Carlos Coutiño.
Tuxtla Gutiérrez, Chis; 5 de agosto.- El dirigente del Partido Acción Nacional (PAN) a nivel nacional Manuel Espino, arribó a Chiapas para negociar las candidaturas de las presidencias municipales y diputaciones locales, bajo el argumento que yendo solos como ocurrió con la alianza de facto con el PRI vencerán.
La entrevista de negociación fue en Sambors de Tuxtla Gutiérrez, donde sin miramientos les dijo a los candidatos sacrificados, que por “instrucciones” de Felipe Calderón Hinojosa, tenían que dejar la candidatura debido a que eran impulsados según él, por Pablo Salazar Mendiguchía, ex gobernador.
Se les dijo a los aspirantes ya registrados ante el IEE, que había venido exclusivamente a denegar la validad de las candidaturas a pesar que las estadísticas con esos candidatos eran de gran importancia tanto en votos como en triunfos, pero que era muy importante perder si era necesario con “dignidad”.
El presidente Calderón, no quiere a nadie que provenga de Salazar Mendiguchía, lo que quiere es que sean auténticos panistas y que no se hayan “vendido” al gobierno pasado con aceptar recursos y apoyo, porque eso sentenció el dirigente nacional, se llama traición.
Ante la confusión de los candidatos panistas tanto a presidencias municipales como diputados, que en suma fueron 5, dijo que cabría la opción de “renegociar”, a fin de lograr que ellos como candidatos “reflexionaran” y decidieran más que aceptar el recurso de “Pablo Salazar”, se viera hacia el PAN.
El primer fracaso de espino fue con el aspirante de su partido en Tuxtla Gutiérrez, donde se aferró a señalar que se trataba de atacar al gobierno federal, pues el enemigo supuesto del presidente de México más que el narcotráfico y los grupos armados, era precisamente el ex mandatario chiapaneco.
El problema creció, porque las versiones dadas fueron infundadas y puestas ya ante el Tribunal Federal Electoral (TRIFE), de tal suerte, que se echarán abajo y con ello, correr el riesgo de regresar el monto de lo supuestamente pedido a uno de los dirigentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para darle fortaleza a ellos.
De acuerdo al también denominado ahora si enemigo de la juventud, Manuel Espino, Calderón no perdona que el ganador del proceso electoral pasado haya sido en realidad, Andrés Manuel López Obrador con la ayuda económica y amallada de Pablo Salazar Mendiguchía.
Aunque estos fueron los argumentos, que emitió a los aspirantes panistas el líder nacional, insistió en que no dejaría que Serrano Nucamendi fuera el candidato aún en contra del tribunal Federal, por lo que se ordenaba la suspensión de recursos por parte del Partido para que lo utilice durante la campaña.
“Yo soy quien manda, no los candidatos, ellos me deben a mi, si quedan o no, si llegan o no”, “las negociaciones solamente las hago yo”, dijo tajantemente ante los pocos aspirantes que frustrados en ese momento quedaban fuera de la contienda electoral, luego de las amenazas de su “líder” nacional.
Es de recordar, que Espino ha sido rechazado por su propia militancia, aunque si se reconoce la labor de Fox Quezada, por ellos mismos, incluso el problema es que Espino intenta retomar la fuerza que llegó a tener en su momento y de esta manera sopesar su presencia ante la nula credibilidad y desde luego la falta de liderazgo que tiene.
Tuxtla Gutiérrez, Chis; 5 de agosto.- El dirigente del Partido Acción Nacional (PAN) a nivel nacional Manuel Espino, arribó a Chiapas para negociar las candidaturas de las presidencias municipales y diputaciones locales, bajo el argumento que yendo solos como ocurrió con la alianza de facto con el PRI vencerán.
La entrevista de negociación fue en Sambors de Tuxtla Gutiérrez, donde sin miramientos les dijo a los candidatos sacrificados, que por “instrucciones” de Felipe Calderón Hinojosa, tenían que dejar la candidatura debido a que eran impulsados según él, por Pablo Salazar Mendiguchía, ex gobernador.
Se les dijo a los aspirantes ya registrados ante el IEE, que había venido exclusivamente a denegar la validad de las candidaturas a pesar que las estadísticas con esos candidatos eran de gran importancia tanto en votos como en triunfos, pero que era muy importante perder si era necesario con “dignidad”.
El presidente Calderón, no quiere a nadie que provenga de Salazar Mendiguchía, lo que quiere es que sean auténticos panistas y que no se hayan “vendido” al gobierno pasado con aceptar recursos y apoyo, porque eso sentenció el dirigente nacional, se llama traición.
Ante la confusión de los candidatos panistas tanto a presidencias municipales como diputados, que en suma fueron 5, dijo que cabría la opción de “renegociar”, a fin de lograr que ellos como candidatos “reflexionaran” y decidieran más que aceptar el recurso de “Pablo Salazar”, se viera hacia el PAN.
El primer fracaso de espino fue con el aspirante de su partido en Tuxtla Gutiérrez, donde se aferró a señalar que se trataba de atacar al gobierno federal, pues el enemigo supuesto del presidente de México más que el narcotráfico y los grupos armados, era precisamente el ex mandatario chiapaneco.
El problema creció, porque las versiones dadas fueron infundadas y puestas ya ante el Tribunal Federal Electoral (TRIFE), de tal suerte, que se echarán abajo y con ello, correr el riesgo de regresar el monto de lo supuestamente pedido a uno de los dirigentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) para darle fortaleza a ellos.
De acuerdo al también denominado ahora si enemigo de la juventud, Manuel Espino, Calderón no perdona que el ganador del proceso electoral pasado haya sido en realidad, Andrés Manuel López Obrador con la ayuda económica y amallada de Pablo Salazar Mendiguchía.
Aunque estos fueron los argumentos, que emitió a los aspirantes panistas el líder nacional, insistió en que no dejaría que Serrano Nucamendi fuera el candidato aún en contra del tribunal Federal, por lo que se ordenaba la suspensión de recursos por parte del Partido para que lo utilice durante la campaña.
“Yo soy quien manda, no los candidatos, ellos me deben a mi, si quedan o no, si llegan o no”, “las negociaciones solamente las hago yo”, dijo tajantemente ante los pocos aspirantes que frustrados en ese momento quedaban fuera de la contienda electoral, luego de las amenazas de su “líder” nacional.
Es de recordar, que Espino ha sido rechazado por su propia militancia, aunque si se reconoce la labor de Fox Quezada, por ellos mismos, incluso el problema es que Espino intenta retomar la fuerza que llegó a tener en su momento y de esta manera sopesar su presencia ante la nula credibilidad y desde luego la falta de liderazgo que tiene.
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