miércoles, julio 14, 2010

B’EJALTIK (Muchos Caminos)

F. Darinel

Corro por el camino de tus mandamientos,

porque me diste generosidad de corazón.

Señor, enséñame la senda de tus preceptos

y hazme caminar hasta el fin por ella.

Sal. 119 ver 32, 33

“EXCESO DE CONFIANZA”

LOS CAMINOS DE HOY

Un año de distancia

El domingo 5 de julio de 2009, las horas transcurrieron lentas a partir de las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde, y de ahí todavía más lento el tiempo hasta las 8 de la noche, hora en que los minutos parecieron aligerarse e irse más de prisa en la cabecera municipal de Chicomuselo, pues de pronto un tremendo golpe de alegría sacudía el ánimo de todos los “perredistas de tuétano amarillo”, mismos que se habían involucrado hasta el fondo en el proceso electoral para elegir al diputado federal del VIII distrito.

Se habían jugado el todo por el todo a favor de Rosy Pérez y no podían por ninguna circunstancia permitirse “el lujo de perder”, en un municipio en donde la izquierda había arribado al poder con un esfuerzo titánico, casi al punto del heroísmo, bajo la dirigencia de su líder moral y político y ex presidente del comité municipal del PRD, Julio César Velázquez Calderón, actual presidente municipal de la “Tierra de los 7 jaguares”, quien en su tiempo libre y apoyando a la nueva dirigencia y estructura perredista, también había entregado su conocimiento y experiencia, lo que en conjunto logró y consumó un triunfo; por demás histórico, en aquel 5 de julio.



A gloria

Y es que el triunfo sabía a gloria por dos razones, la primera es que resultaba imposible no participar en ese proceso y quedarse con el desconocimiento de hasta dónde estaba, cuánto podía y cómo se situaba la fuerza que habían construido tres años antes para lograr arribar al poder, con un triunfo contundente e inobjetable.

Y la segunda razón era que ya iniciada la campaña, un grupo que los había apoyado a llegar al poder y con quien compartían éste, con regidurías y ciertos puestos municipales, para ser precisos la OCEZ Región Sierra comandada por Wilmar Joachín, de pronto le entró “el síndrome de la indispensabilidad” y quisieron hacer de esa campaña “un buen negocio”, como los que están acostumbrados a hacer. Así que pidieron la coordinación de campaña en ese municipio, en la persona de “Don Ciro”; que por cierto ya voló a la OPEZ porque se peleó con su patrón Joachín, y de esta forma no solo pedir el apoyo físico y logístico, sino también una cantidad estratosférica de dinero; iban pues “a trabajar y a moverse por la sierra”, los grandes señores y amos, dueños del voto y de comunidades. Pero “tengasté”, les dijeron, y la antigua estructura se partió y se alejó la fracción ocecista, amenazando con dar “voto de castigo”, por no haber recibido la paguita exigida. Aun así y con esta otra razón en contra, el perredismo salió avante y al PRI-PVEM, les “partió el cuajo” con una ligera ventaja de 281 votos, y por ello el triunfo, aunque por un pequeño margen, era triunfo y sabía a gloria.



Poder extremo

Entonces llegó el 2010 y los nuevos acomodos dijeron que los 281 votos de ventaja, virtualmente se podrían transformar en casi mil votos, ya que unidos con el PAN, que había obtenido 666 votos en este municipio y que notoriamente había dado “el estirón”, bien podrían llegar a esa cantidad, ya que “el dueño de las canicas” había decidido que en el estado, el experimento que había echado a caminar “Felipillo”, sería acogido con gran entusiasmo en esta entidad y la orden para “amarillos” y “azules” era unirse, más el partido de “la elbabeja reyna” y el “Conveniencia” o bien fuera también “el de la manita” en algunos casos.

De esa manera el futuro pintaba más halagüeño y más promisorio para los que se perfilaban a mantenerse en el poder con o sin Joachín. Sin embargo este desgastado líder, fue dejado al descubierto que no era indispensable para cualquier campaña liderada por “el amarillo”, pero como era de esperarse Joachín tampoco podía, ni quería quedarse fuera de la jugada, así que una vez que su defendido “Ciro” se peló pa’ la OPEZ, éste nuevamente re pactó con los amarillos y les “juró amor eterno” y así una enorme y afilada cuchilla se preparaba a guillotinar al PRI-PVEM, en esta pasada contienda local, solo faltaba un “pequeño” detalle, quien sería “el mero bueno”.



El gran error

Este “estira y afloja” puso en primer lugar al amigo Argueta, como el primer iluminado, quien competía contra “Paco” y contra Límbano, este último comúnmente conocido como “el enfermero”, un líder nato de la colonia Pablo L. Sidar, a quien la mayoría de las miradas se dirigían y daban como el más posicionado.

Pero la ingrata política que le vale cacahuate los posicionamientos y acude más a los amigos y a los compadres, le dio la bendición a “Paco” e hizo a un lado a “el enfermero”, confiados en que pocos serían los días del “berrinche” y que luego, luego iniciaría a lamerse las heridas y se disciplinaría indignamente. Pero el cálculo falló y “el enfermero” se alejó de su partido e inmediatamente fue acogido por el PT, partido al cual abanderó a 15 escasos días de la fecha pactada para “el agarrón”.

A la gran alianza “Unidad por Chiapas” “le valió maiz” y con sobrada soberbia y suficiencia enceguecedora lo dejó partir como si nada hubiera pasado, pero fue ahí en donde “el enfermero” demostró su poder y verdadero y enorme liderazgo, porque contra todos los pronósticos; y el mío también, saltó admirable y sorpresivamente al triunfo y dejó en claro algunas cuestiones, así como en entredicho algunas cosas, a más que dejó en el aire algunas preguntas como: ¿qué aportó en realidad Joachín? ¿o se vengó? ¿quién realmente tenía a la gente? ¿verdaderamente se reactivó el PAN? y finalmente con todo y que ya abanderaba al PT, en algún momento ¿confundió y engañó a los perredistas y les dijo que ahora era por el PT y que no hicieran caso a la alianza porque era falso?



Tristes moralejas

Las respuestas quizá nunca las sabremos, pero la enseñanza de años nos la vuelve a dejar en claro para la política: “no hay enemigo pequeño”, “los grandes liderazgos no se sacrifican por servilismos tontos y absurdos”, éste es “el pequeño Monreal de la Sierra”, que a la manera del desprecio del PRI por Monreal, éste se aleja al PRD y les arrebata la gubernatura de Zacatecas, o como el desprecio de la CROM por Fidel Velázquez y sus “cuatro amigos”, a quienes llamaban “los cinco lobitos” y a quienes llamaron “cinco despreciables lombrices que se habían salido del árbol grande y poderoso que era la CROM”, y que años más tarde destruyeron para formar la CTM.

No hay más que decir, “el enfermero” sorprendió y bien, dejando con un palmo de narices a quienes lo despreciaron y no creyeron en él.



Es cuanto.



adriancitio@yahoo.com.mx




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