lunes, marzo 17, 2008

Se recrudece persecución contra inmigrantes

María de Jesús Peters.

Ixtepec, Oax.— Efectivos del Ejército Mexicano y agentes del Instituto Nacional de Migración detuvieron, en un violento operativo, a más de un centenar de inmigrantes centroamericanos que viajaba a bordo del ferrocarril de carga. Un total de 10 personas resultaron heridas, dos por golpes causados por toletes y ocho más con lesiones leves, denunció el coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana Pacífico Sur, Alejandro Solalinde Guerra.
El sacerdote alertó que este año iniciaron operativos contra indocumentados con un uso de violencia “nunca antes vista”.
El también director de la Casa del Migrante de esta localidad, ubicada en el istmo de Tehuantepec, lamentó los hechos violentos registrados el pasado viernes, justo cuando el relator de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Derechos Humanos de los Migrantes, Jorge Bustamante, se encontraba en Chiapas con objeto de recibir en forma directa información sobre la situación de violencia y abusos que enfrentan los indocumentados en su paso por la frontera sur de México.
Presentan denuncia ante CNDH
De acuerdo con la denuncia que presentaron el guatemalteco Urías Macario Guzmán y los hondureños Rubén Darío Ortiz Funes y Ramón Antonio Rivera Martínez ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el operativo se registró a las 11:30 de la mañana, a unos kilómetros de la salida del poblado Chahuites, Oaxaca.
Ahí, los militares esperaban escondidos entre el monte al ferrocarril de carga procedente del municipio de Arriaga, Chiapas, en la frontera con Guatemala.
Según el testimonio de los tres indocumentados, cerca de 150 de extranjeros procedentes de Guatemala, Honduras y El Salvador fueron sometidos a golpes y trasladados a la garita migratoria de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca.
“Fueron más de un centenar de militares y agentes de migración los que participaron en el operativo, quienes portaban armas de alto poder y toletes, mismos que utilizaron para reprimirnos. Esto, sin que les importara que en el ferrocarril viajen niños, mujeres y ancianos”, refiere el escrito enviado a la CNDH.
“En mi caso, fui golpeado en la cabeza y en el brazo izquierdo con un tolete por un militar en los momentos en que intenté recoger mi mochila. Minutos más tarde fui obligado a sentarme en la tierra con la cabeza herida, y en un descuido burlé el cerco militar y me escondí entre los matorrales”, relata Urías en la denuncia.
El inmigrante tuvo que ser atendido en el Centro de Salud Urbano (CSU) por una lesión en la cabeza, dijo el sacerdote.
Violencia nunca antes vista
El coordinador de la Pastoral de la Movilidad Humana Pacífico Sur, aseveró que los operativos violentos iniciaron a partir de este año en magnitud nunca antes vista.
De acuerdo con estadísticas de la Casa del Migrante de Ixtepec, del mes de febrero al 14 de marzo las autoridades migratorias apoyadas por militares han realizado cerca de 13 operativos con gran violencia, en centroamericanos no solamente son golpeados e insultados, sino también resultan intoxicados con el gas lacrimógeno que les lanzan para que salgan de los vagones del ferrocarril.
Solalinde Guerra también consideró que este tipo de operativos policiacos deberían realizarse contra los delincuentes que atacan a los migrantes, como en el punto conocido como La Arrocera, ubicado en el municipio de Arriaga, Chiapas, donde supuestos policías federales y asaltantes secuestran, violan y asesinan a los migrantes centroamericanos con toda impunidad, así como en El Basurero, localizado a unos kilómetros de Arriaga, en donde de enero a marzo se tienen registrados más de un centenar de asaltos, violaciones y secuestros contra los extranjeros que buscan llegar a Estados Unidos.

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