lunes, marzo 11, 2013

Balean a soldado después de una juerga






Tzimol, Chis; 10 de marzo.- Con un disparo de arma de fuego en el abdomen, el soldado Mauricio Aguilar Ventura, del 15 Regimiento de Caballería, debió esperar ayuda médica, durante una hora y media, en el fondo oscuro de un arroyo seco del barrio de Santo Domingo.

Desde las 21:00 horas del sábado, varios chavos de los barrios Santo Domingo y Santa Cecilia decidieron tomar cerveza y charlar en el depósito que se ubica en la carretera que comunidad a Pujiltic, cuando una patrulla de la Policía Municipal, les pidió que se retirarán de ahí.
Ante la orden, los jóvenes se movieron hacia las oficinas del sindicato de camiones materialistas, donde siguieron tomando cerveza y conversando, hasta que hacia las 01:00 horas del domingo, decidieron poner fin a la juerga callejera.
Juan López Álvarez, un joven que estaba entre el grupo explicó que al momento que decidieron retirarse del lugar, algunos optaron por trasladar hasta sus casas a los que estaban más ebrios, pero cuando él regresaba hacia su casa y cruzó el arroyo seco, vio tirado el cuerpo de Aguilar Ventura, que se dolía de una herida a un lado de la costilla izquierda.
Para ese momento, las 01:30 horas, Aguilar Ventura, ya había tomado su teléfono celular y llamado a su madre Martha Ventura López, que llegó casi a tientas, en la oscuridad, para evitar caer entre las piedras y ramas secas.
“Aquí estoy”, “Ayúdenmeee..”, clamó el soldado que permanecía tirado en el fondo el cauce, casi inerte y con las manos en la lesión que emanaba un hilillo de sangre.
Una patrulla de la Policía Municipal llegó al sitio, pero nada podía hacer por el joven que se quejaba de dolor. “Atiéndalo por favor”, suplicó Jorge Alberto López, pero la respuesta de uno de los oficiales fue un golpe, por lo que sus familiares protestaron por la agresión.
Las llamadas a los cuerpos de socorro eran constantes, hasta que hacia las 03:00 horas, arribó una ambulancia de Protección Civil con varios paramédicos que en minutos estabilizaron al soldado y le suministraron un suero. “Ay, me duele”, decía con angustia el herido.
Los jóvenes que tomaban cerveza con Mauricio Aguilar Ventura, estaban seguros que el disparo provino de entre los matorrales, en un terreno propiedad de doña Consuelo, pero nadie pudo ver al agresor.
Al momento que se escuchó la detonación, algunos vecinos del barrio de Santo Domingo, pensaron que era otra cosa, mucho menos un disparo de arma de fuego.
“Nosotros estábamos durmiendo, cuando escuchamos el ruido, creímos que era un aguacate que había caído en la lámina o que alguien estaba tirando piedras en el techo”, explicó una vecina, que minutos después al salir de su recámara vio el soldado tirado en el arroyo.
Después que Mauricio Aguilar Ventura fue trasladado hacia el Hospital, la Policía Municipal detuvo a Joel López Álvarez y Víctor Álvarez López, mientras que la Policía Estatal Preventiva (PEP) trasladó a Jorge López Maldonado, para que declararan en torno a los hechos, ante un Ministerio Público.
Cuando ya todo parecía tranquilo, la madre de Juan López Álvarez reprendió a su hijo: “Ya viste que no deja nada bueno estar tomando alcohol”.


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