Ángeles Mariscal.Tuxtla Gutiérrez, Chis., 09 de octubre. Unos 500 integrantes de la Organización Campesina Emiliano Zapata (Ocez) iniciaron un plantón indefinido en la plaza central de esta capital, para elegir la liberación de su dirigente, José Manuel Hernández Martínez.
También enviaron cartas a los 65 embajadores que se encuentran de visita en esta entidad, en donde les exponen las circunstancias por las que atraviesan los campesinos de su región, su lucha por la tierra, el encarcelamiento y muerte de varios de sus integrantes, entre ellos el actual detenido.
Los campesinos, indígenas tsotsiles del municipio de Venustiano Carranza, instalaron un campamento provisional en el parque central, frente a Palacio de Gobierno, donde despacha el titular del poder ejecutivo del estado, Juan Sabines.
En este lugar leyeron la carta que vía correo electrónico, enviaron a las embajadas de 65 países, cuyos representantes fueron invitados por el gobierno estatal a fin de promocionar los destinos turísticos de Chiapas.
“En este momento se encuentra recluido de manera injusta en el Centro Estatal de Reinserción Social para Sentenciados Número 14, cocido comúnmente como El Amate, nuestro compañero Chema (José Manuel), acusado falsamente de los delitos de despojo, asociación delictuosa y daños.
“Este acto constituye un intento del gobierno de Chiapas de deslegitimar la lucha honesta y congruente que Chema ha mantenido por la recuperación de las tierras comunales que corresponden ancestralmente, desde la época colonial, a la comunidad tsotsil del Venustiano Carranza, a quienes ha acompañado de manera digna y ejemplar por más de 30 años, en su lucha por recuperarla.
Los labriegos explican que gobiernos anteriores, como el del general Abasalón Castellanos, .también apresó a su compañero en circunstancias semejantes, por lo que ante la evidente injusticia que cometían, Amnistía Internacional lo reconoció como preso de conciencia en el año de 1984, con lo que alcanzó su libertad.
Los campesinos expusieron que actualmente se revive la injusticia contra su organización y su dirigente, a quien las autoridades estatales quieren vincular con grupos guerrilleros.
Para exigir su libertad los campesinos iniciaron un plantón indefinido, a la vez que solicitaron la solidaridad internacional de los embajadores, además de diversas organizaciones sociales.
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