Comando rescata a chucho

Comitán; Chis. 18 de junio.- Un poderoso comando rescatachuchos fuertemente armado de garrotes nucleraes, integrado por un montón de viejas argüenderas y unos jijos de su mal dormir, como si fueran chivos se brincaron la malla de la cárcel de los chuchos, para rescatar a un solovino que horas antes habían hecho preso los muchachos de “Chilo”.



Según la versión de un mirón y metiche, que fue amenazado por la plebe de que le partirían su jefatura de policía si seguía de metidito, contó que ya cayendo la nochecita, por hay de las 7 cincuenta, fue cuando llegó esta partida de chivos brincadores, a rescatar a su amado firulais.



Todo encabritado y temblando todo su cuerpecito de bravo, como si fuera pierna de pichito que once meses, el mirón dijo que primero llegó a echar lente un motoneto bien encasquillado y que luego como pedo se retachó por donde vino.



Como a los cinco minutejos llegó con otros dos jinetes de pedorras, y ahí afuera del CERESO chuchero esperaron a que llegara la plebe que tiene alto entrenamiento en rescates difíciles, como la de carritos de elotes.



El mironazo contó que de una trocona lobo bien picuda, de color rojo, con sus letrecitas y números DB23127, y que también de una Coyota verde zacate y de un cochecito, se bajo el montón de cabrestos, que luego, luego le dieron la vuelta a esta cárcel y se brincaron por el cerco de malla.



Entonces este metido le contó a la polecía, que ya que estaban adentro les dijo desde su casita que mejor se salieran de esa penitenciaría, y estos ya calientes le dijeron “mirá compa, mejor no te metás, porque somos de la Lucio Cabañas y somos tan malos como la gripa de cuch, y no vaya a ser que demos unas tus patadas y hasta vomités los tzizimes que te dio a comer tu mujer antier”.



Ya luego bien bravos todos los que entraron, porque los que se brincaron les jueron a abrir la puerta a los demás, buscaron la celda de un chucho fino de marca ganadero australiano, que según era de una de las soldadas que llegaron.



Pero que ya entrados en gastos y bien vivos estos Cabañeros, que se dan su tiempo y buscaron a los sarnosos más ladinos para pelárselos, y así liberaron a dos presos coker, un labrador y un chow chow, y ya de paso una extensión de luz para conectarles su luz a los guaguas.



Cuando Don Mirón vio todo esto, de boleto que les timbra a los chucheros y a la cuicada, que cuando llegaron solo vieron que trepados en las camionetas, como si fueran acarreados de mitin, salieron los Luciérnagos gritando “viva Zapata, vivan los chuchos, qué viva el trago”.



Ya para cuando para nada servía, que llega el mero padre de los chuchos presos; “Chilo” Camacho, y dos que tres agentes de la PSCC (Policía Secreta Contra Chuchos), y entonces que inicia con las investigaciones, y por lo jodido y doblado de la malla que deduce bien vivo, que fue por ahí por donde se treparon como tacuatzes los cabañistas para entrar.



Ahí se quedaron con su carota, como si fueran muchachitos engañados los cuicos municipales y del estado, que según habían ido a echarle la mano a motopedorrista que lo andaban torciendo unos malandros, pero nunca se imaginaron que los que iban gritando en las camionetas eran los meros bandidos del argüende.



Ya para no verse tan mal “El Chilo”, y para que no anden diciendo por ahí que su fortuna la amasó por la venta, tráfico y prostitución de chuchos, que luego luego se pone a escribir una su acta circunstanciada, para que la “DEA” no se lo tuerza y le echen la culpa a él de esa fuga.