San Cristóbal de las Casas, Chs; 16 de junio.-Luego de un recorrido pastoral de cinco días por algunas comunidades de la selva Lacandona, el obispo de San Cristóbal de Las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, manifestó su preocupación por "la destrucción" que se observa en algunos sitios.
"Encontré varios lugares donde se está quemando y tirando árboles y a veces pareciera que sin mayor razón", dijo en la entrevista.
"Hay pequeños lugares donde se está repoblando de árboles pero predomina la destrucción. Hace 30 ó 40 años que empezaron a llegar personas a vivir ahí y tiraron muchos árboles para pastar ganado pero ahora ya ni ganado hay, es escaso también talvez porque no les deja o no les enseñaron a cuidarlo", expresó.
Añadió que ahora algunos campesinos "están empezando a sembrar otro tipo de cultivos como la palma o el hule, pero no siempre se recomiendan estas plantaciones porque a veces traen graves problemas para la tierra".
Arizmendi Esquivel dijo que de martes de sábado recorrió Benemérito de las Américas, Zamora Pico de Oro, Chajul, Maravilla Tenejapa y otras comunidades ubicadas en esa parte de la selva Lacandona, donde también observó que "sigue habiendo problemas graves de narcotráfico".
Hace dos semanas, informó, fue asesinada una familia completa en Benemérito de las Américas, y el viernes pasado un joven en Chajul "se intoxicó por consumir tanta droga y falleció. Hay muchos problemas".
Agregó que también existe "mucho control efectivo del Ejército Mexicano, tanto que a veces podría parecer hasta desmedido, pero uno comprende que es necesario".
El problema del narcotráfico, reiteró el Obispo de San Cristóbal, "no se acaba de eliminar, sigue habiendo mucho paso de droga y esto es un problema muy serio. Parece que cada día hay más control pero todavía hay problemas graves".
Dijo que otro problema grave, que incluso causa daños a la Iglesia Católica, es la migración, pues "muchos de nuestros catequistas ya no han podido seguir porque tuvieron que salir a trabajar a otras partes".
Esto ocurre "en aquellos lugares que parecen fértiles, pero ya en ninguna parte veo el maíz, se está dependiendo mucho de comprar maseca y tortillas; la gente ya no es tan autosuficiente y eso preocupa", manifestó Felipe Arizmendi.
"Algunos campesinos se dedicaron a la producción de ganado porque vendiendo una vaca salen de algunos problemas económicos, pero en muchos lugares ya ni ganado hay", subrayó.
Sostuvo que en contraste a la destrucción que se observa en la zona, existe la riqueza de la pluriculturalidad, pues la región está poblada por personas de distintos estados del país, e incluso del vecino Guatemala.
"Ahí llegaron personas de diferentes parte del país e incluso de Guatemala; en varias comunidades se habla el canjobal, el quetchí, el chol, tzotzil, tzeltal, y otras lenguas. Esto ha hecho que los pueblos sepan convivir en sus diferencias culturales", aunque también "es lamentable que se estén perdiendo algunas lenguas porque predomina el castellano", aseveró.
"La frontera de la selva con Guatemala tiene muchas cosas interesantes y otras preocupantes", resumió Arizmendi Esquivel, a quien le llamó la atención que en esa zona de Chiapas el servicio de teléfonos celulares que se utiliza proviene de Guatemala porque es más económico que el de Telmex.
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