miércoles, marzo 10, 2010

Día Internacional de la Mujer

Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
8 de Marzo 2010
Día Internacional de la Mujer

Hermanos Soldados:
En este día Internacional de la Mujer , las Mujeres de la Sociedad Civil las Abejas les queremos decir una nuestra palabra. Estamos aquí frente a ustedes, pero aunque somos del mismo color de la tierra, no nos gusta que ustedes estén viviendo aquí, porque no nos dejan caminar solas a gusto, y menos si somos mujeres jóvenes, ustedes molestan. Les queremos decir que se vayan con sus armas que no estén aquí así. Vayan a sus lugares, esta no es su tierra.

Ustedes soldados solo asustan porque hacen lo que quieren, hasta matan parece que les pagan por hacer eso. Vemos que sus autoridades no les dicen nada, porque si así fuera ya no estarían aquí. Conocemos muy bien el sufrimiento de muchas mujeres, las humillaciones, las amenazas, las violaciones a sus derechos humanos, el miedo que nos quieren meter a unas para que dejemos la lucha de vivir con dignidad, y a otras para que no se metan. Conocemos otras historias de sufrimientos por ustedes, como:

La Ana, Beatriz y Celia, las tzeltales que fueron torturadas en el Mpio. De Altamirano, para que dijeran que eran zapatistas. A la Inés y, a la Valentina , violadas por 8 soldados en Guerrero, la Sra. Ernestina Ascencio, que tenía 73 años, y fue torturada y violada por soldados en la sierra nahua de Veracruz, pero antes de morir alcanzó a denunciar a los militares que le hicieron daño. Aunque en este caso, el jefe de las fuerzas armadas Felipe Calderón dijo que se murió de una gastritis. No olvidamos a las 26 Mujeres de Atenco que fueron abusadas en 2006; y otras muchas mujeres que fueron maltratadas en los operativos de Oaxaca. Sabemos que no solo las mujeres, sino también los hombres y jóvenes, niños, todos civiles, asesinados en Juárez, Tamaulipas, Chihuahua, Sinaloa… y hay muchos mas…
Así esta en todo México, todos los mexicanos sufrimos los abusos de su parte, los cateos ilegales, la agresión física, torturas, violaciones, y detenciones arbitrarias, y somos las mujeres quiénes pagamos los costos más altos en esta guerra inútil.
Hasta hoy sabemos que ningún militar ha sido castigado por estos delitos. Al contrario son presentados en la Televisa como hombres grandes, importantes de México, cuando han cometido cientos de violaciones a los derechos humanos, pero gracias al “Jefe de las fuerzas armadas” el Felipe Calderón que los protege, y hasta les aumentó el sueldo por violar nuestros derechos humanos, y no entendemos por qué, les quitó uno su trabajo a 44mil trabajadores organizados en el sindicato de la luz y fuerza en México.
Así vivimos también nosotras vimos como el año pasado sacaron a los paramilitares de la cárcel y les dio un su premio, casa y donde sembrar, por el trabajo que les hicieron en Acteal en 1997, como vamos a olvidar si de los 45 asesinados 34 eran mujeres incluidas las niñas, esto apoyado por el gobernador Sabines, que dijo que cumplía la decisión de impunidad de la Suprema Corte.
Hermanos Soldados, Ustedes también tienen Mamá, hermanas, esposa, hijas a ellas también les puede tocar un sufrimiento si ustedes cumplen ordenes sin pensar lo que les mandan sus jefes, piensen en su corazón, ¿Qué es mejor, cumplir la ley de Dios, que dice no mataras o la ley del pecado que lleva a matar no solo cuerpos, conciencia y la esperanza. No dejen que por el dios dinero les maten a ustedes lo bueno que Dios a puesto en sus corazones.
Les dejamos escritas estas palabras de un Obispo del Salvador que se llama Oscar A. Romero y en ellas dejamos nuestras ganas de acabar con la violencia desatada en México.

“Yo quisiera hacer un llamamiento de manera especial a los hombres del ejercito y en concreto a las bases de la Guardia Nacional , de la policía, de los cuarteles: hermanos, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos y ante una orden de matar que da un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice "No matar". Ningún soldado esta; obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla. 
Ya es tiempo de que recuperen su conciencia y que obedezcan antes a su conciencia que a la orden del pecado. La iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominación.

Queremos que el gobierno tome en serio que de nada sirven las reformas si van teñidas con tanta sangre. En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día mas tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios; Cese la represión......”
M. Oscar Arnulfo Romero
Asesinado el 24 de marzo de 1980
Atentamente
Las Mujeres de la Sociedad Civil las Abejas

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