miércoles, julio 02, 2008

Populismo y autocensura

*Antonio Cruz Coutiño

Desde los inicios de este gobierno, he sentido en el ambiente, el mismo ánimo populista del gobierno del viejo Sabines que recuerdo, durante el interregno de 1979 a 1982. Con base en ello, todas las políticas aplicadas por el gobierno podrían revisarse para confirmar o eliminar este dicho. Sin embargo, tal tarea corresponde a analistas y académicos. De mi parte sólo tengo interés en las estrategias de comunicación social, aunque no desde los planteamientos del propio gobierno, sus directrices políticas y el quehacer de la COCOSO —oficina responsable de esta cuestión—, sino desde los propios medios.

Escribo populismo sí, aunque tan sólo sea desde lo que se percibe en la calle, el mercado, la peluquería, la cantina, la viejita del pozol debajo del matilisguate y la miscelánea de la esquina. Sin más “información” que la que se escucha en la radio, en la TV y en los comentarios de amigos en reuniones y fiestas. Por Dios que no había tenido tiempo para escudriñar los diarios.

Populismo gubernamental, entre otras expresiones, en tanto que absoluta desregulación en la compra formal de espacio y publicidad a los medios; favores y dineros que por extravío llegan etiquetados a quienes se asumen como comerciantes del periodismo; facturas y más facturas… Éstas y otras veredas, mil veces transitadas por los responsables de la desprofesionalización de la prensa chiapaneca.

Observaba que desde la perspectiva de los noticiarios de la radio y de la televisión local, no pasaba nada. O sí pasaba, pero sólo eventos ejemplares: proyectos e inversiones en veremos, acciones gubernamentales de color de rosa, 20 millones para el Cristo de Copoya, 50 millones para no sé qué, agua los 365 días del año para los tuxtlecos (ja ja), inauguración de nuevas trasnacionales en casa, e incluso sensiblerías e intrascendencias.

Y desde la radio y la TV igual. El discurso de los diputados, magistrados, el propio gobernador y sus funcionarios… plano, elemental y triunfalista. Cambios sin fundamento en la nomenclatura y organización institucional, músicos en vez de biólogos, abogados en lugar de economistas, políticos metidos a ictiólogos y extensionistas, médicos en la política interior, cruzada de alfabetización sin la participación del antiguo INEA, pensión universal a ancianos sin previsión presupuestal ninguna, reinvención de programas ineficientes, desinformación absoluta sobre el “tapón” de Malpaso, silencio respecto de las responsabilidades de CFE, mutismo y hasta demencia servil entre diputados y magistrados, en fin.

Como decimos en Los Cuxtepeques: por diosito santo que me preocupé.

Aunque… ¿y la prensa? —me pregunté a mí mismo—. No puede ser que los periódicos, recién entrenados en la crítica auténtica, durante la administración de Pablo, estén ahora reproduciendo todo este ambiente de Jauja y de que todo marcha como si fuese miel sobre hojuelas.

Con tales ideas en la cabeza, me decidí este lunes. Bajé de El Aguaje al crucero próximo y compré todos los diarios que hubo: El Heraldo, Cuarto Poder, Diario de Chiapas, Noticias de Chiapas y Es Diario Popular, coincidentemente, creo, los más vendidos. Aunque para mi desgracia, efectivamente, a la primera ojeada encontré la tónica de aquellos tiempos. Los de Sabines el viejo: gacetillas y agradecimientos, vivas y cebollazos, qué chingón mi gobernador, ni un solo articulista y, en el mejor de los casos, otra vez silencio y autocensura; aunque a decir verdad, también timidez, eufemismo y un poco de desmadre.

Salvo José López Arévalo (Línea Sur), quien polemiza sobre la consulta ciudadana perredista y la orientación política del gobierno estatal, y Carlos Z. Cadena (Comentario Zeta), quien deduce complicidades del INM en el caso de los cubanos plagiados y trata asuntos que dan risa (un chamán atiende la mala suerte del alcalde tapachulteco, Plácido Morales es un costal de defectos y por insolación se desmayan los pensionistas de Huehuetán), no encontré nada. Digo, nada digno de reflexión y discusión, al menos en el ámbito de El Pelucas o de cualquier café.

Se salva José Juan Balcázar (Confines), quien trata las desavenencias de la elección de dirigentes del PRI en Sxbal, ejemplifica la incultura e ineptitud de los diputados locales y manifiesta la ineficacia de SMAPA, al igual que la deshonestidad y falta de liderazgo de los bisoños panistas. También Ausencio García (Títeres y Cabezas), quien trata el plagio de los indocumentados cubanos y el día del padre; critica “el modo” de los profesores inconformes y la ridiculez de los políticos que se disfrazan de indios, opina sobre la incorrupción del muertito de Acapetagua y sugiere a la STyPS emplear a un tipo especial de contratistas.

