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Carencias.

Cumplidos los cuatro meses de gobierno, el presidente municipal de la Independencia Horacio Aguilar Moreno “tío Lacho”, acumula más denuncias y protestas en su provisorio mandato en la administración municipal que aciertos y halagos de parte de sus gobernados, y es que mencionan que es un gobierno sin rumbo, carente de visión y proyectos positivos que beneficien el desarrollo de la comunidad.


Derroches.
Y es que la mayoría de los habitantes de este municipio, no habla de nuevas obras porque sencillamente no las hay, pero si les sobra material para comentar las parrandas del presidente municipal Horacio Aguilar Moreno y parte de su equipo de “trabajo”, quienes aseguran se han convertido en importantes asiduos de las cantinas y bares de la zona y en donde derrochan fuertes cantidades del erario municipal en mujeres y apuestas.

Investigación.
Por lo que aun y cuando son evidentes las irregularidades que se presentan en la administración municipal de la Independencia, resulta insólito que no se hayan iniciado las investigaciones al respecto por parte de Contraloría del Estado, a fin de verificar que los recursos federales y estatales sean aplicados correctamente.

Regreso.
Se espera el día de hoy, una nueva visita de parte del mandatario estatal en esta ciudad, Juan Sabines Guerrero inaugurara el 11° Festival Rosario Castellanos, por lo que esta sería su segunda visita en un lapso de quince días, lo que habla de la importante relación que existe entre el Gobernador y el Presidente Municipal José Antonio Aguilar Meza.

Imagen.
De manifiesto la falta de autoridad y liderazgo por parte de los “jefes” de la policía municipal para imponer el orden y la disciplina al personal subordinado, pues con eso de que actualmente el parque de vehículos policiacos supera la cantidad de elementos en activo, les ha dado a muchos de los elementos por utilizarlos para realizar sus actividades personales, ni que decir de la pésima imagen que dan a la ciudadanía, pues se presentan como quieren, de azul y chocolate, por lo que la pulcritud queda de lado.