Fredy Martín Pérez.
La Trinitaria, Chis; 20 de agosto.- El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) pidió al gobierno de Chiapas liberar a los indígenas que fueron desalojados de comunidades de Montes Azules, durante el sábado y domingo y que permanecen en poder de la Fiscalía y otros “encerrados” en un albergue de La Trinitaria.
En un escrito la Junta de buen gobierno “Hacia La Esperanza”, clama: “Exigimos su inmediata libertad a todos y todas los detenidos y detenidas porque totalmente no tienen culpabilidad, la tierra la trabajan y la cuidan para poder vivir como seres humanos”.
Asegura que los desalojos en Montes Azules, reserva de más de 300 mil hectáreas es para que el gobierno, los ricos y los “paramilitares” usen la tierra como mercancía.
“Es decir para venderla a los empresarios nacionales y trasnacionales, por eso los estorban los que trabajan y cuidan la tierras, es decir, los campesinos e indígenas”.
“Por eso seguiremos diciendo para siempre: la tierra es de quien la trabaja, no para venderla como una mercancía”, agregan.
Los rebeldes aseguran que lo único que buscan es trabajar la tierra, porque esta es “nuestra madre, porque en ella vivimos y en ella nos alimentamos”, por eso la gente que fue desalojada de Montes Azules no tiene ningún delitos.
“Por eso exigimos su libertad inmediata e incondicional de los detenidos”, dicen los rebeldes en el comunicado enviado a los medios de comunicación.
Cuentan que el sábado al medio día, seis helicópteros con varias de decenas de agentes policiacos llegaron a San Manuel (conocido como Nuevo Salvador Allende) y Buen Samaritano, para desalojar a los indígenas tzeltales, acusados de destruir las montañas de Montes Azules.
En San Manuel “llegaron violentamente (unos 90 policías) sin darles tiempo de nada (a las personas) amenazándolos con sus armas a las mujeres y a los niños y niñas obligándolos a los hombres a subir en sus helicópteros todos los que se encontraban en la población”.
Mientras obligaron a subir a los hombres, mujeres y niños a los helicópteros, los policías se organizaron en dos grupos.
Uno de estos procedió a destruir las humildes casas del pueblo de San Manuel o Nuevo Salvador Allende, “dejando totalmente destruidas y robando las pocas pertenencias” que hay, mientras el otro grupo de policías realizaba labores para subir a los habitantes a las aeronaves.
Esta misma acción se llevó a cabo en Buen Samaritano de donde fueron capturadas siete personas.
Los zapatistas dicen desconocer donde se encuentran los 32 detenidos de Nuevo Salvador Allende y los siete de Buen Samaritano.
Por lo mismo apelaron a los grupos de derechos humanos a que procedan a localizarlos para conocer su situación jurídica.
“Todas esas personas, hombres, mujeres y niños no sabemos de sus paraderos y los maltratos que han sufrido, sus condiciones físicas en que se encuentran ahora”, dicen los zapatistas.
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