jueves, mayo 31, 2012

Obispo lamenta escándalo en el Vaticano

Amalia Avendaño
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 30 de mayo.- A pesar de sus limitaciones Jesús sigue vivo en su Iglesia, afirmó el obispo Felipe Arizmendi Esquivel, al comentar la reciente destitución del director del banco del Vaticano y la filtración de documentos reservados al Papa, hechos que “reflejan posibles irregularidades internas”.

 El titular de la diócesis de San Cristóbal de Las Casas hizo una invitación a los católicos a “madurar” en su fe y en su amor, a ”buscar a Jesús en tu comunidad de creyentes, en los pobres, en los sacramentos y en tus ministros, máxime en el Papa, y no alejarte ni desanimarte por nuestras fallas. Ayúdanos, con tu oración y tus consejos, a purificarnos y santificarnos, para que seamos un sacramento vivo de Jesús”.
 Lamentó que los escándalos conocido como Vatiliks “han dado lugar a que algunos se solacen desacreditando la autoridad moral que tiene nuestra Iglesia y a que personas débiles en su fe desconfíen, duden y se alejen. Sufrimos burlas y descalificaciones, que se suman al descrédito por los vergonzosos crímenes de pederastia clerical. Cuando inculquemos valores evangélicos o denunciemos el pecado, nos van a echar en cara estos hechos; los que no quieren reconocer sus fallas ni convertirse, se defienden aludiendo tanto a errores innegables del pasado, como a situaciones actuales nada coherentes con la fe.”
 Explicó que “en todas partes y en todas las instancias de autoridad, recibimos documentos de toda índole; por ejemplo, unos a favor de un sacerdote, y otros en contra. Nuestro deber pastoral es escuchar, analizar y tomar decisiones; pero si se divulgan sólo las opiniones desfavorables, no hay objetividad. En el caso de la Santa Sede, es normal que al Papa le lleguen escritos de toda clase, para que tenga suficiente información y decida lo pertinente; pero no por el hecho de que le lleguen denuncias y se divulguen, ya por eso todas son verídicas y justas. Muchas veces el escándalo se basa en hechos no comprobados”.
 Reconoció que es inocultable que hay pecado en la Iglesia “así ha sido siempre, dada la condición humana de quienes la integramos, de fieles y jerarquía. Esto no es privativo de la católica, sino que existe en las más diversas denominaciones religiosas”.
 “En días recientes –agregó-, visitando un centro penitencial, los internos me informaron que fue detenido un pastor protestante quien, bajo la apariencia de llevar la Palabra de Dios, introducía droga al penal. Otro más, que despotricaba contra los “católicos borrachos”, ahora está recluido en un centro de rehabilitación para alcohólicos. El pecado, pues, existe en toda la humanidad. Esto no es para autojustificarse, pues el pecado siempre es reprobable y hay que luchar contra él”.

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