papá y que después se traiga el acta original, pero la persona que está a cargo de este puesto de afiliación, la señora Dalia Náfate Gutiérrez, me había gritado que porque son las normas, y que tiene que cumplir eso”.
“Además me gritó en ese momento, me reprochó por qué yo se leer y escribir y por qué no hago bien las cosas, y que ella por ser el servidor público pone las normas y la hora de cuándo lo quiera atender; le entregué el documento que me había dado el director, nada más me lo arrebató”, señaló.
“Antes que hiciera pasar a mi papá a un cubículo le advertí que él no habla español, pero no le importó, tuvo a mi padre un poco más de media encerrado con llave; ya cuando me levanté fui a ver qué estaba haciendo, mi papá estaba sentado y ella atendiendo a otras gentes, eso no se vale”, agregó.
“Le fui a reclamar, toda enojada se levanta, quita llave de la puerta y va a hablar con el administrador y yo le dije a mi papá que saliera aprovechando que la empleada había abierto la puerta porque lo tenía bajo llave; luego acudo con el administrador para preguntarle por este caso”, mencionó.
“Pero también todo enojado el administrador, me corrió de sus oficinas, diciéndome que yo debo estar en la sala de espera; pasó otra media hora y viene diciendo que ya iban a llenar el formulario, después buscan a una enfermera o doctora, amablemente nos vino a atender, pero yo le digo mi papá no habla español, habla tseltal, y entonces pasa otra media hora, fueron a buscar a un traductor pero no lo encontraron, al final de cuentas querían darle uno de tsotsil y nunca se desocupó (en este tipo de trámites no aceptan que la familia o algún conocido sirva de traductor)”, puntualizó.
“Nos exigen que se llene el formulario pero si el beneficiario no habla español, nada más habla su lengua, nunca lo van a poder afiliar a mi padre ni a mi madre, es una grave discriminación”, consideró.
El abogado indígena Marcos López Pérez manifestó que “debido a este trato discriminatorio hacia nosotros por ser indígenas, estuvimos ahí hasta las 11 y media, ya nunca nos atendieron, llegamos antes de las ocho de la mañana para formarnos y salimos después de las 11 y media sin desayunar”.
“Mi preocupación es que mi papá tiene 73 años y si se me enferma no hay recursos para llevarlo a una clínica particular o para comprarle sus medicamentos que son muy caros la mayoría”, aseveró.
“Hago un llamado a todas las instituciones ya que hay una discriminación que normalmente se presenta en este tipo de lugares y eso está condenado por la Constitución, en su Artículo 1 dice que está prohibido la discriminación, además en el 2003 se emitió una ley general de derechos lingüisticos para los pueblos indígenas que todas las instituciones tienen que respetar las lenguas”, concluyó.

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