Amalia Avendaño
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, 2 de mayo.— Cerca del corazón del Papa Juan Pablo II estuvieron siempre, la diócesis local y sus indígenas, afirmó el obispo Felipe Arizmendi Esquivel, quién recordó la presencia del Sumo Pontifice en México y en Chiapas.
Luego de la misa dominical en la Catedral donde celebró su cumpleaños número 71 y su llegada a la diócesis, en el año 2 mil, el obispo aseguró que Juan Pablo II por quién se ha iniciado el proceso de canonización “elevo la voz siempre en América Latina con gran fuerza en defensa de los derechos de los indígenas”.
Arizmendi Esquivel, menciono que su trayectoria personal ha estado “muy ligada al papa Juan Pablo II, pues en varios momentos Dios me permitió estar cerca de él, pero sobre todo mi servicio como obispo en Chiapas, Dios me lo manifestó a través suyo y en especial mi traslado de Tapachula a San Cristóbal fue una intervención muy cercana y directa a la vez que respetuosa hacia un servidor”.
Desde 1979 cuando Juan Pablo II llegó a Puebla a inaugurar la tercera asamblea general del episcopado latinoamericano “nos puso como un trípode para centrar su ministerio: Jesucristo en primer lugar, pero Jesucristo que no se queda en el pasado sino que está presente en su iglesia y preocuparse por los seres humanos; por eso siempre se preocupó por la familia empezando por la vida inicial para luchar mucho en contra del aborto”, dijo.
Añadió que el Papa fue “muy centrado en Jesucristo y su obsesión fue predicarlo…”esde que vino a México estuvo muy cerca de los indígenas. Tengo un trabajo en el que hablo de su preocupación por los indígenas, por los pobres. Al final cuando ya no podía con su salud vino a México a canonizar a Juan Diego para decir cómo se puede ser indígena y santo”.
Sobre la polémica generada del escándalo de pederastia del fundador de los Legionarios de Cristo Marcial Maciel, Arizmendi dijo que no se ha comprobado que el Papa hubiese solapado esos crímenes “en un principio nadie creíamos que fueran ciertas las acusaciones en contra de Maciel, y en la misma situación estaban el Papa y sus colaboradores pero una vez que se fue descubriendo que era verdad él (Juan Pablo) mismo empezó a proceder para ordenarle que no ejerciera ninguna otra actividad”.
“En ese sentido es íntegro en su proceder y no podemos dar crédito a voces que lo quieren desacreditar; hay gente que se muere de envidia, le carcome todo el negativismo y no puede ver lo hermoso, bello y grande del Papa”, dijo.
Añadió que el Papa en México llegó a Izamal, Yucatán y a Tuxtla Gutiérrez para estar sólo con los indígenas, pero también manifestó su preocupación por los jóvenes, por los empresarios “insistiéndoles en la dimensión social que tiene la riqueza, que no puede ser un capital privado de egoísmo sino que tiene que ser un servicio a la comunidad”.
martes, mayo 03, 2011
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