martes, febrero 26, 2008

Concluye visita a Caracoles y MAREZ

Amalia Avendaño.
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 25 de febrero.-Los pueblos indígenas de Chiapas y del resto de México están "unidos por el mismo sufrimiento", concluyeron representantes de comunidades y organizaciones Nahuas, Triquis y Mixtecos, que realizaron una visita a los Caracoles y municipios autónomos zapatistas el pasado fin de semana.

En conferencia de prensa el grupo de peregrinos relató su triste experiencia en territorio zapatista en donde en tan sólo tres días fueron testigos de los padecimientos de los indígenas chiapanecos rebeldes en resistencia que sufren acoso policiaco, militar y paramilitar; además de enfrentar el despojo de sus tierras y fuentes de agua potable."

Igual nos pasa a nosotros, pero estamos admirados de la fuerza tremenda con que ellos resisten, ojala lleguemos un día a ser tan fuertes como son los zapatistas" dijo un representante de la Mixteca Alta al relatar que en la comunidad 24 de diciembre están rodeados por un lado son acosados por fuerzas del ejército y la policía y por el otro a campesinos de la organización Ejidos de la Selva quienes son apoyados por el gobierno para explotar las riquezas de la zona.

En tanto que Elvia de la comunidad oaxaqueña de la Laguna no reprimió sus lágrimas al relatar que durante su convivencia con mujeres y niños zapatistas observó: "la gran injusticia de privarlos del agua porque el manantial lo tiene el Ejército, nosotros sufrimos por el agua pero porque no la tenemos y aquí en cambió: ahí está el agua pero no se las dejan, los soldados no tienen necesidad y el agua es del pueblo", dijo la mujer llorando.

La experiencia más impactante que refleja la realidad de tensión actual zapatista le tocó platicarla a Rosario, indígena también de Oaxaca quién aseguró que aún en la madrugada escuchó los disparos que atemorizan a las comunidades en la zona del Carcol de Morelia.

A ese caracol pertenece Bolon Ajaw, a donde el pasado 20 de febrero ingresó un grupo de policías quienes golpearon a dos mujeres zapatistas, denunció la Junta de Buen Gobierno y los visitantes solidarios dieron fe de la zozobra en el lugar.

Ahí "está creciendo la lumbre que según el gobierno se había apagado. La situación es muy tensa con los ataques constantes a la población por parte de los grupos paramilitares y de la policía estatal preventiva: Escuchando el hostigamiento cotidiano entendimos la convicción de su lucha, el defender su autonomía y esas tierras que les pertenecen de siempre", indicaron en el informe final.

Se comprometieron a mantener su apoyo a las autonomías zapatistas y exigieron al gobierno federal "la retirada inmediata del ejército del territorio indígena y detener la impunidad en la que operan los grupos total o parcialmente paramilitares con el aval del gobierno de Juan Sabines, quién ha prometido públicamente no llevar a cabo ningún desalojo de los pueblos indígenas de Chiapas".

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