sábado, marzo 01, 2008

Prevén aumento de inundaciones en Tabasco

Investigaciones afirman que el problema es irreversible a corto plazo

Roberto Barbosa

Villahermosa, Tab.— El gobierno de Tabasco sigue sin encontrar la fórmula para defender a su población de las cíclicas y cada vez más extremosas inundaciones, pese a los esfuerzos que realizan dependencias federales y del propio estado, como la construcción de diques que cada año realiza la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en las riberas de los ríos para impedir desbordamientos.
Tras la desastrosa creciente de 1999, que anegó 60% de esta capital y seis municipios, los órganos de gobierno diseñaron el Programa Integral Contra Inundaciones (PICI), el cual, según las autoridades, protegería en definitiva a la población.
En 2003, un acuerdo entre el entonces gobernador de Tabasco, Manuel Andrade, y la Conagua, permitió iniciar con este programa, que sería ejecutado durante tres años.
En total, el PICI comenzó a operar con 2 mil 60 millones de pesos, capital que fue aportado en 72% por el gobierno federal y el restante por la administración del estado.
Queda rebasado el PICI
Sin embargo, en noviembre de 2007, las obras del PICI, entre ellas más de 100 kilómetros de bordos de protección, quedaron inservibles al ser superadas por un desbordado caudal más elevado y destructivo.
Esta situación orilló a las autoridades a replantear un nuevo Plan Hídrico —o Hidráulico, como también le llaman— Integral, que ahora sí otorgue seguridad a la población tabasqueña.
Según anunció el presidente Felipe Calderón Hinojosa, el proyecto sería coordinado por el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); aunque, hasta el momento, se ignora la fecha de terminación, así como el costo y lapso de aplicación.
317 mdp para murallas de costales
Luego de la creciente que azotó a Tabasco en noviembre pasado, la Conagua invirtió 317 millones de pesos para edificar 30 kilómetros de murallas de costalería y otra longitud similar de terraplenes.
Además, para este año planea destinar 882 millones de pesos en la construcción de más obras, de los cuales, 388 millones de pesos servirían para atender urgentemente 46 sitios donde se registraron asentamientos y daños en las márgenes de los ríos, de acuerdo a la declaración del 7 de febrero del director general de la Conagua, José Luis Luege Tamargo.
Sin embargo, investigaciones sobre cambio climático apuntan que el problema de anegaciones en Tabasco es irreversible a corto plazo, incluso hasta de mayor gravedad.
Lilia María Gama Campillo, coordinadora de Investigación y Posgrado de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), explica que la posibilidad de inundaciones es permanente por la superficie donde se ubica la entidad: “Lamentablemente, con el cambio climático, el riesgo aumenta”.
La también doctora en Ciencias señala que las intensas lluvias, como las registradas en octubre pasado, “indudablemente seguirán y hasta pueden aumentar”.
Agrega que los desastres climatológicos en la entidad también son consecuencia de la deforestación que viven la selva tropical y la sierra, así como la que se observa en las márgenes de los ríos, conocida como bosques de galería, que llegan a proteger y contener sus cauces.
El problema “se nos sale de control” si a los asentamientos se les agrega más gente, más casas y menos facilidades para que el agua fluya para algún lado, explica la especialista.
Control a asentamientos humanos
Gama Campillo recomienda que en el Plan Hidráulico se contemple un plan de crecimiento poblacional, que cuide aspectos como la autorización de asentamientos humanos y construcción en la planicie tabasqueña.
Detalla que es necesario observar si hay suficiente vegetación para que absorba la lluvia y el tipo de suelo donde se está asentado.
De los asentamientos existentes, comenta que deben valorarse posibles soluciones o de plano abandonar las zonas de alto riesgo.
Reflexiona sobre el conflicto que acarrea el crecimiento demográfico en las zonas naturales, como el caso de Tabasco, donde las construcciones de carreteras, por ejemplo, invadió los cauces naturales de los ríos.
Ahora es necesario que antes de realizar una construcción se realice una planeación y estudios, y si es indispensable efectuar un relleno por algún motivo, pues efectuar los estudios necesarios para ver el nivel de riesgo que se correría.

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