miércoles, noviembre 23, 2011

Chiapanecos están aislados por comuneros de Oaxaca


Gabriela Coutiño
Comunidad Díaz Ordaz, Chiapas; 22 de Noviembre.- ¡No nos dejen solos!, es el clamor de indígenas tzotziles campesinos de la comunidad Gustavo Díaz Ordaz, que desde el pasado 20 de octubre se encuentran cercados por comuneros de San Benito y San Antonio Chimalapas de Oaxaca, quienes les bloquean el único camino de acceso a la localidad como parte de un conflicto que lleva 44 años.


"Se nos acaba la comida, no tenemos más que frijoles, harina de maseca, aceite y cuatro tomates; un poco de la despensa que nos trajo el gobierno hace algunos días", dice a reporteros Isabel Pérez Gómez.
En Gustavo Díaz Ordaz, unas 80 familias, 340 campesinos se encuentran actualmente en condiciones críticas y prácticamente sin alimentos.

Son las mujeres y los niños quienes más sufren, y son quienes se arremolinan ante la llegada de un helicóptero. Las niñas como Blanca Eliseyda son los que quieren hablar del "pleito" con los chimalapas, el que los mantiene en constante temor.

"Le pedimos al presidente Felipe Calderón y al gobernador Juan Sabines, que no nos dejen solos, que no permitan que nos maten los Chimas; que el pueblo de Chiapas no nos deje morir de hambre, tenemos miedo y hambre, y queremos volver a la escuela", dice la menor en una carta que elaboró dirigida a las autoridades.

Debido a que los chimalapas de Oaxaca no permiten las entradas y salidas a los habitantes de Díaz Ordaz, los campesinos no han podido reunirse desde hace un mes con sus familiares que viven en la comunidad cercana de Flor de Chiapas.

En Flor de Chiapas, distante a 20 kilómetros, un grupo de 20 adolecentes estudiantes de preparatoria que a diario viajaban para estudiar, tampoco puede regresar al ejido Díaz Ordaz, y eso aumenta la angustia de las madres que lloran por no saber de sus hijos.

El viejo conflicto de tierras y límites revivió en agosto pasado y la tensión se mantiene en la zona desde entonces, luego de que comuneros de San Antonio detuvieran un camión de madera de los chiapanecos quienes a su vez mantienen en su poder un camión de resina de los oaxaqueños.

La franja del conflicto, es un camino de unos 60 kilómetros de terracería serpenteado, curveado, sobre el cual se localizan las comunidades de Rizo de Oro, Rodulfo Figueroa, Flor de Chiapas y Díaz Ordaz pertenecientes a Chiapas, además de San Antonio y Benito Juárez de Oaxaca.

Pero es el ejido Díaz Ordaz el que se localiza en medio de San Antonio y Benito Juárez de Oaxaca, y son estos quienes les tapan el camino. Las mujeres narran la constante tensión que viven. "Ya no aguantamos más", dice entre lágrimas doña Leticia Hernández.

En el interior de la comunidad Díaz Ordaz se cuenta con la presencia de la policía estatal, y en toda la zona personal del Ejército Mexicano mantiene una base de operaciones, pero su presencia no da tranquilidad a los pobladores, ya que el secuestro del dirigente Tito Luna, y la incursión de los chimalapas a las comunidades chiapanecas, se dio en presencia de los soldados narran los pobladores.

La postura del gobierno de Chiapas es que no volverá a la mesa de negociaciones hasta que no se desbloquee el camino a Díaz Ordaz.

Chiapanecos y oaxaqueños se disputan 4 mil 975 hectáreas de bosques y selva.

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