lunes, marzo 08, 2010

Amalia no dejará su comunidad

Frontera Comalapa, Chis.- Casada con un hombre del estado de Guerrero, Amalia Vázquez Roblero debe soportar que las autoridades de Bella Vista del Norte, le machaquen: “Tu esposo debe irse”, porque es un fuereño y persona non grata, pero ella evade la orden, porque “al irse él, yo también me voy”.

De sonrisa afable, la joven madre de una niña de ocho años, habla de sus vicisitudes desde los 16 años, cuando salió de su comunidad, para buscar empleo en la ciudad de México; el viaje a Tijuana, donde conoció a su esposo y su retorno a Bella Vista, que se convirtió en una carga de la que no se puede librar.

Hace una década Amalia se rebeló contra la pobreza que vivía. Se dio cuenta que su madre poco podía hacer por levantar su casa que amenazaba con caer y fue entonces que dejó su pueblo natal para buscar trabajo en el Distrito Federal.




Caía su casa




“Salí de mi pueblo porque mi casa se estaba cayendo de tan vieja”, narra la mujer de 26 años de edad, casada con Reinaldo Rafael Valentín, de 37, originario del municipio Eduardo Nery, del estado de Guerrero, hecho que le valió la animadversión de las autoridades, desde hace tres años que retornó a su pueblo.

Durante el tiempo que trabajo en la ciudad de México y Tijuana, Amalia no sólo consiguió ayudar a su madre para reconstruir el hogar donde vivió en su infancia, pero también empezó a levantar su propia casa.

Para cuando inició la construcción de su vivienda, Amalia ya vivía con Reinaldo en Tijuana. Ambos se conocieron en la ensambladora de televisores Samsung, donde laboraron varios años.

Amalia le propuso a Reinaldo dejar la violenta ciudad del norte del país y mudarse a Bella Vista del Norte, una localidad del municipio de Frontera Comalapa, ubicada al poniente de la ribera del río Grijalva.

Cuando Reinaldo llegó en el 2007 con su hija y Amalia a Chiapas, de inmediato acepto quedarse a vivir en Bella Vista del Norte.

Pero los problemas iniciaron cuando las autoridades se enteraron que Reinaldo era un fuereño y lo declararon persona non grata. En septiembre de 2009, cuando Amalia pagó los 456 pesos para introducir la toma de agua, la acusaron de haberla tomado si permiso y se la cortaron.

A Maurilio García Hernández, el cuñado de Amalia, que le vendió el terreno para levantar su casa, fue apresado y encarcelado por dos horas en la prisión local.

Y aunque las autoridades de la comunidad están en resistencia y llevan varios años sin pagar a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), también decidieron cortarle este servicio.

Amalia no entiende porque ella, igual que Raymunda Roblero Rodríguez, Teresa de Jesús Gutiérrez Rodríguez y dos mujeres más de la comunidad que se casaron con hombres que no son de Bella Vista, se les prohíbe vivir en el lugar.




Extranjeros




Su madre le ha dicho que sus abuelos nacieron en la comunidad y que participaron con trabajo comunitario, para la construcción de las calles, introducción de caminos, luz, agua y otras obras.

“Yo tengo el derecho de casarme con quien quiera, pero las autoridades quieren imponernos que lo hagamos con hombres de la comunidad”, dice Amalia que el día que el 22 de septiembre del 2009, cuando le cortaron el suministro de agua, se percató que lo hizo un policía nativo de Guatemala, pero nacionalizado mexicano.

De la presencia de gente de origen extranjera en la comunidad, las autoridades parecen no “darse cuenta”, dice y se ensañan con mujeres que “hemos salido de nuestra comunidad a buscar oportunidades de trabajo”.

Que Reinaldo haya sido declarado persona non grata, por las autoridades, es para Amalia, una humillación, “porque también a mi me lo hacen ese desprecio, pero en vez de decaer, me da fuerza y valor para que me respeten mis derechos”.

Desde hace tres años, Amalia camina del brazo del Centro de Derechos Humanos de la Mujer, una ONG que busca la intervención de instancias jurídicas para que no la expulsen de Bella Vista.

En este tiempo, el Tribunal Unitario Agrario (TUA), declaró nulo en el reglamento del ejido en las cláusulas que imponen la expulsión para casarse o vivir en unión libre con hombres fuereños, porque consideran que es violatorio a los usos y costumbres.

Aun así, las autoridades no han acatado la decisión del TUA, porque “se creen intocables de la justicia, porque son miembros de la Organización Proletaria Emiliano Zapata”, explica Amalia que no dejará Bella Vista, porque ahí vive su madre de 65 años y sus cinco hermanos, dos varones y dos mujeres.

Considera que pese a la violatoria decisión, ella va continuar en su casa, aun sin luz y sin agua, como desde hace varios meses, porque en el momento que Reinaldo se vaya, “yo también me voy”.



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