Amalia Avendaño.
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, 21 de febrero.- Musulmanes indígenas denunciaron que los líderes del grupo de españoles que les enseñó esa religión, los explotaban laboralmente, maltrataban y humillaban, además de que manipularon la interpretación del Islam para someter a quién se rebelaba a su autoridad.
En conferencia de prensa, los indígenas de origen chamula aclararon que continuaran profesando la religión de Mahoma porque consideran que “ese es el camino correcto” pero no de la manera como se los imponía Aureliano Pérez Yruelas o emir Nafia y Esteban López o Hajj Idris.
Dijeron que no existe demanda judicial en contra de los extranjeros, solamente hacen púbica la denuncia para evitar que más gente sea “engañada” y para que “no sigan lucrando con la imagen de los chamulas musulmantes, pidiendo dinero a nuestro nombre, porque así nos trataba decía que eramos uan mierda, que no serviamos para nada, entonces que ya nos deje tranquilos”.
El indígena Mustafa o Carlos Arturo Gómez Gómez, explicó que los españoles arriba mencionados daban una interpretación al Islam con muchos dogmas equivocados haciendoles creer que era malo comer tortillas “porque el maiz era solo para los cerdos y el pan era más nutritivo”, les prohibian hablar tsotsil, decían “que el gobierno no servía para nada”, tampoco las hierbas curativas y consultar a lo médicos o vacunarse “porque se acaban las defensas y cuando alguíen se enfermaba si sufría bastante por no tomar medicina”, relató.
Al abandonar a estos españoles, han conocido más sobre el Islam y los errores que les enseñó Pérez Yruelas “él decía que si el vecino no era musulman, debíamos apartarnos y realmente lo correcto es no ser soberbios y hablar con todos que conozcan nuestra fe”.
Dijo que al principio les hablaba “bonito”, “nos dijo que ibamos a mejorar, prometio ayudarnos, así hizo la panaderia La Alpujarra, la carpinteria, la Ferreteria y la escuela, al principio nos pagaba y nos respetaba, pero después empezó a esclavizarnos”, aseguró.
El carpintero de 34 años relató que el fundó la carpintería, en donde se producía grandes cantidades de muebles que se vendían a muy buen precio, pero no les pagaba nada, los hacian trabajar de las siete de la mañana a las 12 de la noche y recibían toda clase de maltrato.
Agregó que de la prepotencia de estos líderes no se salvaron ni sus propios hijos, quienes “con lo que pudieron juntar, se regresaron a España, cansados de tanto maltrato”.
Otro de los engaños que denunciaron fue la escuela primaria que nunca contó con registro de la Secretaría de Educación aún cuando “Aureliano nos aseguró que si iban a darnoslo para que los niños siguieran estudiando, pero era mentira, a él nada más le interesaba que fueramos como obreros, sin saber nada”.
“Ahora tengo problemas porque mi hijo, que ya tiene 12 años, nadie le reconoce sus estudios, porque no hay ninguna validez”, lamentó.
Mustafa, recordó que su hermano Ibrahim, también de origen Chamula, se casó con Yana, la hija española de Aureliano y era maestra en la escuela musulmana, pero era maltratada “salvajemente” porque no estaba de acuerdo con la situación que ahí regía.
Finalmente, dijo, cuando ella y mi hermano decidieron viajar a España, el emir trató de bloquearlos pero como siguieron con sus planes “los expulsó de la comunidad”.
Luego de que Ibrahim viajo a España se enteró de que Perez Yruelas tenía una reputación de “que era tramposo y hacia fraudes, allá, por eso se vino a México” y ya nos dimos cuenta y poco a poco la gente se fue saliendo.
Actualmente, aseguró Mustafá, la panaderia, la carpinteria y los demás talleres que mantenían, quebraron porque la mano de obra indígena se fue saliendo y Aureliano Pérez Yruelas, se fue a México “se le acabo aquí el negocio”.
No sabemos si allá va a engañar a otra gente, lo que queremos es que ya no nos este poniendo en internet como parte de su grupo porque queremos que las otras comunidades musulmanas nos visiten, que era lo que él bloqueaba”.
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