sábado, octubre 04, 2008

Retienen a mandos policíacos y a cientos de policías

Se complica desalojo en Lagos de Motebello y Chinkultic

Toño Aguilar.

Hidalgo, Chis; 3 de octubre.- Más de 250 policías federales y estatales retenidos, destrozos en patrullas y jefes policíacos apunto de ser linchados, fue el resultado de un fallido desalojo en contra de campesinos que a principios de este años de apostaron a tomar el Parque Nacional Lagunas de Montebello y la zona arqueológica de Chincultic.

Sobre las primeras horas de ayer, los mandos policíacos de la Policía Federal, AFI, PGR, Ministerial y Estatal Preventiva, se reunieron en el municipio de Tzimol, en donde acordarían las acciones a tomar.

Mientras que a unos 30 kilómetros de ahí, el en municipio de Tzimol, 248 elementos de la PEP con equipo antimotines, 25 patrullas y cinco perros policía y decena de caballos, se alistaban para recibir la orden de iniciar el recorrido.

Lagunas de Motebello.

De manera sorpresiva, loa gentes federales y estatales, les ”cayeron” de sorpresa a los pocos campesinos que mantenían guardia en la caseta de cobro del parque.

Ahí fueron detenidos, decenas de campesinos, hombres mujeres y niños, que fueron trasladados a bordo de una camioneta Estaquitas con redila, en al municipio de Comitán.

Pocos campesinos fueron los que lograron escabullirse entre le bosque para no ser atrapados por los policías que con armas largas y algunos con el rostro cubierto con pasamontañas, intimidaron en todo momento a propios y extraños.

En el centro de investigaciones del parque nacional, fue donde lograron detener a la mayoría de los campesinos, en donde localizaron a los cinco menores, que junto con las mujeres, fueron puestos en libertad.

Ya para cuado los elementos policíacos se retiraban del lugar, un campesino anciano, trató de defenderse con un machete, pero en pocos segundos varios agentes estaban “sobre él”.

Esta el momento todo parecía estar bajo control, tal y como lo había planeado los jefes policíacos.
En Chinkultic.

Al llegar a la colonia Hidalgo, en donde esta la entrada para la zona arqueológica Chinkultic, los campesinos que estaban en el lugar fueron aprehendidos, quienes ya se encontraban armados con palos y machete.

Fue entonces que comenzó el zafarrancho, piedras, machetes palos y bombas de gas lacrimógeno, se veían por los aires.

Gritos de desesperación de los campesinos juntos con las voces de mando de los jefes policíacos, eran el sonido ambiental del lugar.

Otra vez más, decenas de campesinos fueron detenidos, sólo que esta vez se trataba únicamente de hombres.

Los primeros lesionados

En este primer enfrentamiento, fueron varios los que resultaron con heridas, y a pesar de que la ambulancia de con dos socorristas de Protección Civil permanecían en el lugar, nada pudieron hacer.

Los campesinos no permitían la entrada para atender a los heridos.

El error policíaco

Cuando los cuerpos policíacos (PEP y Ministeriales) creían haber ganado la batalla, decidieron entrar a la colonia en busca de sus agresores, sin saber que los campesinos se organizaban al interior de la colonia.

Las tropas caminaron hasta el centro de la colonia, en donde un grupo ya mayor, mantenía detenidos en la casa ejidal a decenas de policías estatales, que llegaron hasta ahí en caballos y a bordo de dos camiones tipo Dina.

El trato era, la liberación de todos los campesinos a cambio del grupo de policías, que distancia de unos cien metros, se percibía cuando les rociaban un líquido que al parecer era gasolina.
Campesinos toman ventaja.

A ver que a situación se les había complicado, decenas policías se retiraban poco a poco, hasta quedar a una distancia de cien metros de donde mantenía retenidos a los agentes policíacos.
Fue entonces que los campesinos pidieron la presencia del jefe policíaco que mantenía el mando del comboy.

Cuando el jefe policíaco entablo dialogo con los campesinos, estos le pidieron que mejor fuera en la casa ejidal, en donde minutos más tarde, él también fue detenido.

Los campesinos exigieron al jefe policíaco que a cambio de su liberación, entregaran todos los caballos que se mantenían en rondines por toda la colonia, que a decir de los campesinos, “espantan a los niños”.

Fue entonces que el jefe policíaco envió en un una hoja de papel, la orden de entregar a los caballos, pero los policías que se mantenían a esperas de una de acción, hicieron caso omiso a la orden.

“Les comunicamos a todos los ejidatarios que tengan pistolas, metralletas, vehículos y motocicletas, que se concentraran en el parque central porque ahí estaban los culpables de todo lo sucedido”, era la voz que se dejaba escuchar en las bocinas de perifoneo.

Niños atrapados

Y es que según el enojo de lo campesinos fue porque varias bombas de gas lacrimógeno, alcanzaron a la escuela primaria con casi 300 alumnos, así como un kinder.

El grupo de maestro de la escuela Miguel Hidalgo y Costilla, permanecían a la expectativa sobre la puerta de la escuela, quienes declararon que los alumnos se encontraban atemorizados en los salones de clases, “algunos con crisis nerviosa”.

Al cabo de unos minutos, los padres de familia comenzaron a llegar por sus hijos, quienes pidieron a los policías no actuar para no espantar aún más a sus hijos.

Amenazas

Los campesinos ya enfurecidos al no encontrar una solución, lanzaron amenazas de desnudar al mando policíaco, que con garrafas llenas de gasolina trataban de intimidar a los policías.

“Porque no traen una orden de desalojo, somos ignorantes pero sabemos defendernos, no permitiremos que se apoderen de esa manera de nuestra gente, no que remos dialogar con nadie hasta que venga el gobernador o el presidente de la república”, decían los campesinos enfurecidos.

Mujeres se arman

Mientras un momento de tención se suscitaba en el centro de la colonia, en la entrada, decenas de mujeres se armaron con piedras, palos y machetes y comenzaron a corretear a los policías federales que resguardaban la entrada de la colonia.

Fue tal la furia de las mujeres, que los policías se refugiaron en una de las calles de la colonia, acto que aprovecharon las féminas para cerrar todas las entradas a la colonia.

Huída de los federales

Sumamente enfurecidas, las mujeres comenzaron a garrotear y apedrear todas las patrullas y vehículos que se encontraban sobre la carretera, mientras que algunos hombres, desarmaron a varios policías.

Al ver la situación, los policías se subieron a sus patrullas y emprendieron la huída, hasta parar en el municipio de Comitán.

Los reporteros de Meridiano, Noticias de Chiapas, Diario de Comitán, Cuarto Poder y Televisa, permanecieron “encerrados” en la comunidad, toda vez que los campesinos impidieron su salida.

Al cabo de varias horas, los reporteros lograron salir de la comunidad atravesando varias parcelas hasta salir a la carrtera.

El cierre de edición de este medio, el diálogo con los campesino continuaba, toda vez que exigían la liberación de más de 50 campesinos que fueron detenidos durante el desalojo.

Hablar de una solución al problema sería incierto, pero si es de mencionar que otro grupo más de decenas de elementos de la PEP y la ministerial se concentraban en la base de la PF en Comitán.

Es así que en un hecho que parecía estar en un control absoluto por los cuerpos policíacos se salió de su cause, al grado de declararse como fallido.

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