Ministerio Público protege a violador de un niño

Carlos Herrera

Altamirano, Chis. 24 de Junio. Habitantes de la cabecera municipal de Altamirano, exigieron la destitución del Ministerio Público, José Francisco Pineda Bautista, ya que se encuentra protegiendo a un sujeto de nombre Carlos Gabriel Reyes Díaz, acusado de haber abusado sexualmente de un menor durante seis años.

En conferencia de prensa, Judith del Carmen Flores Gordillo, informó que uno de sus hijos, de 12 años de edad, “ha sido víctima del delito de violación por parte de una persona adscrito a servicios generales del Hospital del IMSS de Altamirano, de nombre Carlos Gabriel Reyes Díaz, y desde hace seis años ha sido víctima de este delito, pero lo había venido callando tras amenazas de agredir a sus familiares”.

“Al enterarme de los hechos, sentí impotencia, desesperación y ganas de venganza, pero ante los consejos de mis familiares, decidí mejor acudir a las oficinas del Ministerio Público adscrito al municipio de Altamirano, esperando ser atendida con amabilidad, respeto y profesionalismo”, explicó.



Estaba borracho



Pero “resulta que a las 16 horas del 24 de mayo de este año, llegamos a la oficina del Ministerio Público, a quien lo estuvimos esperando y nunca llegó; su secretario nos tomó la declaración, ya que José Francisco Pineda Bautista, Ministerio Público, estaba ahogado de borracho, así se presentó, incluso al llegar se cayó frente a su oficina; arribó a bordo de un taxi de Altamirano e iba acompañado de una mujer y en su estado etílico no me pudo atender, por eso lo hizo su secretario”.

“En eso le pregunté al secretario por qué el Ministerio Público andaba tomando en horas de trabajo y me dijo que mejor no me metiera en eso, ya que era algo que a mí no me importaba y al poco rato salió de su privado el Ministerio Público y me pidió que le comentara como fueron las cosas”, señaló.

Al relatarle los hechos, el funcionario se empezó a reír y en tono de burla le dijo: “y ahora qué hizo mi amigo Carlos”.

El Ministerio Público, un poco adormitado seguramente los estragos de su borrachera, le dijo que le contara la verdad “porque si no, me metería a la cárcel por engañar a una autoridad en funciones porque él ya sabía todo, ya que el mismo acusado le había contado toda la verdad de los hechos”.

El funcionario trató de persuadirla para que “mejor se reconciliara el caso, que era por mi bien, que yo lo pensara mejor y que por lo pronto iba a iniciar un acta administrativa para mandar a citar al acusado y llegar a un arreglo armonioso y yo le dije que eso no quería, que sólo pedía justicia”.

El Ministerio Público reaccionó molesto, le dijo que él mandaba en su oficina y que nadie le iba a decir cómo hacer su trabajo, que no le levantara la voz porque podía mandarla a detener, que él era la autoridad.



El iba hacer el trabajo



Inició un acta administrativa número 52/IN89/2010, “luego escuché que hablaba por teléfono con una persona, a quien le decía ‘compadrito voy a tener un A-7 (alterando el orden) y un C5 (pago)’, todo en clave para que yo no le entendiera, mientras le rogaba por favor me atendiera con seriedad”.

Narró que “el funcionario me pidió ver a mi hijo y como él iba conmigo, le dije que pasara al privado donde estaba este licenciado José Francisco Pineda Bautista y al verlo me dijo que no tenía nada, que no siguiera yo de chillona, como si fuera un médico legista y sin haber realizado los análisis”.

La mujer buscó a un abogado para que llevara este caso, “pero al comunicarle al Ministerio Público que ya tenía yo abogado, me regañó y me dijo que mi único abogado era él y que no aceptaba cualquier otro, y que si llegaba alguien más, él definitivamente no iba a poder trabajar y que además los abogados sólo roban dinero y que eso no me convenía y que por lo tanto eso no iba a servir”.

El funcionario le dijo que él iba hacer el trabajo, “que ese dinero que sería para pagar los servicios de mi abogado, se lo diera a él, que iba a hablar con su jefe que está en San Cristóbal de Las Casas, para repartirlo, pero que si hacía lo contrario, él me negaría su apoyo” y el acusado ya no iría a la cárcel.

“Fue así que me exigió darle 5 mil pesos en efectivo y en billetes de 200 pesos, cantidad que recibió el Ministerio Público pidiéndome de favor que no le fuera yo a decir nada al secretario, pero como ya me habían asesorado que por ser delito grave el Ministerio Público tenía que girar un oficio de localización y presentación para el acusado, pero como me engañó ya no contraté a un abogado”, lamentó.



Averiguación mal hecha



Todo resultó al revés: “ni me dio tal oficio para detener al violador, ni me atendió como era su obligación, y al contrario, él era quien informaba del caso al acusado; incluso el 25 de mayo de 2010, al ir a preguntar a la Agencia del Ministerio Público cómo iba mi trámite, Pineda Bautista estaba tomando cervezas en un coche junto con Carlos Gabriel Reyes Díaz, y cuando lo vi quiso esconderse”.

“En eso mejor le hablé y me regañó, me dijo que la calle no era su oficina y que si quería algo que sería en su oficina, que también tenía vida privada, aunque era un día hábil y eran las 11 de la mañana, pero este sujeto estaba tomando cervezas con el acusado, y mi molestia empeora porque tal y como me lo había anticipado, cuando él consignó la averiguación previa al Juez, éste negó la orden de aprehensión porque el Ministerio Público la envió ‘flojita’, estaba mal hecha, mal integrada”, denunció.

“Me dijo que si hago algo en su contra o si me quejo en alguna dependencia, me va a inventar cualquier delito para meterme a la cárcel. He decidido denunciar a este funcionario corrupto y si por eso tengo que ir a la cárcel, estaré esperando que la justicia se incline en mi contra por decir la verdad”, agregó.

Sostuvo que “los funcionarios no sirven para nada, son unos ladrones, corruptos, borrachos, flojos, irresponsables, como es el caso del Ministerio Público de Altamirano, cuya oficina es un nido de ladrones que venden la justicia al mejor postor, por ello exijo la destitución inmediata de este funcionario”.

“Nosotros somos quienes sufrimos la impunidad de estos corruptos servidores públicos, que en realidad sólo sirven para amasar fortunas, sólo llegan a robarle su dinero a la gente humilde”, aseguró al tiempo de afirmar que “mucha gente no acude a denunciar estos casos porque aparte de ser humillante es denigrante para que luego salgan con que no hay justicia y que protegen a los violadores”.