lunes, noviembre 01, 2010

Recuerdan a 108 ex refugiados guatemaltecos muertos en México

Ángeles Mariscal

Tuxtla Gutiérrez, Chis., 31 de octubre. Comunidades de ex refugiados guatemaltecos de Ixcán Grande, Guatemala, instalaron una ofrenda y un monumento para recordar a 108 de sus compañeros que fallecieron en lo que fue el campamento de refugiados Puerto Rico, ubicado en el municipio de Ocosingo, cuando en la década de 1980 cruzaron la frontera huyendo de represión que vivieron en su país.

El monumento y altar de muertos se efectuó en el Rancho Puerto Rico, donde llegaron los primeros refugiados guatemaltecos que padecieron de la política de “tierra arrasada”, que desplazo a miles de indígenas de la zona del Petén.

E n el tiempo que permanecieron en México antes de que se firmara la paz y retornaran, entre la población refugiada se presentaron 108 muertes derivadas n su mayoría de las desnutrición y enfermedades como pulmonía, paludismo, tuberculosos, hepatitis, tétano y gastroenteritis.

Junto con la comunidades de retornados del Ixcán Grande e Integrantes de la Unión Campesina de Guatemala (UCG), estuvieron en el evento a autoridades mexicanas, al Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y representantes de lo que fue la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (Comar) y del Instituto Nacional de Migración (INM), instituciones que acompañaron a los refugiados en su estancia en México.

“Queremos honrar a quienes en el refugio perecieron y están sepultados en suelo mexicano (108 indígenas de la etnia Quiche). Queremos agradecer al pueblo y gobierno de México por habernos recibido en su territorio y brindarnos su ayuda humanitaria”, explicaron Francisco Juan Joaquín de la Unión Campesina de Guatemala; y Rubio Mejia López, en nombre de las comunidades de retornados.

Explicaron que en Guatemala existe un sentimiento de agradecimiento hacia los pobladores y autoridades de México que brindaron el apoyo incondicional a los miles de indígenas guatemaltecos que cruzaron la frontera cuando sus aldeas eran quemadas por el ejército de su país.

Uno de esos casos fue el de la familia de Grez Sánchez, ex candidato al gobierno de Quintana Roo y hoy sujeto a un proceso penal, quien siendo propietaria del rancho Puerto Rico, ubicado en medio de la Selva Lacandona, dio refugio a más de 5 mil guatemaltecos, quienes permanecieron por casi dos décadas en ese lugar que se convirtió en uno de los más grandes campos de refugiados de México.

“En este lugar la familia Sánchez -Don Antonio, Doña Cresencia, junto con sus hijos Daniel Felipe, Gregorio, Faustino y Catalina, esta última falleció contagiada por el paludismo- nos recibieron como hermanos y compartieron con nosotros su comida y sus alimentos. En momentos de tristeza encontramos la solidaridad y la alegría de haber preservado nuestra vida cuando huíamos de la masacre”, explicó Rubio Mejía.

Guatemala vivió una guerra civil entre 1960-1996, que dejó más de 200 mil muertos y desaparecidos, en este marco las fuerzas militares del Estado de Guatemala arrasaron comunidades enteras, y asesinaron a sus habitantes.

Huyendo de esta situación, desde 1981 miles de guatemaltecos empezaron a cruzar la frontera con México en busca de refugio. México y el ACNUR instalaron 64 campamentos en Chiapas, ubicados a lo largo de 600 kilómetros que comprende la franja fronteriza entre ambos países.

Al término de la guerra inició el proceso de retorno de los guatemaltecos a su país de origen. Esta es la primera vez que regresan de manera organizada para conmemorar a sus muertos en los campamentos, y agradecer a los mexicanos el refugio.

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