Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Diciembre 10 del 2010.
A LA OPINION PUBLICA:
COMUNICADO
La mayoría de los que militamos en el PRD en Chiapas, en coincidencia con el grupo G-8, elegimos esta trinchera de lucha progresista y de izquierda, como única manera de transformación profunda del Estado y la sociedad. Elegimos al PRD porque es la historia de la unidad de las izquierdas, diversidad de pensamiento que sentó las bases de un Proyecto Alternativo de Nación.
Porque es un partido que se plantea la conformación de un Estado de Justicia y Derecho, un Estado comprometido con la seguridad y bienestar en la calidad de vida de sus habitantes, que respeta las libertades, la diversidad, la pluriculturalidad y el desarrollo sustentable; un Estado de personas dignas, solidarias, de mujeres, hombres, jóvenes, indígenas, campesinos, obreros, profesionistas, empresarios, estudiantes, niños, ancianos, entre otros.
La distorsión de la línea política del partido, principalmente la de las alianzas y las actitudes progobiernistas que la actual dirigencia nacional encabezada por Jesús Ortega Martínez de la expresión política de Nueva Izquierda (NI), le han apostado a una estrategia política colaboracionista y entreguista a los gobiernos de la Derecha PRI y PAN, ha provocado la desilusión de la ciudadanía en la vida y en el proyecto partidario, generando al interior del PRD, una gran división que pone en riesgo al partido y las condiciones de unidad nacional necesaria, frente al proceso organizativo de alternancia con un nuevo proyecto de nación.
Frente a estos riesgos político-ideológico que cada vez nos ubica como una debilitada y desgastada fuerza política, los perredistas de Chiapas, exigimos respeto y cumplimiento a un año de los acuerdos tomados ante la mayoría de Delegados al XII Congreso Nacional del PRD, a propuesta por el mismo Jesús Ortega Martínez, respecto a que el 5 de diciembre del 2010, se renovaría la Presidencia y la Secretaría General Nacional del PRD.
Jesús Ortega debe de irse de la dirigencia del partido. Debe de renunciar, ya que de permanecer en la Presidencia del partido, no habrá condiciones para una unidad posible, al interior del partido y mucho menos con la sociedad civil, por lo tanto con esta actitud entreguista y traidora de Jesús Ortega no se unificará la izquierda partidaria y la sociedad, y ésta traerá como consecuencia la pulverización del PRD.
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