San Cristóbal de las Casas, Chiapas; 25 de Noviembre.- Que ya no recurran a las armas, a las piedras, para amenazar y golpear a los contrarios, ni a cualquier medio de agresión, demandó el obispo Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de la Diócesis de esta ciudad, al término de su homilía dominical.
Es importante, dijo, que los líderes sepan exponer y peleen por los derechos de sus afiliados, pero también es necesario que escuchen los derechos de los otros grupos y organizaciones “no se trata de ganar todo, sino de esforzarse por armonizar los justos derechos de unos y de otros; no siempre la fuerza física o la movilización de un grupo u organización significan que tengan la fuerza de la razón” precisó.
Arizmendi Esquivel señaló que hay que escucharse con paciencia y humildad, con argumentos cimentados en la verdad y no en la mentira, para construir la paz social y la fraternidad entre todos.
Lamentó y mostró su preocupación por los casos de violencia y las divisiones que siguen aconteciendo en algunas de nuestras comunidades; recordó los recientes hechos ocurridos en Tzajalá, del municipio de Teopisca, donde existen serios problemas por la tenencia de la tierra “Muchas familias han sido desplazadas de sus casas y de su comunidad, y están refugiadas en la cabecera municipal y también en instalaciones de la parroquia”.
En otras comunidades, precisó, siguen habiendo conflictos por tierras, por diferencias políticas e incluso religiosas, por competencias entre organizaciones sociales “no faltan agresiones, injurias y ofensas, e incluso han habido personas heridas y asesinadas” lamentó.
Recordó que el pasado 20 de noviembre, durante el desfile tradicional del Aniversario de la Revolución, en esta ciudad, irrumpió una manifestación, que alteró el habitual ambiente festivo del evento.
Asimismo, reconoció los esfuerzos de las autoridades civiles de los diferentes niveles de gobierno por ayudar a resolver esos problemas; ante lo cual consideró que “todos debemos hacer cuanto podamos para que los conflictos se resuelvan mediante el diálogo, la concertación, el respeto entre unos y otros”.
“Como Iglesia diocesana, nos esforzamos en formar la conciencia social de los catequistas y de las comunidades, para que sepan defender sus derechos, pero siempre respetando los derechos de los demás” destacó.
El prelado recordó que otra de las misiones de la iglesia católica, es servir de puente, de mediación, de acercamiento respetuoso entre las partes “para que vivamos la hermandad que Jesús nos dejó como mandato, como distintivo de que somos sus discípulos. Que en esta fiesta de Cristo Rey, con que concluimos el año litúrgico, Dios nos conceda que reinan la verdad y la vida, la santidad y la gracia, la justicia, el amor y la paz” concluyó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario