Elio Henríquez
-Maestra suertuda.
Podría decirse que a la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales, dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) todavía le sonríe la suerte porque la noticia de su detención y posterior auto de formal prisión ha sido opacada por la muerte del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien es llorado por millones de venezolanos y latinoamericanos.
Justo cuando la opinión pública de México e inclusive de otros países estaba centrada en el caso Gordillo, pues finamente el SNTE es el sindicato más grande de América Latina –y en el proceso de sucesión del Papa Benedicto XVI, desde luego— el juez Alejandro Caballero le dictó, como se esperaba, el auto de formal prisión que la mantendrá cuando menos varios meses en prisión.
No es que la muerte del mandatario venezolano vaya a influir en forma alguna para que aminoren los cargos en su contra, pero cuando menos desde el 5 de marzo se ha hablado mucho menos del caso.
Desde luego, el desplazamiento momentáneo del tema no hará que se borre de la memoria de los mexicanos el enjuiciamiento de Gordillo Morales, quien ha ejercido un cacicazgo de más de dos décadas en el SNTE, pero algo impactará pues en esta época en que unas noticias desplazan a otras en cuestión de horas y casi diluyen sus efectos, un tema hace olvidar pronto a otro.
Lo que ahora aparece como principal interrogante entre la opinión pública después del auto de formal prisión es si la maestra que cobraba por no dar clases será juzgada realmente o no, pues existe la posibilidad de que llegue a un acuerdo político con las autoridades, a las cuales lo que más les importa es quitarle el enorme poder político que ha acumulado durante varios lustros.
De hecho, con su encarcelamiento ha sufrido un golpe casi demoledor cuando pocos pensaban que podría ser llevada a prisión, salvo quienes supieron leer el mensaje político de la designación de Emilio Chuayffet Chemor como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en diciembre pasado. Tampoco ella, en medio de su soberbia por el poder político y económico acumulado, imaginó siquiera que tres meses después de la toma de posesión de Enrique Peña Nieto como presidente de México, sería detenida.
Existe la probabilidad de que efectivamente, el caso no llegue a la sentencia y que durante el proceso sea liberada o que por motivos de edad y de salud se le otorgue el beneficio de la prisión domiciliaria, lo que le daría el privilegio de no estar encerrada en una cárcel.
Sin muchas posibilidades políticas y jurídicas de defensa, las investigaciones se cierran en torno al círculo más cercano de Gordillo Morales, incluidos sus familiares, entre ellos la senadora Mónica Arriola, quien de alguna forma ha quedado desprotegida y más vulnerable con las reformas hechas el pasado martes por la Cámara de Diputados para acotar el fuero de legisladores, ministros, integrantes del gabinete y consejeros electorales.
Puede decirse que lo que ocurre en Venezuela ha opacada en alguna medida la noticia de Elba Esther, pero la certeza de la gran mayoría de la población acerca de su presunta culpabilidad es tal que cuando en broma se le comenta a alguien que su encarcelamiento es una injusticia que ha causado tristeza, invariablemente suelta la carcajada.
Lo que sí ha causado tristeza en amplios sectores de la población latinoamericana es el fallecimiento de Chávez Frías, quien revolucionó a Venezuela y modificó las relaciones con muchas naciones del área, además de enfrentar al poderoso gobierno de Estados Unidos.
Con la muerte del comandante ese país sudamericano está por vivir días cruciales porque los opositores la chavismo harán todo lo posible por evitar el continuismo que pretenden los sectores oficiales y populares beneficiados con la política que los rige desde hace 14 años, a través del vicepresidente Nicolás Maduro.
Tal vez al oficialismo le convenga convocar a elecciones cuanto antes para aprovechar el efecto que ha causado la muerte de Chávez con el fin de ganar los votos necesarios que le permita retener la presidencia para continuar los programas sociales que han beneficiado a amplios sectores populares.
Es de suponerse que los sectores conservadores se están frotando las manos y preparando las acciones políticas para ganar la presidencia y comenzar a desterrar el chavismo, que seguramente incluirán maniobras de provocación que pudieran terminar en hechos de violencia con tal de desestabilizar a Venezuela e inclusive a la región.
En los próximos días y semanas se verá hasta dónde son capaces de llegar los miembros de la oligarquía local e internacional con tal de tratar de borrar el legado de Hugo Chávez, cuya figura crecerá y tomará una dimensión mayor una vez que ha muerto.
PICOTAZOS
El sacerdote Eugenio Alvarez Figueroa ya descansa en paz, después de 54 años dedicados al servicio de Dios, la gran mayoría como párroco de la catedral de San Cristóbal de Las Casas, ciudad en la cual hizo muchos amigos que lo recordarán con gratitud y que el pasado miércoles le dieron el último adiós. Descanse en paz…. Qué insensibilidad de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que el miércoles resolvieron no reasumir la competencia para revisar el caso del indígena tsotisil, Alberto Patishtán Gómez, preso desde junio de 2000 y sentenciado a 60 años de cárcel. Muchos, menos los ministros, presumen que es inocente de los cargos que se le imputan, pero debido al fallo, tendrá que seguir en prisión, quién sabe hasta cuando, a pesar de ser, quizá, el preso de conciencia más importante en México… Claro que no todas son malas noticias para el país. Total, no hay por qué preocuparse si la revista Forbes ha hecho saber nuevamente que tenemos en México al hombre más rico del mundo. ¿Y si en lugar de divulgar la lista con los nombres de los más ricos publicara en una edición diaria y no anual la de los más pobres?. Nada más para salir de la duda cuántos son y cuál es su grado de miseria. FIN
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