Ángeles Mariscal
Ayer miércoles 23 de enero se cumplió un mes de que un auto compacto arrolló y destrozó ambas piernas al reportero de la sección policiaca del Diario de Chiapas, Mario Francisco Álvarez Cancino, quien desde abril del 2007 reinició de nueva cuenta su labor en el rotativo del cual estuvo ausente durante seis meses. Antes, había trabajado ya por dos años en ese mismo medio.
El diario es propiedad de los hermanos Toledo Coutiño, el presidente y director general es Gerardo el ex diputado local del PRI y como gerente general funge el señor Rogelio. Ambos personajes se mueven por toda la ciudad en lujosas camionetas custodiados por un séquito de guardias civiles armados. Quizá sean agentes policiacos que les ha asignado el gobierno del estado.
Al cumplirse un mes de la tragedia, la abogada de Mario Álvarez acudirá esta semana a la autoridad correspondiente para interponer una demanda vía juicio laboral contra el diario que echó a la calle al reportero tras quedar discapacitado.
Cabe recordar que en el marco de la tragedia, el diario l
e otorgó a Mario sólo cuatro mil pesos en calidad de préstamo, mismo que le fue descontado sin previo aviso en su quincena del 31 de diciembre, pues nunca recibió depósito alguno correspondiente a su sueldo y su aguinaldo.
La mañana del miércoles 9 de enero, personal del Diario de Chiapas arribó a su domicilio, quienes -dice Mario-, le ofrecieron 12 mil pesos en efectivo y que firmara su renuncia, con lo cual se ponía fin a la relación laboral con la empresa. Mario nunca aceptó.
Hubo un intento de chantaje cuando le advirtieron que si no firmaba le pedirían al alcalde de Tuxtla Gutiérrez, Jaime Valls, que le quitara el apoyo de cuatro mil pesos mensuales que por servicios “extraperiodísticos” recibía el reportero en la corporación policiaca municipal.
Mario les dijo que desde hace algunos meses había aceptado ese recurso mensual como un complemento ante el bajo salario que recibía del Diario de Chiapas, pero que no lo consideraba deshonesto porque realmente devengaba ese pago.
Argumentó que lo considera un salario como lo percibe cualquier reportero que busca un doble ingreso para paliar sus críticos ingresos en Chiapas. Y que incluso el último pago mensual del 2007, al no ir a recogerlo, se lo fueron a dejar personalmente su domicilio.
A favor de Mario Álvarez se han difundido en la red muchos correos electrónicos, ha habido manifestaciones de solidaridad en algunos medios nacionales, algunas webs y blogs en internet. Ha recibido muchas llamadas de colegas de otros estados del país.
El día sábado 12 de enero, el Diario de Chiapas publicó un desplegado donde negó que fuera su reportero Mario Álvarez y se dijo víctima de una campaña de difamación, por lo que amenazó con ir a los tribunales y demandar.
Por un error en la redacción de la carta-denuncia de su caso se escribió Mario Fernando, cuando el nombre real del periodista es Mario Francisco. De ese detalle se valió el Diario de Chiapas para decir que nunca en sus filas laboró Mario Fernando Álvarez Cancino.
Sin embargo, Mario Fernando o Mario Francisco dijo que demostrará con pruebas documentales y testigos que él es el mismo Mario Álvarez, que firmó durante el 2007 las notas en la sección “La Roja”.
Funcionarios de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chiapas, le tomaron en su cama a Mario Álvarez la denuncia para elevar su caso al Programa de Agravios a Periodistas de la CNDH, pero desde hace dos semanas que llegaron a su domicilio no le volvieron a notificar nada del proceso.
Un grupo reducido de colegas acudió el 14 de enero al Congreso del Estado para hablar con los diputados y darles a conocer su caso, fue evidente la evasiva de casi todos. Es pública la estrecha amistad que guardan casi todos ellos con el director y dueño del Diario de Chiapas, el ex diputado local priista Gerardo Toledo Coutiño.
Por temor a confrontarse con el dueño de ese medio o por la amistad, prefirieron no abordar el asunto y olvidarlo, y aunque algunos se comprometieron a depositarle algo a la cuenta bancaria de su esposa. Nunca lo hicieron.
Mario ha recibido casi ocho mil pesos de donativos de varios colegas de Chiapas y otros estados del país. Pensaba comprar su computadora para poder tener acceso a internet y estar contacto con el exterior pero por los gastos que le generaron su atención médica de las piernas y otros gastos domésticos se ha quedado en ceros.
Mario ha recibido pocas muestras de solidaridad gremial. Salvo excepciones, la mayoría de los colegas chiapanecos han permanecido al margen de su caso. Prefieren no conocer su problema para no tener que confrontarse con los Toledo Coutiño, un personaje con una estrecha amistad con el gobernador Juan Sabines Guerrero.
Además de la demanda laboral, Mario acudirá a la Fiscalía para Periodistas del Ministerio de Justicia de Chiapas, para advertirle a su titular Ignacio Soberano Velasco de su temor fundado de que algo pudiese sucederle a él, su esposa o su hijo, al conocer como se mueven con mucha impunidad los hermanos Toledo Coutiño.
Mario por lo pronto necesita hacerse de una computadora para conectarse personalmente por internet desde su cama y así agradecerles su apoyo y emprender su defensa.
Mario sigue necesitando una silla de ruedas apta para su estado físico, pues si bien apenas empieza a flexionar una pierna, la otra será muy difícil que lo haga por los cuatro clavos que le atraviesan la pierna.
