miércoles, diciembre 01, 2010

Guatemalteco ejecuta a ganadero

Sergio Flores, Toño Aguilar y Nehemías Jiménez.

La Trinitaria, Chis; 30 de noviembre.- Una discusión con su empleado le costó la vida a Darío Alejandro Ruiz Peña, de 25 años de edad, que fue atacado a tiros en el rancho Santa Isabel.

El percance ocurrió cuando Ruiz Peña, originario de Pujiltic, discutió acaloradamente con su empleado, un inmigrante de origen guatemalteco, pero el centroamericano reaccionó de manera violenta y sacó un arma de fuego.

Fue entonces que el centroamericano, que se desconoce su identidad, accionó en tres ocasiones la pistola calibre 22, a la altura del cuello y espalda de Ruiz Peña, que le causó la muerte instantánea.

El incidente según vecinos, ocurrió hacia las 8 de la mañana, cuando Ruiz Peña, trabajaba en la elaboración de queso, pero por alguna razón que se desconoce empezó a discutir de manera acalorada con el guatemalteco.

El guatemalteco que surtía frecuentemente de cuajada fresca (materia para elaborar queso) a Ruiz Peña, llegó a la propiedad ubicada en el distrito de riego, del municipio de La Trinitaria, pero el martes todo cambió, cuando se registró la discusión.

Sin embargo, el guatemalteco iba armado y al momento del pleito verbal sacó el arma de sus partencias y la accionó, para luego huir con rumbo desconocido.

Al recibir los disparos Ruiz Peña, que vestía un pantalón corto de color rojo y una playera blanca a rayas, cayó al suelo para quedar de posición decúbito ventral. El guatemalteco corrió despavorido. No le dio tiempo de llevarse la cubeta con la cuajada que fue festín de los perros.

Mario Aguilar, un vecino llegó minutos después de los hechos y al percatarse que no nadie salió alcanzarlo, se acercó a la cocina, donde Darío Alejandro preparaba los quesos. Su sorpresa fue ver el cuerpo de su amigo tirado en el suelo y ensangrentado

Los perros que parecían cuidar el cuerpo de su amo, se lanzaron hacia Mario Aguilar, pero el visitante optó por retirarse y solicitar ayuda con un agricultor que se dedica a la siembra de papaya en las cercanía.

“Vine temprano al rancho y vi el cuerpo botado, fue cuando los chuchos me empezaron a ladrar y fue cuando decidí pedir ayuda con el vecino del terreno de al lado”, explicó Aguilar.

En cuestión de minutos, se propagó la noticia y varios lugareños llegaron a la propiedad para ver lo que había pasado en Santa Isabel.

El suegro de la víctima, Caralampio Guillén Villar y su hija Patricia Guillén Córdova, con la se había casado Dario Alejandro, llegaron desde La Trinitaria, para enterarse de la tragedia.

Hacia el medio día, agentes de la Policía Estatal Fronteriza (PEF), Estatal Preventiva (PEP), Ministerial y Municipal de La Trinitaria, arribaron al rancho, acompañados de peritos de la Fiscalía Regional de la Procuraduría de Justicia, para realizar las primeras pesquisas.

El primer reporte indicaba que la víctima recibió tres disparos calibre 22, que le provocaron la muerte de manera instantánea.

Después de unos minutos, el Ministerio Público ordenó el traslado del cuerpo al forense.

La esposa de Dario Alejandro irrumpió en llanto al ver su esposo tirado en el suelo, pero su dolor pareció acrecentarse cuando el cuerpo fue subido a una camioneta de la Policía con rumbo al forense.

Del guatemalteco no se sabe su paradero, como tampoco se sabe su identidad, ni lugar donde radicaba en el área cercana al distrito de riego.

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