martes, junio 12, 2012

B’EJALTIK

(Muchos Caminos)
F. Darinel
El camino se queda señalado
-estatua tras estatua- por la mujer de Lot.
Queremos olvidar la leche que sorbimos
en las ubres de Dios.
Dios nos amamantaba en figura de loba
como a Rómulo y Remo, abandonados.
Rosario Castellanos

“ASÍ LO CREO”
LOS CAMINOS DE HOY
Bien preparados
El día domingo por la noche se llevó a cabo el segundo debate, entre los aspirantes a la presidencia de la República, y esta vez de inicio hay cuatro cosas que destacar, en primer lugar está el hecho que el formato solo quedó un poco más claro para los televidentes y radioescuchas, después de que se desarrolló, o más bien terminó el debate, pero es claro que para los debatientes estaba más que clara la forma en la que se desarrollaría, pues fue admirable que los cuatro discursantes manejaran de forma tan excelente sus tiempos, salvo dos tropiezos de tiempo que tuvieron dos de ellos, casos que únicamente fueron notorios en el final de una de las participaciones de AMLO y en una de tantas participaciones que tuvo Peña Nieto, en tanto que Vázquez Mota y Gabriel Quadri; estos dos últimos, pues no tuvieron ningún tropezon.
Seriedad
Por otro lado el debate dejó de ser un circo de risas fingidas, pues esta vez la sobriedad y seriedad de Javier Solórzano, nos hicieron olvidar la sonrisa de la pasada moderadora, que al igual que Josefina Vázquez, se le notaba a leguas que tal sonrisa era tan fingida, justo como aquel el amor que en fotos parecía profesaba a los niños Vicente Fox. Pero el circo se notó que ya había culminado, cuando en esta ocasión dejó de aparecer una exuberante edecán, que robó la mirada masculina “telelasciva”; y no es que me comporte mojigato y mocho, sino que esta situación que ocurrió la vez pasada, solo trajo que a su alrededor se armaran historias superfluas y sosas, aunque eso sí, salió como ganador del debate AMLO.
Cambios
Así que esta vez Javier Solórzano no necesito de parafernalias estridentes, sino que se valió de una reexplicación de la mecánica del debate, un debate que parecía le tenía mucho miedo Josefina Vázquez Mota, pues esa “temblorina” que se notó cuando presentó el número de participación, que en el sorteo le fue asignada. Luego, otra de las cosas que cambiaron radicalmente, fue el hecho que en este segundo debate existió un cronometro a la vista; que tanto a televidentes, como a los participantes, les indicaba de forma clara cuánto les restaba de tiempo, por esto mismo en ciertos momentos, el moderador les decía cómo iban con el gasto de su tiempo, cosa que por sueños ocurrió en el pasado debate, además que esta vez no cabía para nada el reclamo de cualquiera de los candidatos, como por ejemplo: “me faltó tiempo”, pues este lo tenían a la vista para todos.
Complicidad
O sea que el debate mejoró, solo que la especulación aquella de que Peña, Josefina y Quadri, por ordenes de sus “dueños”, “se le fueran a la yugular” a AMLO, pues sencillamente esto no ocurrió en masa, más si se dio entre la complicidad fingida de Quadri y Vázquez Mota, que al parecer no sabían sumar, pero era claro que aun después de entender la propuesta de López Obrador, insistieron en su falta de entendimiento. Por ello lo que Quadri había logrado en el primer debate, con esa actitud de “perro amaestrado” que se unía a la jauría de una loba hambrienta de “peje”, lo perdió de un solo tajo. Sin embargo, Josefina se plantó como “la Josefina” que todo mundo esperó desde antes de su campaña, una actitud que a destiempo apareció, pues su audacia de comparar a sus compañeros de debate, de cómo serían si fueran mujeres, demostró su valentía, la cual creo que tardíamente sacó a la luz.
Propuestas verdaderas
Finalmente la madurez que demostró AMLO, contra el nerviosismo sin ataque, pero también propositivo de Peña Nieto, superó las expectativas, o más bien borró las especulaciones que aquello se iba a convertir en un ring o redondel de gallos de pelea, lo cual no fue así, pues la actitud propositiva de AMLO, contra la actitud pusilánime de Peña, que al parecer era apoyado a distancia por sus asesores, a través de un apuntador electrónico, comúnmente conocido como “chícharo”, demostró que Peña no es nada sin sus asesores, pero deja en claro que mil y una propuestas de desarrollo pueden existir para un país, pero si éste está infectado por la corrupción, estas jamás triunfaran, por ello las propuestas de combate a la corrupción, disminución de sueldos de superlujo o de “jet set” a una burocracia aristocrática y el replanteamiento de la miscelánea fiscal proporcional, son el resumen que nada es posible en una familia, si no hay orden en el hogar, pues no olvidemos “que el buen juez por su casa empieza”, por lo que no es posible que México ante el mundo proponga, se proponga o exija, si calidad moral como país y su inequidad seguirán propiciando corrupción, desempleo, violencia, enconos y fracasos en las propuestas por todo esto, por lo que coincido con la mayoría de los opinantes sobre este tema, Josefina gustó un poco más en el debate, pero AMLO volvió a vencer.
Es cuanto.

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