jueves, agosto 19, 2010

B’EJALTIK (Muchos Caminos)

F. Darinel

Dichosos los que sin yerro andan

el camino y caminan según la Ley

del Señor.

Dichosos los que observan sus

testimonios y lo buscan de todo co-

razón, que sin cometer injusticia

caminan por sus sendas.

Sal. 119 (118) ver 1-3

“COMPLICIDAD”

LOS CAMINOS DE HOY

Crece

Parece que nada se puede hacer en contra de los prostíbulos disfrazados de cantinas, aunque en la actualidad ya se les llamen “bares”, y digo nada, no porque sea imposible luchar en contra de ellos, sino porque la voluntad, la dedicación y la responsabilidad del servicio y los servidores públicos que están implicados en este asunto, está totalmente ausente de esta realidad, vergonzosa realidad que poco a poco ha ido ganando terreno desde mediados de los noventas, paralizada un poco en el 2002 y 2003, y totalmente vuelto a desatar después de este tiempo, en donde de ahí para la fecha estos “negocios” han prosperado y han aumentado notablemente; insisto, por la indolencia y por la falta de ganas de trabajar de los que tienen que ver con este asunto.



Es sabido

Por un lado está primeramente la coordinación de salud municipal y luego seguridad pública, que son las dependencias municipales que tienen que ver con la regulación y atención de este problema, pero aunque denuncias vengan y vayan, se publiquen o no, quejas se estanquen, aparenten ser atendidas o ya definitivamente se estanquen, las cosas siguen igual.

Los burdeles disfrazados son fáciles de reconocer sin entrar a ellos, porque cuando la clientela es baja, “las meseras”; que casualmente no están uniformadas, se sientan a la puerta de estos negocios, “luciendo” sus diminutas y sugerentes vestimentas, o ya definitivamente paradas también en los umbrales de estos bares, en una actitud franca del antiguo “negocio de la carne”, que lejos de toda mojigatería y lejos hipocresía, no es correcto desde el punto de vista legal, pues para eso, allá a finales de los 80’s, “la zona de tolerancia” fue creada y llevada a las afueras de Comitán… y desde entonces toda la familia está lejos, se llevaron pué hasta allá a la “Tía Lola”, la “Tía Nelly”, la “Tía Flor” y otras tías, puesto que la prostitución vigilada y regulada aun siendo legal en México, también era menester que se dispusiera en un lugar en donde no ocasionara disturbios, situaciones que son normales en este tipo de lugares, por la dureza y el estilo de vida de quienes la practican y quienes manejan estos negocios, a más que en ellos nunca falta la venta de alcohol y este siempre causa problemas y delitos.



Sin asombro

Ahora bien, para nadie es un secreto, ni una situación de asombro que en estos “bares” se practica la prostitución clandestina, que de clandestina no tiene nada, lo clandestino es como se hacen pijijes nuestra autoridades, y que aparte de este conocimiento los días y los años han pasado, y lejos de disminuir han aumentado y con ello los actos de violencia y delictivos en las inmediaciones de estos “bares”, “bares” que para nadie también es un secreto que una vez que ha llegado la hora de cerrar lo hacen, pero clandestinamente se sigue permitiendo la entrada de parroquianos y se continua expendiendo cervezas y licores a los que se quedaron ahí encerradotes y contentos. Pero cada vez que se toca este tema con los presuntos implicados en la regulación, vigilancia y actos de punibilidad por la ilegalidad, siempre surge el mismo pretexto: “es que la verdad es que sí están ahí en la noche y sí hay pué putas, pero si uno llega a quererles decir que están ejerciendo la prostitución clandestina y no están haciendo nada, decime ¿cómo se los comprobás? además si están vendiendo trago después de la hora permitida y tocás y no te abren decime ¿cómo lo comprobás también?... aaah pobecitos, están atados de manos, nooo pueeedeeennn.



Confabulación

Qué pretextos tan absurdos y tan faltos de imaginación, como falta de imaginación tienen para tomar en “in fraganti”, el delito y tener pruebas para dejarles caer una multa adecuada y clausurarlos definitivamente. Claro que no tendrían que ir los de siempre, o los mismos trabajadores de estas dependencias municipales, ni estar planeando futuras estrategias y operativos “a puerta abierta”, pues está más que claro que existe una red de corrupción e informantes “desde dentro”, que con anticipación les dan el pitazo a los lenones y matronas, de tal suerte que cuando llegan a estos “bares”, hasta tienen como meseras a monjas, en lugar de traguito sirven leche y en lugar de bolos disfrutando en la tele de “banda max” o la “rockcola”, hay un grupo jóvenes mirando “National Geographic” en la televisión o ya definitivamente solo queda el tufo de trago y orina en los alrededores de estos bares, que casualmente cuando llegan están cerrados.



Hace falta voluntad

Claro que se necesitan operativos realmente sorpresivos, se necesita de la cooperación interdependencial con jurisdicción sanitaria, con la judicatura municipal, con las corporaciones policiacas estatales y con la fiscalía de la región, que al parecer es a donde tendrán que ir los inconformes y los quejosos, pues aquí sí están trabajando, pues a este fiscal no se le ha pelado hasta la fecha ningún “pez gordo” o si esto pasa de forma inmediata, está pasando que al poco los capturan y los echan “a la sombra”, y si acuden aquí los denunciantes, aquí sí es seguro que los atiendan por prácticamente señalarse incompetentes en los sentidos jurídico y racional en las dependencias municipales encargadas de atender estos problemas, que definitivamente no quieren; porque de poder sí se puede, “que no se les junte en cielo con la tierra” porque lo que falta es valor, uso de la inteligencia, que no creo que les haga falta ¡son pué bien vivos!, pero mayormente falta el sentido de responsabilidad, respeto a la sociedad, filantropía y el deseo de paz en las calles, que en mucho son inseguras porque “la zona de tolerancia clandestina” nuevamente está de vuelta en la ciudad, y aunque lo saben nada quieren hacer.



Es cuanto.



adriancitio@yahoo.com.mx



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