Sicarios usaron fusiles R-15 y AK 47
Toño Aguilar.
Comitán, Chis; 7 de agosto.- Dos sujetos de origen centroamericano fueron ejecutados la noche del miércoles en el interior de un bar en la zona de tolerancia, por un grupo fuertemente armado que utilizó fusiles de asalto R-15 y AK-47, conocidos popularmente como “Cuernos de chivo”.
Fuentes policíacas informaron que al filo de las 23:15 horas, dos vehículos tipo Suburban de color blanco y modelo reciente, con los cristales polarizados y donde presuntamente viajaban cuatro sujetos en cada uno, se estacionaron frente al bar “El embajador”.
En cuestión de segundos, dos sujetos con los fusiles, se bajaron de uno de los vehículos, entraron al bar y primeramente se dirigieron al guatemalteco Juan Rosales García, de 27 años de edad, a quien pretendían llevarse sin mediar palabra. Recibió seis impactos de calibre 7.62 y 223.
En eso, cuando el centroamericano estaban en la puerta del bar, uno de los sicarios le preguntó a Juan Rosales, “¿quién eres?”, y éste al instante respondió: “soy el encargado”, lo que hizo que descargaron sus armas R-15 y AK 47, para acabar con su vida.
Mientras Rosales García se desangraba en la puerta del bar ya muerto, los dos sicarios, uno vestido con pantalones tipo cargo de color negro y playera negra, al estilo de los uniformes policíacos, y el otro de civil, caminaron hacia el bar, para accionar sus fusiles.
En la segunda acción, las descargas fueron directas contra el nicaragüense Gerardo Antonio Martínez Soto, de 22 años de edad, quien se encontraba en la barra del bar, realizando sus labres de mesero.
Martínez Soto recibió por lo menos diez impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, pero varias de las balas las recibió en el rostro, lo que le provocó la destrucción parcial de su cabeza y parte de su masa encefálica quedara sobre el piso.
Los sicarios retornaron a sus vehículos y huyeron con rumbo desconocido, causando pánico entre los parroquianos que se encontraban en el lugar.
Se sabe que los propietarios de “El embajador”, radican en Guatemala, de donde es también Juan Rosales y quien vivía únicamente con su esposa de varios meses de gestación.
Al lugar primeramente llegaron, la Policía Municipal, seguidos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), y al final, agentes de la Policía Ministerial junto con el Ministerio Público quien ordenó el levantamiento de los cuerpos.
El bar fue clausurado hasta que se realicen las investigaciones,
Cuerpos policíacos no descartaron la posibilidad de que se haya tratado de un ajuste de cuentas por problemas que investigan las autoridades.
En el Ministerio de Justicia declararon las esposas de las víctimas, Karina Hernández Ramos y Yoselín Hernández Morales, de 24 y 25 años de edad, originarias de Guatemala, esposas del nicaragüense y el guatemalteco.
Cuando los hombres mataron a los centroamericanos, en el bar se encontraban al menos 12 personas que consumían bebidas embriagantes acompañados de mujeres de Honduras y Guatemala.
Minutos después de los hechos, agentes de corporaciones policíacas estatales y municipal establecieron un cordón alrededor de los centros nocturnos y los parroquianos que ahí se encontraban huyeron despavoridos.
Al lugar llegaron agentes el Ministerio Público para levantar los cuerpos y trasladarlos en la madruga del jueves, al Servicio Médico Forense (Semefo).
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