Nehemías Jiménez.
Venustiano Carranza, Chis.- La disputa de un predio de 249 hectáreas entre habitantes de los poblados Cruztón y San José Grande 1, de este municipio se ha tornado en una situación tensa, que podría provocar un enfrentamiento entre los campesinos.
En un documento enviado al gobernador Juan Sabines Guerrero, se asienta que se debe privilegiar el diálogo y la concertación con la participación de instancias federales y locales, con el fin de encontrar una solución al conflicto agrario.
Como se recordará el 4 de mayo del 2007, 360 indígenas tzotziles de la comunidad Cruztón decidieron “recuperar” las 249 hectáreas de una antigua finca donde sus familiares fueron acasillados.
Desesperados porque las personas que ocupaban el terreno de la antigua finca, les prohibió surtirse de agua en el manantial, los tzotziles optaron por adentrarse al predio hace ocho meses.
Aun más lo hicieron porque supier
on que los que se consideraban dueños del predio San José Grande 1, son choferes y maestros del municipio de Teopisca, que intentaban lotearlo y vender porciones a particulares, con lo que se les dificultaría el abastecimiento de agua.
Desde mayo del 2007, los tzotziles de Cruztón denunciaron una embestida por parte de los dueños del predio y los riesgos de un enfrentamiento eran latentes.
Sin embargo, lejos de tranquilizarse la situación en el lugar, las cosas han empeorado y los riesgos de que surja la violencia persiste.
En un documento enviado al gobernador Sabines Guerrero se asienta: “Notamos el riesgo que este conflicto derive en un enfrentamiento o en un problema social que se agrave”.
Por lo mismo le piden al mandatario estatal “sensibilidad social” para que busque una solución con instancias estatales y federales a este problema agrario.
Los tzotziles de Cruztón aseguran que cuentan con documentos que les entregó el antiguo dueño de la finca Mispía de José Villafuerte, que los convierte como legítimos propietarios de las 249 hectáreas, pero que en realidad son 90.
En un documento enviado al gobernador Juan Sabines Guerrero, se asienta que se debe privilegiar el diálogo y la concertación con la participación de instancias federales y locales, con el fin de encontrar una solución al conflicto agrario.
Como se recordará el 4 de mayo del 2007, 360 indígenas tzotziles de la comunidad Cruztón decidieron “recuperar” las 249 hectáreas de una antigua finca donde sus familiares fueron acasillados.
Desesperados porque las personas que ocupaban el terreno de la antigua finca, les prohibió surtirse de agua en el manantial, los tzotziles optaron por adentrarse al predio hace ocho meses.
Aun más lo hicieron porque supier
on que los que se consideraban dueños del predio San José Grande 1, son choferes y maestros del municipio de Teopisca, que intentaban lotearlo y vender porciones a particulares, con lo que se les dificultaría el abastecimiento de agua.Desde mayo del 2007, los tzotziles de Cruztón denunciaron una embestida por parte de los dueños del predio y los riesgos de un enfrentamiento eran latentes.
Sin embargo, lejos de tranquilizarse la situación en el lugar, las cosas han empeorado y los riesgos de que surja la violencia persiste.
En un documento enviado al gobernador Sabines Guerrero se asienta: “Notamos el riesgo que este conflicto derive en un enfrentamiento o en un problema social que se agrave”.
Por lo mismo le piden al mandatario estatal “sensibilidad social” para que busque una solución con instancias estatales y federales a este problema agrario.
Los tzotziles de Cruztón aseguran que cuentan con documentos que les entregó el antiguo dueño de la finca Mispía de José Villafuerte, que los convierte como legítimos propietarios de las 249 hectáreas, pero que en realidad son 90.
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