lunes, marzo 22, 2010

De búfalos y camellos

José Luis Castillejos

Nadie discute su habilidad política para mantenerse en el “ojo del ciclón” y salir siempre airosa. En sus manos el PRI, sin embargo, ha comenzado a dar bandazos en Chiapas y el poco activo, del que disponía ese instituto político, pareciera dilapidarse en el marco de intereses unipersonales.


No es ninguna improvisada. Se ha hecho en las canteras de los duros momentos del priísmo y ha salido airosa pese a los resquemores que genera pertenecer en un partido que estuvo siete décadas en el poder y que perdió el control absoluto de la conducción del país.

A sus casi 60 años de edad, Arely Madrid Tovilla, tiene la fortaleza de un búfalo pero no pareciera ser suficiente frente a la arremetida de los camellos del desierto, de aquellos que han aguantado “sin agua” mucho tiempo y ahora desean deponerla del poder.

Arely tiene mucha factura política por pagar y rendir cuentas a quienes, desde las trincheras, aún apuestan por el priísmo converso y del que muchos ya quisieran asistir a sus funerales y darle cristiana sepultura.

Tiene un Doctorado en Derecho; ha sido delegada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en varios estados de la República. Cuatro veces ha ocupado la diputación Federal y se ha erigido Senadora de la República y sin embargo pareciera que Chiapas le queda muy lejos.

Pero esas cartas-credenciales no parecieran alcanzarle a la política nacida el 18 de febrero de 1952 en la costera ciudad mexicana de Pijijiapan. Tampoco pareciera servirle de mucho sus cargos como Magistrada del Tribunal Superior Agrario de 1992 a 1997 y Secretaria General de Gobierno de Chiapas en 1998 durante el gobierno de Roberto Albores Guillén.

Sus propios compañeros de partido sueñan, aspiran con frenesí y rozan en el intento por echarla, en definitiva, del edificio del PRI, tomada a la usanza del bellaco, del camello desenfrenado que rompió toda la cristalería y arremangó escritorios, papeles y demás instrumentos del partido que alguna vez gobernara México.

Arely Madrid descartó que vaya a trabajar desde una sede alterna, en momentos en que está tomada la dirigencia del PRI en Chiapas. "Voy a andar por todo el estado y despacharé en cualquier oficina", expresó pero no aclaró si está vendiendo plazas en el Partido Revolucionario Institucional, como aseguran sus rivales políticos.

Hay, en su opinión, mucho daño material a las instalaciones del PRI. Pero ¿Y el daño moral? Se hará un recuento de lo primero y se realizarán las denuncias correspondientes, por parte de los que resultaron agredidos, pero y ¿quien se responsabiliza de lo segundo, de la decencia y la honorabilidad política?

"La capacidad de negociación debe estar en todos los políticos", dijo Arely Madrid quien comentó que se presentará una denuncia penal aunque negó haber sido golpeada. "Con mucho cariño y atentos muchos militantes me defendieron. No me escondo bajo la mesa. Voy a defender a mi partido y si tienen que discutir que lo hagan por la vía democrática”, comentó la dirigente de corto cabello y emotiva figura.

Ella tuvo que salir tras los empellones de sus compañeros y se refugió, temporalmente, en la sede de la Confederación Nacional Campesino de Chiapas, en las pequeñas oficinas de Óscar Salinas, quien acusó a grupos inconformes de realizar hechos violentos.

Arely Madrid, líder del PRI, acusó al diputado priísta Hernán Orantes, de violentar las instalaciones del Revolucionario Institucional. El legislador reclama transparencia en el proceso político que vive su partido y se niega a que Madrid imponga a “perdedores”.

Hay más de 90 aspirantes a las candidaturas para alcaldías y diputaciones locales del PRI, pero los políticos de “hueso colorado” de ese partido han denunciado que se intenta beneficiar la alianza de Acción Nacional y del PRD.

Las aguas están muy revueltas tanto en el Sabinal como en el río de las ilusiones priístas de cara a las elecciones del 4 de julio próximo, fecha en que se renovarán 118 alcaldías y 40 curules del Congreso del Estado.

Sin la habilidad de tejer chambritas o suéteres para sus familiares menores, Arely Madrid Tovilla, tendrá que valerse más que del artilugio de la mentira, del aparato de la verdad y sacar a relucir el escombro y revelar qué intereses, dineros y pasiones se mueven en torno a los colores del lábaro patrio.

Tendrá que aprender, si es que no lo sabe: Que la política es el arte de comer lodo sin hacer gestos.



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