Nehemías Jiménez.
Comitán, Chiapas; 27 de abril.- En medio de llantos y lágrimas, José Ángel Aguilar Jiménez, fue inhumando por sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, en un panteón ubicado en la ranchería Jatón, luego que fuera acuchillado y apedreado la madrugada del lunes por sujetos desconocidos.
Por la mañana del día ayer, el cortejo partió de la casa de Aguilar Jiménez, ubicado en la comunidad Chichimá Acapetahua, hacia la iglesia del poblado, en donde fue acompañado por su madre, esposa, amigos y familiares que se reunieron para acompañarlo hasta donde sería su última morada.
Eran ya las 12:00 del día, cuando en medio de cantos y lamentos, el cuerpo de José Ángel fue conducido hacia el cementerio de la ranchería Jatón.
Decenas de taxis del sitio Tenam Premier y otros, lo siguieron durante el transcurso del camino, lamentándose por la pérdida de su compañero.
Con pequeños moños de color negro colocados en sus playeras, los taxistas que alguna vez fueron amigos de José Ángel, manifestaban el luto que guardaban.
Hacía las 2:00 de la tarde, José Ángel fue inhumado en el panteón, ante el dolor de sus familiares que lloraban sin consolación.
“Ay mi vida, hijito de mi corazón, aquí te vas a quedar papito chulo”, exclamaba Martha Guadalupe Aguilar, madre del extinto, que con lagrimas en los ojos observaba como bajaban el féretro de color café en donde se transportaba el cuerpo de José Ángel, hacia el lugar donde será su morada.
“Hay que despedir al compañero que se va trabajando”, gritó un taxista al borde las lágrimas, mientras la multitud aplaudía para despedir a José Ángel.
Comitán, Chiapas; 27 de abril.- En medio de llantos y lágrimas, José Ángel Aguilar Jiménez, fue inhumando por sus familiares, amigos y compañeros de trabajo, en un panteón ubicado en la ranchería Jatón, luego que fuera acuchillado y apedreado la madrugada del lunes por sujetos desconocidos.
Por la mañana del día ayer, el cortejo partió de la casa de Aguilar Jiménez, ubicado en la comunidad Chichimá Acapetahua, hacia la iglesia del poblado, en donde fue acompañado por su madre, esposa, amigos y familiares que se reunieron para acompañarlo hasta donde sería su última morada.
Eran ya las 12:00 del día, cuando en medio de cantos y lamentos, el cuerpo de José Ángel fue conducido hacia el cementerio de la ranchería Jatón.
Decenas de taxis del sitio Tenam Premier y otros, lo siguieron durante el transcurso del camino, lamentándose por la pérdida de su compañero.
Con pequeños moños de color negro colocados en sus playeras, los taxistas que alguna vez fueron amigos de José Ángel, manifestaban el luto que guardaban.
Hacía las 2:00 de la tarde, José Ángel fue inhumado en el panteón, ante el dolor de sus familiares que lloraban sin consolación.
“Ay mi vida, hijito de mi corazón, aquí te vas a quedar papito chulo”, exclamaba Martha Guadalupe Aguilar, madre del extinto, que con lagrimas en los ojos observaba como bajaban el féretro de color café en donde se transportaba el cuerpo de José Ángel, hacia el lugar donde será su morada.
“Hay que despedir al compañero que se va trabajando”, gritó un taxista al borde las lágrimas, mientras la multitud aplaudía para despedir a José Ángel.
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