De los demás… por dios que ni a quién ir. Aunque ojalá se deba a que fue lunes y a que no los previne (otro ja ja). Veamos: Pepe Figueroa (Café Avenida) plantea que las agencias oficiales tienen más empleados que usuarios y que el gasto burocrático es demencial. Reproduce la homilía de Felipe Arizmendi y defiende de sus detractores a un tal Jesús Orantes. Mario Ksheratto (Fichero Político) narra la historia del despojo de una propiedad durante la administración de Pablo y refiere asuntos menores recientes. Marijose Díaz (Filo y Sofía) pone al tanto sobre pleitos del PRI en Sxbal y del PAN en Tumbalá. Carlos César Núñez (Portafolios Político) aún se ocupa de negocios insignificantes de la CNC y matiza los reclamos sindicales del Congreso y la desatención de recomendaciones por parte de una Fiscalía extinta.

Romeo Ortega (Tema y Voz) algo apunta sobre descuentos a antiguos dirigentes magisteriales faltistas, defiende la legalidad de la nueva dirigencia sindical y trata el conservadurismo de la dirigencia estatal del PAN. Erisel Hernández (De Buena Fuente) nombra, a su entender, los posibles para la gubernatura del 2012, objeta a los opositores de la sección VII y hurga un asunto doméstico del cabildo coleto. Gabriel Reyes (Procesos en Chiapas) revisa aún la reforma constitucional sobre gobernador sustituto y reproduce el discurso de un nieto del Dr. Velasco Suárez, actualmente senador, y Rodulfo Espinosa (A Punta de Lápiz) anuncia que un tal Gerardo Toledo visita un Centro Teletón y trata asuntos de Chiapa, La Concordia y Acala.

Víctor Cruz Roque (En Concreto) comenta el último protagonismo del Ministro de Justicia. Sergio Stahl (Tema Libre) plantea que la balacera de Tuxtla disminuyó ipso facto la ocupación hotelera y que diputados locales sueñan ya, con curules federales. Sarelly Martínez (El Fin es el Medio) otea la posibilidad de que el alcalde tuxtleco deje la alcaldía por una curul federal y reflexiona sobre el día del padre. Y el único columnista del Es Diario Popular, Alejandro Moguel (Acá entre Nos), imagina la sustitución de funcionarios en Seguridad, Unach y Coneculta, además de discutir sobre la contaminación del Grijalva y otros asuntos menores.

Ni modos. Es lo que se hay, aunque vale destacar que al menos dos diarios incluyen un editorial que atañe a Chiapas. Diario de Chiapas se pronuncia en contra de los paristas oaxaqueños y de los opositores a la imposición de dirigentes en la sección VII del SNTE, mientras Noticias de Chiapas esboza algo respecto de cierta inacción por parte de oficinas del gobierno estatal.

Bien. Sin embargo, no veo por ninguna parte, los grandes temas a los que debe concurrir la sociedad chiapaneca. Mínimo: 1. La polémica petrolera —al menos desde las reservas de Chiapas y su factible industrialización aquí—, 2. La factible consulta ciudadana sobre el petróleo, desde el gobierno del Estado, y 3. El tan llevado y traído (pero en secreto) proyecto gubernamental Ciudades Rurales, inicialmente un mini-proyecto de reubicación de los afectados por la presa Malpaso.

Y que conste. Incluso en segundo término pongo cuestiones trascendentales para Chiapas y la seguridad nacional: 1. La grave deforestación, reblandecimiento y asolvamiento de los vasos de las presas hidroeléctricas, de frente a la incompetencia de la CFE, empresa federal que las regentea, 2. La evidente falta de inversión federal en infraestructura y servicios, así se lleven de a guiño y palmadas los gobernantes, y 3. La inexistencia, hasta hoy, de una verdadera política pública orientada hacia la generación de empleos (o ya de perdis autoempleo, o algo de agroindustria).

Pero sucede que ni las cuestiones de un tercer orden, son atendidas por los diarios locales y sus columnistas estrellas. Me refiero a la falta de estrategias para atraer inversiones a Chiapas, o bien, a la ineficacia de las mismas; la absolutamente nulificada vida parlamentaria del Congreso y el deplorable perfil de la actual legislatura; la naturaleza supuesta o indefinidamente perredista del gobierno estatal; la cooperación económica del gobierno en la construcción del Cristo de Copoya, una empresa de carácter religioso, y varios asuntos más.

Hasta pena da decirlo. Los medios ahora, no están atendiendo ni las cuestiones más triviales. Vayan dos o tres temas como ejemplo: la conducta del gobierno estatal respecto del ejecutivo federal y de las directrices generales del PRD, partido que, a fin de cuentas, impuso su candidatura; la interferencia del ejecutivo estatal en las decisiones del PRD y, las verdaderas causas de la separación de unos funcionarios y la adopción de otros.

Como un amigo, todavía ayer, en La Casa de Ladrillo me dijo: pinche toño. Ni que no lo supieras. Cómo van a hablar… si los tienen todos maiziados. Aunque, perdón, creo que no escuché muy bien, y pudo haber dicho “fichados”. Tan tan.
*Investigador y escritor chiapaneco.
cruzcoutino@gmail.com

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