martes, mayo 11, 2010

Reserva El Triunfo gran abastecedor de agua

Ángeles Mariscal

Biósfera El Triunfo, Chis., 10 de mayo. A 20 años de su constitución la reserva de la biósfera El Triunfo, un bosque de niebla ubicado en la Sierra Madre de Chiapas que abastece de agua y nivela la temperatura de la región, contiene ecosistemas en excelente estado de conservación y poblaciones humanas en el interior del área que viven de los recursos naturales, la mayoría de ellos de forma armoniosa, señalan especialistas.

En 1990 se estableció la reserva de la biósfera El Triunfo, según los estándares que marca la UNESCO, en el cual se propone una conservación integral de los recursos naturales, proporcionando una estructura capaz de relacionar su manejo directamente con las necesidades de las comunidades locales.

Es una superficie de 119 mil hectáreas, 25 mil de ellas consideradas zonas núcleo por su alto grado de conservación; y el resto como zona de amortiguamiento, en donde habitan unos 14 mil habitantes, distribuidos en 29 ejidos, una zona comunal y unas 300 pequeñas propiedades.

Según explica el director de la reserva que está a cargo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), Juan Carlos Castro Hernández, la mayor biodiversidad se encuentra en la zona núcleo, donde no se permiten asentamientos humanos; sin embargo en el área de amortiguamiento también hay bosques y 28 mil hectáreas dedicadas al cultivo de café, 11 mil de las cuales tienen cultivos orgánicos, lo que ayuda a la conservación de la reserva.

El Triunfo se empezó a poblar hace cien años, cuando migrantes extranjeros, principalmente alemanes, llegaron a establecer fincas cafetaleras, algunas de las cuales como Prusia y Liquidambar cobraron fama a mediados de 1990, cuando peones acasillados provenientes de Guatemala y de las zonas indígenas de Chiapas, denunciaron las condiciones de explotación en que vivían.

Fue en esta época en que los “campesinos libres”, los que habían logrado su emancipación y se dedicaban a la siembra de café en áreas no mayores de 4 o 5 hectáreas, empezaron a formar pequeños grupos de trabajo a fin de mejores condiciones de venta de sus productos y escapar de las manos del “coyote” o intermediario.

Nacieron así algunas cooperativas que las cooperativas Como la Yajnoptic, Ramal Santa Cruz, Triunfo Verde, Campesinos Ecológicos de la Sierra Madre de Chiapas, que conforman la Unión el Triunfo. El director de la biosfera El Triunfo consideró que los cafeticultores que cultivan orgánicos, sus socios y familias, “son los protagonistas principales en el eje de la conservación”.

También está el caso de personas que nacieron en la reserva, como don Ismael Gálvez, cuya familia migró de Siltepec, hasta asentarse en la zona que ahora se considera el núcleo de El Triunfo. “Mi tío era burrero, de los que llevaban a los jornaleros a las fincas, entonces les gustó el lugar y llegaron cuando yo tenía seis meses”.

Cuenta con el decreto de constitución de la reserva su familia tuvo que salir del lugar, pero él decidió quedarse. “No puedo abandonarlo, creo que mi deber es cuidar este lugar, conservarlo, no solo por mi, sino porque es importante para toda la humanidad, he aprendido que la vida de todos depende de la conservación del agua, de las especies de plantas y animales”, explicó don Ismael, quien actualmente es el guardaparque más experimentado del lugar, el guía de las personas que visitan la zona.

“Los habitantes de la zona de amortiguamiento han aprendido a convivir y respetar el medio ambiente. La tasa de deforestación entre 1975 y 2005 fue de 0.05 por ciento, la mayor fue por el paso del huracán Stan, que afectó 3 mil hectáreas de cobertura vegetal”, explicó el director de la reserva.

Según el diagnóstico de la Conanp, El Triunfo, es receptor y aportador de agua en gran escala, sustenta el desarrollo de la agricultura y ganadería en cuatro regiones de Chiapas. Contiene muestras representativas de ecosistemas en excelente estado de conservación y poblaciones humanas en el interior del área, que viven de los recursos naturales.

En este lugar habitan especies en peligro de extensión como el quetzal y el pavón , jaguar, ocelote, tigrillo, mariposas, salamandra; también helechos, bromelias, orquídeas, palmas.

La vegetación de la reserva contribuye a la regulación de las condiciones climatológicas de la región compuesta por una cadena montañosa. La cobertura vegetal en esta parte de la sierra evita la erosión de suelos y los deslaves naturales, procesos a los que es propensa la región, debido a las fuertes pendientes que la caracterizan.

Sin embargo, el director de la reserva considera que el escenario ambiental no es tan promisorio debido al calentamiento global y el cambio climpatico. “Los bosques de niebla son los primeros en ser afectados, al igual que cultivo de café. No se tienen aun un pronóstico fialible, por eso hay que seguir luchando fuerte por la conservación y trabajar con la población local”, explicó Castro Hernández.



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