En tanto sigue su lucha legal, Mario carece de recursos. Por ello, si desean hacerle un donativo, favor de depositarle a la cuenta bancaria a nombre de su esposa.
Banco HSBC
Cuenta No. 6274461716
Nombre: Yesenia Guadalupe de los Santos Cundapí
Si lo hace, favor de notificarle:
Cel: 044 9616575898
Tel de Casa: 01 961 6156603
El diario es propiedad de los hermanos Toledo Coutiño, el presidente y director general es Gerardo el ex diputado local del PRI y como gerente general funge el señor Rogelio. Ambos personajes se mueven por toda la ciudad en lujosas camionetas custodiados por un séquito de guardias civiles armados. Quizá sean agentes policiacos que les ha asignado el gobierno del estado.
Al cumplirse un mes de la tragedia, la abogada de Mario Álvarez acudirá esta semana a la autoridad correspondiente para interponer una demanda vía juicio laboral contra el diario que echó a la calle al reportero tras quedar discapacitado.
Cabe recordar que en el marco de la tragedia, el diario l
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La mañana del miércoles 9 de enero, personal del Diario de Chiapas arribó a su domicilio, quienes -dice Mario-, le ofrecieron 12 mil pesos en efectivo y que firmara su renuncia, con lo cual se ponía fin a la relación laboral con la empresa. Mario nunca aceptó.
Hubo un intento de chantaje cuando le advirtieron que si no firmaba le pedirían al alcalde de Tuxtla Gutiérrez, Jaime Valls, que le quitara el apoyo de cuatro mil pesos mensuales que por servicios “extraperiodísticos” recibía el reportero en la corporación policiaca municipal.
Mario les dijo que desde hace algunos meses había aceptado ese recurso mensual como un complemento ante el bajo salario que recibía del Diario de Chiapas, pero que no lo consideraba deshonesto porque realmente devengaba ese pago.
Argumentó que lo considera un salario como lo percibe cualquier reportero que busca un doble ingreso para paliar sus críticos ingresos en Chiapas. Y que incluso el último pago mensual del 2007, al no ir a recogerlo, se lo fueron a dejar personalmente su domicilio.
A favor de Mario Álvarez se han difundido en la red muchos correos electrónicos, ha habido manifestaciones de solidaridad en algunos medios nacionales, algunas webs y blogs en internet. Ha recibido muchas llamadas de colegas de otros estados del país.
El día sábado 12 de enero, el Diario de Chiapas publicó un desplegado donde negó que fuera su reportero Mario Álvarez y se dijo víctima de una campaña de difamación, por lo que amenazó con ir a los tribunales y demandar.
Por un error en la redacción de la carta-denuncia de su caso se escribió Mario Fernando, cuando el nombre real del periodista es Mario Francisco. De ese detalle se valió el Diario de Chiapas para decir que nunca en sus filas laboró Mario Fernando Álvarez Cancino.
Sin embargo, Mario Fernando o Mario Francisco dijo que demostrará con pruebas documentales y testigos que él es el mismo Mario Álvarez, que firmó durante el 2007 las notas en la sección “La Roja”.
Funcionarios de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Chiapas, le tomaron en su cama a Mario Álvarez la denuncia para elevar su caso al Programa de Agravios a Periodistas de la CNDH, pero desde hace dos semanas que llegaron a su domicilio no le volvieron a notificar nada del proceso.
Un grupo reducido de colegas acudió el 14 de enero al Congreso del Estado para hablar con los diputados y darles a conocer su caso, fue evidente la evasiva de casi todos. Es pública la estrecha amistad que guardan casi todos ellos con el director y dueño del Diario de Chiapas, el ex diputado local priista Gerardo Toledo Coutiño.
Por temor a confrontarse con el dueño de ese medio o por la amistad, prefirieron no abordar el asunto y olvidarlo, y aunque algunos se comprometieron a depositarle algo a la cuenta bancaria de su esposa. Nunca lo hicieron.
Mario ha recibido casi ocho mil pesos de donativos de varios colegas de Chiapas y otros estados del país. Pensaba comprar su computadora para poder tener acceso a internet y estar contacto con el exterior pero por los gastos que le generaron su atención médica de las piernas y otros gastos domésticos se ha quedado en ceros.
Mario ha recibido pocas muestras de solidaridad gremial. Salvo excepciones, la mayoría de los colegas chiapanecos han permanecido al margen de su caso. Prefieren no conocer su problema para no tener que confrontarse con los Toledo Coutiño, un personaje con una estrecha amistad con el gobernador Juan Sabines Guerrero.
Además de la demanda laboral, Mario acudirá a la Fiscalía para Periodistas del Ministerio de Justicia de Chiapas, para advertirle a su titular Ignacio Soberano Velasco de su temor fundado de que algo pudiese sucederle a él, su esposa o su hijo, al conocer como se mueven con mucha impunidad los hermanos Toledo Coutiño.
Mario por lo pronto necesita hacerse de una computadora para conectarse personalmente por internet desde su cama y así agradecerles su apoyo y emprender su defensa.
Mario sigue necesitando una silla de ruedas apta para su estado físico, pues si bien apenas empieza a flexionar una pierna, la otra será muy difícil que lo haga por los cuatro clavos que le atraviesan la pierna.
En tanto sigue su lucha legal, Mario carece de recursos. Por ello, si desean hacerle un donativo, favor de depositarle a la cuenta bancaria a nombre de su esposa.
Banco HSBC
Cuenta No. 6274461716
Nombre: Yesenia Guadalupe de los Santos Cundapí
Si lo hace, favor de notificarle:
Cel: 044 9616575898
Tel de Casa: 01 961 6156603
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