F. Darinel
Y si cansada de la vida a mí regresas
y si el destino no te da felicidad
habrá una cruz en el final de tu camino
serán mis brazos que por ti esperando están
David Lama
(Fragmento de la canción “Regalo de Reyes”,
que interpretara Javier Solís)
“HASTA EL 27”
LOS CAMINOS DE HOY
Última entrega
Es seguro que en esta semana esta sea la última entrega de esta opinión, que a diario les entrego; amables lectores, porque lo seguro es también, si el gran arquitecto del universo no tiene nada dispuesto, que nos volvamos a encontrar, sus ojos y mis líneas, hasta el próximo lunes 27 de los presentes, pues mañana sería el último de esta hermosa semana que ha sido estival y bella en todo lo que da, a pesar del frío y de las prisas, en que la pujante edición de “Meridiano 90”, por esta semana, sea la última. Así que no tengo más que decirles y entregarles como regalo a todos Ustedes, más si en algo les sirve el siguiente poema :
Carta de navidad
De: Mario Ancona Ponce
Santa Clós no te escribía,
porque siempre que empezaba,
yo pensaba, yo creía
que no hubiera cosa alguna
que tuviera que pedir.
Pero al paso de los años
he sabido de tristezas,
he tenido desengaños,
y si es niño siempre el hombre,
no te extrañe, ni te asombre
que en futuras noches buenas
te vuelva siempre a escribir.
Santa clós amigo mío,
yo también quiero un juguete,
un juguete muy bonito,
que palpita con el ritmo
de un pequeño relojito
y que guarda en sus entrañas
los secretos del querer.
Lo he buscado inútilmente
en las cosas de la vida
y ni el mundo, ni la gente
cuando triste les pregunto
me han sabido responder.
El antiguo que me diste
ya está viejo, ya está roto
pues los años y la vida
lo han tratado sin piedad.
Ya no ríe, ya no canta,
pues es tanta su tristeza
y su amargura tanta,
que se encuentra saturado
de rencor y de maldad.
Solo sangra, solo llora,
entre lágrimas amargas
sin quererlo siempre implora
un amor por caridad.
Santa clós que me trajeras
en los años infantiles,
lindos juguetes a miles,
entre instantes de recuerdo,
de esperanza y de ilusión,
lee la carta escrita
por mi vida hecha de pena
y para esta noche buena,
regálame un corazón.
Y para la noche de paz
A nombre de todos los que integramos este rotativo, a todos los seres del mundo y en especial a los de nuestro Comitán les deseamos que: El Gran Arquitecto del Universo, colme de paz y amor por siempre a su familia y a sus seres queridos, pero en especial para aquellos que esa próxima noche no tendrán qué comer, para los que no saborearan esa noche; como El Gran Constructor nos permite a nosotros, y en un barco desde Asia buscan llegar a mejores destinos para ellos y para sus hijos, para aquellos audaces que con más esperanza que dinero, desafían el desierto inclemente con su sol ardiente de la mañana y su brutal frío de la noche, para los niños que no tienen casa y mendigan en harapos por las calles, para los ancianos olvidados, que son tan igual como los niños, para aquellos que perdieron la fe, para mis hermanos indígenas que el hambre y la marginación jamás les ha enseñado a diferenciar entre esa noche y otras muchas llenas de amargura y hambre. Y les deseo por lo menos un poco de paz y amor a nuestros hermanos caídos en desgracia que se encuentran en la cárcel y por sobre todo, mucho amor, mucha paz y mucha comprensión a los que amo y a los que Ustedes aman, amables lectores, y a todos mis compañeros de oficio, que ese día, esa noche, dejarán dormir un poco al fecundo alfabeto que nos cobija.
Feliz Noche Buena, Feliz Navidad.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
Y si cansada de la vida a mí regresas
y si el destino no te da felicidad
habrá una cruz en el final de tu camino
serán mis brazos que por ti esperando están
David Lama
(Fragmento de la canción “Regalo de Reyes”,
que interpretara Javier Solís)
“HASTA EL 27”
LOS CAMINOS DE HOY
Última entrega
Es seguro que en esta semana esta sea la última entrega de esta opinión, que a diario les entrego; amables lectores, porque lo seguro es también, si el gran arquitecto del universo no tiene nada dispuesto, que nos volvamos a encontrar, sus ojos y mis líneas, hasta el próximo lunes 27 de los presentes, pues mañana sería el último de esta hermosa semana que ha sido estival y bella en todo lo que da, a pesar del frío y de las prisas, en que la pujante edición de “Meridiano 90”, por esta semana, sea la última. Así que no tengo más que decirles y entregarles como regalo a todos Ustedes, más si en algo les sirve el siguiente poema :
Carta de navidad
De: Mario Ancona Ponce
Santa Clós no te escribía,
porque siempre que empezaba,
yo pensaba, yo creía
que no hubiera cosa alguna
que tuviera que pedir.
Pero al paso de los años
he sabido de tristezas,
he tenido desengaños,
y si es niño siempre el hombre,
no te extrañe, ni te asombre
que en futuras noches buenas
te vuelva siempre a escribir.
Santa clós amigo mío,
yo también quiero un juguete,
un juguete muy bonito,
que palpita con el ritmo
de un pequeño relojito
y que guarda en sus entrañas
los secretos del querer.
Lo he buscado inútilmente
en las cosas de la vida
y ni el mundo, ni la gente
cuando triste les pregunto
me han sabido responder.
El antiguo que me diste
ya está viejo, ya está roto
pues los años y la vida
lo han tratado sin piedad.
Ya no ríe, ya no canta,
pues es tanta su tristeza
y su amargura tanta,
que se encuentra saturado
de rencor y de maldad.
Solo sangra, solo llora,
entre lágrimas amargas
sin quererlo siempre implora
un amor por caridad.
Santa clós que me trajeras
en los años infantiles,
lindos juguetes a miles,
entre instantes de recuerdo,
de esperanza y de ilusión,
lee la carta escrita
por mi vida hecha de pena
y para esta noche buena,
regálame un corazón.
Y para la noche de paz
A nombre de todos los que integramos este rotativo, a todos los seres del mundo y en especial a los de nuestro Comitán les deseamos que: El Gran Arquitecto del Universo, colme de paz y amor por siempre a su familia y a sus seres queridos, pero en especial para aquellos que esa próxima noche no tendrán qué comer, para los que no saborearan esa noche; como El Gran Constructor nos permite a nosotros, y en un barco desde Asia buscan llegar a mejores destinos para ellos y para sus hijos, para aquellos audaces que con más esperanza que dinero, desafían el desierto inclemente con su sol ardiente de la mañana y su brutal frío de la noche, para los niños que no tienen casa y mendigan en harapos por las calles, para los ancianos olvidados, que son tan igual como los niños, para aquellos que perdieron la fe, para mis hermanos indígenas que el hambre y la marginación jamás les ha enseñado a diferenciar entre esa noche y otras muchas llenas de amargura y hambre. Y les deseo por lo menos un poco de paz y amor a nuestros hermanos caídos en desgracia que se encuentran en la cárcel y por sobre todo, mucho amor, mucha paz y mucha comprensión a los que amo y a los que Ustedes aman, amables lectores, y a todos mis compañeros de oficio, que ese día, esa noche, dejarán dormir un poco al fecundo alfabeto que nos cobija.
Feliz Noche Buena, Feliz Navidad.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
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