Comitán, Chis; 9 de septiembre.- La noche que un grupo armado lanzó una granada de fragmentación contra la Fiscalía de Distrito, el ánimo de los agentes policíacos se alteró y lanzaron conjeturas entre ellos: “Esto es una reacción por los operativos que estamos realizando”.La noche apacible del martes, los funcionarios que laboraban en la Fiscalía hacia las 23:45 horas, recibieron el susto de su vida, con el estruendo que se oyó hasta la colonia 1º de Mayo y Valle Balún Canán, a más de dos kilómetros de distancia.
Los oficiales que estaban de turno tomaron por instinto sus R-15 y salieron a ver lo que pasaba. No vieron nada extraño, hasta que se aproximaron al área de estacionamiento, donde se percataron que al menos seis vehículos estaban cubiertos de lodo, con los neumáticos bajos y los cristales rotos.
Un oficial de la Policía Ministerial hablaba en su teléfono móvil y describía los hechos con aspavientos. Aportaba detalles del vehículo en que viajaban los agresores: “¡Fue un Chevy verde!”.
Y cuando faltaban cinco minutos para la media noche, el grupo de fuerzas combinadas de la policía y el Ejército arribó en sus vehículos cuatro por cuatro, frente a la Procuraduría y cerró el acceso con dirección sur a norte en el Bulevar Belisario Domínguez.
Operativos
Desde la tarde del martes, los soldados y policías mantenían constantes patrullajes y habían cateado residencias en la zona cercana al barrio El Cedro. Los reporteros trataron de perseguirlos, pero en varias ocasiones se escabulleron por la zona oriente de Comitán.
En una de las patrullas, los policías llevaban un presunto delincuente que lo “paseaban” por todos los rumbos de Comitán, pero a la media noche, el joven se llevaba las manos al abdomen, como si se quejara de algunos dolores en el vientre.
Los operativos a decir de los oficiales de la policía habría irritado a los presuntos delincuentes y por eso reaccionaron violentamente.
Pero la acción del grupo armado, sobresaltó a los oficiales que parecían alterados e incluso encaraban a los reporteros que sacaban sus placas.
“No queremos que nos tomen fotografías con los rostros descubiertos. Sabemos que ustedes (los periodistas) hacen su trabajo, pero no queremos que entorpezcan las investigaciones”, soltaba irritado un agente de la Policía Estatal Preventiva (PEP).
Los soldados y policías tomaron de inmediato un tramo de más de 200 metros que va de la 13ª a la 15ª Sur Poniente, en busca de sospechoso.
-“¿A dónde va?”, “¿Dónde vive?”, “¿A dónde se dirige?”, “¡Párense”, eran las frases que soltaban los oficiales en el tramo que peinaban.
Dos hombres que llegaron a curiosear, estaban en aprietos, porque uno de ellos le arrebataron su teléfono móvil. “Miré jefe. Aquí esta este hombre. Tiene un teléfono a la mano y ahí está el número donde habla”.
Espantado el hombre pedía que le regresaran el aparato de su propiedad. “Vine a ver qué había pasado. Yo vivo aquí en la 4ª Oriente”, dijo.
Otro joven que pasó por el lugar, también fue aprehendido por los uniformados.
No había tregua para los agentes. Paraban a diestra y siniestra a cualquier conductor de vehículo particular o del servicio público, que se atreviera pasar por la Fiscalía.
Hacia las 03:00 horas, frente a la Fiscalía se vivía una leve calma, pero los peritos aun trabajaban para recaudar evidencias.
Faltarían unas horas más para que los agentes volvieran a sobresaltarse por el hallazgo de una granada a tan solo 200 metros de la Fiscalía.
Para las 07:45 horas, con varias horas de desvelo, los oficiales les faltaría batallar con el artefacto que unos jóvenes vieron tirado en la acera del cruce de la 15ª Sur y 4ª Oriente.




1 comentario:
los que a nosotros como padres de familia nos preocupa es que hay escuelas cerca de donde fue el atentado deverian de quitar la fiscalia de donde esta porque ponen en riesgo la integridad de los alumnos esta muy cerca de la prepa comitan y de la eti ojo con eso la autoridades no arriesguen la vida de los jovenes
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