B’JALTIK
(Muchos Caminos)
F. Darinel
Caminito que el tiempo ha borrado
que juntos un día nos viste pasar
he venido por última vez
he venido a contarte mi mal.
Carlos Gardel
LOS CAMINOS DE HOY
Ertulio; el heraldo
Tiene casi cerca de un milenio que ningún ejército ha marchado sobre Roma, sin embargo esta vez el gran soldado y patricio Julio César lo ha hecho, aun a pesar del descontento generalizado del senado, no de la plebe que se ha visto beneficiada por él con las hogazas de pan, que desde la lejana Galia les ha hecho llegar sin retraso alguno cada mes, manteniendo con migajas y limosnas al pueblo contento.
En tanto su amigo de toda su vida, el soldado y plebeyo Pompeyo ha tenido que huir, a pesar de su condición de cónsul romano, a sabiendas que él que ahora marcha sobre Roma es su “amigo”, pero conocedor de su desmedida ambición ha decidido poner tierra de por medio porque su vida peligra.
Una vez que ha marchado sobre Roma, César envía a su fiel lacayo y heraldo personal; Ertulio, a difundir a voz en cuello, desde las esquinas de la vieja Roma “lo bueno y bondadoso” que resulta ser reconocido legalmente como dictador de Roma, orden que el fiel heraldo cumple a cabalidad.
Este pequeño hombre, por su estatura intelectual baja, solo repite lo que los sextercios, es decir el dinero le ordena, porque en tanto su pobre condición intelectual no tiene más que dar, su lengua tiene mucho que decir, pero con el origen de otras mentes.
Así Ertulio dice lo bien que va la república aunque caiga a pedazos, lo bien que está César con sus familiares y amigos, aunque la epilepsia lo esté minando poco a poco y Bruto prepare la traición que ya flota y se respira en el aire.
En fin César es asesinado y destronado, en tanto Ertulio queda al servicio de los nuevos dueños de la república difundiendo lo que éstos ahora le ordenan, aun a pesar de que todo sea en contra de su “antiguo dueño”.
Nuestra era
Pues así como ese antiguo heraldo y gracias a muchos de “ellos”, “el cachurris”, porque es “cachorro” y “pirrrurris”, ahora desde las esquinas mediáticas de la ofrenda escrita y de la adulación, solo ha crecido en el papel y en el panfleto, gracias a los nuevos ertulios, que no han dejado de aplaudirle sus ojos, su edad, su origen, su ineficacia, su desconocimiento de una realidad que no puede apreciar, su desmedida egolatría y la seguridad de algo que desde hace quince días ha dejado de ser seguro; el PRI en las encuestas nacionales ya no es el favorito como en un principio ocurrió. Y aunque él aquí tiene, innegablemente mucho camino recorrido, eso no es símbolo de una seguridad convincente, máxime cuando al “pirrurris” no lo aceptan, demostrado al saberse que no ha abandonado la región sierra, en pos de lograr algo que ya es imposible lograr, sin saber también los futuros rechazos que le han de llegar, con esa crudeza del rechazo que el pueblo tiene ahora de los que siempre lo han gobernado y segun “lo han representado”, esos que son la clase gobernante y que con un cacicazgo inclemente han tomado por asalto una representación que no les pertenece.
Así el letargo está por pasar, aun a pesar de heraldos y adulaciones.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
(Muchos Caminos)
F. Darinel
Caminito que el tiempo ha borrado
que juntos un día nos viste pasar
he venido por última vez
he venido a contarte mi mal.
Carlos Gardel
LOS CAMINOS DE HOY
Ertulio; el heraldo
Tiene casi cerca de un milenio que ningún ejército ha marchado sobre Roma, sin embargo esta vez el gran soldado y patricio Julio César lo ha hecho, aun a pesar del descontento generalizado del senado, no de la plebe que se ha visto beneficiada por él con las hogazas de pan, que desde la lejana Galia les ha hecho llegar sin retraso alguno cada mes, manteniendo con migajas y limosnas al pueblo contento.
En tanto su amigo de toda su vida, el soldado y plebeyo Pompeyo ha tenido que huir, a pesar de su condición de cónsul romano, a sabiendas que él que ahora marcha sobre Roma es su “amigo”, pero conocedor de su desmedida ambición ha decidido poner tierra de por medio porque su vida peligra.
Una vez que ha marchado sobre Roma, César envía a su fiel lacayo y heraldo personal; Ertulio, a difundir a voz en cuello, desde las esquinas de la vieja Roma “lo bueno y bondadoso” que resulta ser reconocido legalmente como dictador de Roma, orden que el fiel heraldo cumple a cabalidad.
Este pequeño hombre, por su estatura intelectual baja, solo repite lo que los sextercios, es decir el dinero le ordena, porque en tanto su pobre condición intelectual no tiene más que dar, su lengua tiene mucho que decir, pero con el origen de otras mentes.
Así Ertulio dice lo bien que va la república aunque caiga a pedazos, lo bien que está César con sus familiares y amigos, aunque la epilepsia lo esté minando poco a poco y Bruto prepare la traición que ya flota y se respira en el aire.
En fin César es asesinado y destronado, en tanto Ertulio queda al servicio de los nuevos dueños de la república difundiendo lo que éstos ahora le ordenan, aun a pesar de que todo sea en contra de su “antiguo dueño”.
Nuestra era
Pues así como ese antiguo heraldo y gracias a muchos de “ellos”, “el cachurris”, porque es “cachorro” y “pirrrurris”, ahora desde las esquinas mediáticas de la ofrenda escrita y de la adulación, solo ha crecido en el papel y en el panfleto, gracias a los nuevos ertulios, que no han dejado de aplaudirle sus ojos, su edad, su origen, su ineficacia, su desconocimiento de una realidad que no puede apreciar, su desmedida egolatría y la seguridad de algo que desde hace quince días ha dejado de ser seguro; el PRI en las encuestas nacionales ya no es el favorito como en un principio ocurrió. Y aunque él aquí tiene, innegablemente mucho camino recorrido, eso no es símbolo de una seguridad convincente, máxime cuando al “pirrurris” no lo aceptan, demostrado al saberse que no ha abandonado la región sierra, en pos de lograr algo que ya es imposible lograr, sin saber también los futuros rechazos que le han de llegar, con esa crudeza del rechazo que el pueblo tiene ahora de los que siempre lo han gobernado y segun “lo han representado”, esos que son la clase gobernante y que con un cacicazgo inclemente han tomado por asalto una representación que no les pertenece.
Así el letargo está por pasar, aun a pesar de heraldos y adulaciones.
Es cuanto.
adriancitio@yahoo.com.mx
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