domingo, agosto 05, 2007

Los Chimalapas donde todos son chiapanecos y también oaxaqueños


Fredy Martín Pérez.
San Cristóbal de las Casas, Chis.- Derivado de los problemas agrarios, una población de 12 mil habitantes, de 40 comunidades asentadas entre la frontera de Chiapas y Oaxaca, de la región de Los Chimalapas, que viven en la indefinición territorial, los ha llevado a asumirse “tanto oaxaqueños como chiapanecos”, dice el investigador Carlos Uriel Del Carpio Penagos.

Autor junto con Thomas Lee Whitting, de la investigación Historia, sociedad y ambiente en la cuenta del Río Negro frontera Chiapas-Oaxaca, considera además, que en los últimos tres años Los Chimalapas “ha sido escenario de un conflicto agrario, lo que ha llevado a la ocupación y desocupación intermitente de algunas localidades y ranchos, de manera que la frontera entre ambos estados ha sido muy móvil”.

El investigador de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) cuenta, que movido por su “espíritu aventurero” se fue a conocer qué pasaba en Los Chimalapas, a raíz de las notas de prensa que aparecían en los diarios, donde se mencionaba que por los problemas agrarios se registraban constantes enfrentamiento o desalojos. Pero cuando llegó a la zona se dio cuenta que todo lo que los reporteros registraban era falso. Estando ahí “me di cuenta que todo era mentira”.

Aclara que en Los Chimalapas si hay problemas agrarios, pero éstos no son “como lo pintan” los medios de comunicación.

Para el estudioso de Los Chimalapas, el principal conflicto en esa región selvática que comparten, Chiapas y Oaxaca es el de identidad, porque ha visto que en las comunidades, algunos de sus habitantes se asumen como oaxaqueños o ejidatarios, aunque sepan que están en tierras chiapanecas y la inversa.
Hay casos como el de la comunidad Pilar Espinosa de León que cuando las autoridades comunitarias no quisieron entregar a los pobladores recursos para proyectos productivos, se volvieron oaxaqueñas, pero el grupo que demandaba los recursos se identificaba como chiapaneco.

Al final los pobladores decidieron expulsar a las autoridades que por conveniencia optaron por declararse oaxaqueños, cuenta el doctor en ecología y desarrollo sustentable. La historia de ese poblado, que fue fundado por personas de varios municipios de Chiapas, estuvo marcada por una serie de trámites agrarios confusos desde 1984, al grado de se fundaron dos comunidades con el mismo nombre identificadas como I y II.

En Pilar Espinosa de León, llegaron a vivir diez familias, pero en la II sólo radicó una, pero actualmente “no vive nadie. Es un pueblo desierto”. Hay otros lugares como Elsy Herrerías o Congregación de la libertad, donde los habitantes han dicho: “nosotros no nos peleamos, somos oaxaqueños y chiapanecos”.

Asentamiento olmeca


Los Chimalapas es una región selvática que ha estado ocupada “desde tiempos muy tempranos” por lo menos desde el Preclásico o Formativo temprano y medio (1000-400 a D. C), hasta la conquista española.

La cuenca del Río Negro (de mil 500 kilómetros cuadrados) y las montañas de la Sierra Atravesada eran la frontera entre Nueva España y Guatemala. Este territorio que fue asentamiento olmeca, comprendía 360 leguas cuadradas (una legua 4 kilómetros), que los zoques de Santa María y San Miguel Chimalapa compraron en el año 1687 a la corona española y está se extendía en un área selvática fronteriza definida por accidentes geológicos del terreno. En síntesis el doctor Del Carpio Penagos dice, que Los Chimalapas, es un sitio rico en biodiversidad y actualmente un centro multiétnico porque además de los zoques, viven tzeltales, chinantecos, tzotziles y campesinos mestizos michoacanos, guerrerenses, guanajuatenses, chihuahuenses, oaxaqueños, chiapanecos y “personas de origen aún indeterminado”.

Desarrollo de la región

Através de un grupo multidiciplinario, Del Carpio Penagos pretende trabajar para repuntar la economía de los habitantes que se ubican en esa zona, con altitudes que van de los 800 a los mil 200 metros sobre el nivel del mar, con diferentes tipos de ecosistemas reservorios de quetzales, jaguares, loros, así como de flora diversa.

“Queremos dar a conocer la región y llamar la atención de las autoridades y por eso es importante conocerla”, dice el estudioso que recientemente viajó a la selva del Amazonas, con el fin de conocer comunidades que trabajan con productos orgánicos.

Lo que quiere, es que instituciones como la Unicach, la Universidad Politécnica de Cataluña, España y estudiosos de Bolonia, Italia, “contribuyan al nivel de vida de la región”, porque los habitantes de Los Chimalapas, han permanecido en el abandono y las únicas autoridades que ven son el Ejército y la Policía Federal Preventiva (PFP).
Lo que se pretende es revertir los patrones tradicionales como la tala, la ganadería extensiva y la siembra de granos básicos, que lo único que hacen los campesinos es contribuir a la erosión de los suelos.

En el Amazonas, Del Carpio Penagos conoció que hay comunidades con un nivel de vida aceptable, con el manejo del medio ambiente, productoras de frutos con “buenos jugos”, como piñas de exquisito sabor, que se pretende implantar en Los Chimalapas.

“En la zona de Colombia que yo visite, son vanguardia en el manejo del medio ambiente, porque los habitantes tienen mucho respeto a los recursos naturales”, dice.

Así, se espera que la Unicach realice un intercambio con la Universidad de Colombia para que grupos de académicos realicen proyectos conjuntos en Los Chimalapas, con el fin de elevar el nivel de vida de los habitantes de esa región donde sus habitantes son chiapanecos y también oaxaqueños.

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