Ángeles Mariscal
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 23 de julio. Presos del penal El Amate llevan 48 horas amotinados en el interior del reclusorio, sin que hasta el momento les permitan a policías estatales y personal de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) entrar a realizar un operativo de revisión. Las autoridades ya les cortaron la luz el agua a los reclusos, denunciaron.
Desde la parte superior de los edificios que componen el penal, cientos de reos se apostaron y colocaron mantas en las que acusan a los directivos de malos tratos, abusos a sus familiares que los visitan. En la parte exterior, unos 200 familiares de los reclusos también colocaron mantas en las que se leen: “No queremos muertos, queremos paz”, “Corrupción en el penal”.
En la parte exterior, igual se mantienen más mil uniformados, a la espera de poder entrar a realizar cateos en el interior de la celdas. La tensión entre el personal militar y civil provocó este día un enfrentamiento entre ellos, ya que un integrante de la oficina de información e inteligencia de la Sedena, quien estaba vestido de civil, fue agredido por policías estatales cuando se acercó a tomar fotografías, y los uniformados lo confundieron con reportero.
Personal de la Sedena lo defendió y a uno de ellos se le escapó un tiro, lo que alarmó a los familiares de los presos, quienes empezaron a gritar: “No queremos muertos, no queremos represión”.
Dos reos que hoy fueron liberados por alcanzar su condena, narraron que en el interior del penal, en la parte donde se encuentran los comedores y dormitorios, permanece bajo el control de los reclusos.
Tuxtla Gutiérrez, Chis., 23 de julio. Presos del penal El Amate llevan 48 horas amotinados en el interior del reclusorio, sin que hasta el momento les permitan a policías estatales y personal de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena) entrar a realizar un operativo de revisión. Las autoridades ya les cortaron la luz el agua a los reclusos, denunciaron.
Desde la parte superior de los edificios que componen el penal, cientos de reos se apostaron y colocaron mantas en las que acusan a los directivos de malos tratos, abusos a sus familiares que los visitan. En la parte exterior, unos 200 familiares de los reclusos también colocaron mantas en las que se leen: “No queremos muertos, queremos paz”, “Corrupción en el penal”.
En la parte exterior, igual se mantienen más mil uniformados, a la espera de poder entrar a realizar cateos en el interior de la celdas. La tensión entre el personal militar y civil provocó este día un enfrentamiento entre ellos, ya que un integrante de la oficina de información e inteligencia de la Sedena, quien estaba vestido de civil, fue agredido por policías estatales cuando se acercó a tomar fotografías, y los uniformados lo confundieron con reportero.
Personal de la Sedena lo defendió y a uno de ellos se le escapó un tiro, lo que alarmó a los familiares de los presos, quienes empezaron a gritar: “No queremos muertos, no queremos represión”.
Dos reos que hoy fueron liberados por alcanzar su condena, narraron que en el interior del penal, en la parte donde se encuentran los comedores y dormitorios, permanece bajo el control de los reclusos.
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