Santos Degollado, Chis.— Desde que su tierra fue inundada por la presa Peñitas, Cándido Hernández Sánchez ha viajado, tocado puertas y peleado con infinidad de autoridades para que lo indemnicen por sus tierras.
Todavía no ha lograda nada, mas que puras negativas y lo único que obtiene como respuesta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es que sus 25 hectáreas no resultaron afectadas; sin embargo, su predio ya no existe, está bajo el agua.
Hoy, este hombre de unos 60 años vive de nuevo en un albergue, al ser desalojado de su casa en la que en 1986 fue reubicado por la CFE, la cual está a punto de ser alcanzada por la inundación provocada por el desfogue de la hidroeléctrica de Malpaso.
“Si no me indemnizan, pues que me digan y muestren dónde está el terreno para que me lo devuelvan”, dice Hernández Sánchez, quien en 1986 también tuvo que salir de su rancho Plan de Guadalupe, municipio de Tecpatán, al ser inundado por el agua de
la presa Peñitas.
Don Cándido tiene gruesos expedientes de todas las solicitudes entregadas y remitidas a lo largo de 21 años a las autoridades federales y estatales, gobernadores y presidentes de la República, con la única demanda: la restitución de su rancho que se tragó la presa.
El predio Plan de Guadalupe constaba de 60 hectáreas, dividida en partes iguales entre él y su hermano Jesús Hernández Sánchez. Luego de los avalúos de los predios que denominaron 1 y 2, la CFE sólo realizó el pago del primero, correspondiente a su pariente, mientras que el segundo lo dieron por extraviado. Desde entonces ha exigido su parte correspondiente, pero sin éxito.
La última respuesta que recibió de la CFE es la misma: el embalse de Peñitas sólo inundó 35 hectáreas de las 60 del predio Plan de Guadalupe, y que las afectadas fueron indemnizadas.
En el escrito de respuesta firmado por el subgerente regional de la CFE, Víctor Antonio Hernández Dávila, se le comenta que la Dirección de Operación de la Secretaría de Desarrollo Agrario de Chiapas realizó el levantamiento topográfico determinando que sólo 34 hectáreas fueron inundadas por Peñitas. “Ratificando que el sobrante de 25 hectáreas no se afectaron”.
Al respecto, don Cándido exige que le demuestren y entreguen su terreno, pues desde que lo desalojaron ha tenido que trabajar ajeno y emplearse en diversas actividades para sobrevivir.
Misma historia
Hasta el pasado 14 de diciembre en que se fue a vivir a un albergue en Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, y luego en el campamento edificado en un predio de esta comunidad, se empleaba como tablajero y sacrificaba reses para obtener ingresos.
Dice que al igual que él, a otros propietarios de ranchos los desalojaron sin pagarles lo justo por las propiedades que inundó la hidroeléctrica de Peñitas. “Lo mismo que ahora ocurre con el agua que nos avienta la presa de Malpaso”, dice.
Su casa, que le entregó la CFE en 1986 cuando fue afectado, ya tiene inundado todo el patio y está asentada en una zona de riesgo.
Todavía no ha lograda nada, mas que puras negativas y lo único que obtiene como respuesta de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es que sus 25 hectáreas no resultaron afectadas; sin embargo, su predio ya no existe, está bajo el agua.
Hoy, este hombre de unos 60 años vive de nuevo en un albergue, al ser desalojado de su casa en la que en 1986 fue reubicado por la CFE, la cual está a punto de ser alcanzada por la inundación provocada por el desfogue de la hidroeléctrica de Malpaso.
“Si no me indemnizan, pues que me digan y muestren dónde está el terreno para que me lo devuelvan”, dice Hernández Sánchez, quien en 1986 también tuvo que salir de su rancho Plan de Guadalupe, municipio de Tecpatán, al ser inundado por el agua de
la presa Peñitas.Don Cándido tiene gruesos expedientes de todas las solicitudes entregadas y remitidas a lo largo de 21 años a las autoridades federales y estatales, gobernadores y presidentes de la República, con la única demanda: la restitución de su rancho que se tragó la presa.
El predio Plan de Guadalupe constaba de 60 hectáreas, dividida en partes iguales entre él y su hermano Jesús Hernández Sánchez. Luego de los avalúos de los predios que denominaron 1 y 2, la CFE sólo realizó el pago del primero, correspondiente a su pariente, mientras que el segundo lo dieron por extraviado. Desde entonces ha exigido su parte correspondiente, pero sin éxito.
La última respuesta que recibió de la CFE es la misma: el embalse de Peñitas sólo inundó 35 hectáreas de las 60 del predio Plan de Guadalupe, y que las afectadas fueron indemnizadas.
En el escrito de respuesta firmado por el subgerente regional de la CFE, Víctor Antonio Hernández Dávila, se le comenta que la Dirección de Operación de la Secretaría de Desarrollo Agrario de Chiapas realizó el levantamiento topográfico determinando que sólo 34 hectáreas fueron inundadas por Peñitas. “Ratificando que el sobrante de 25 hectáreas no se afectaron”.
Al respecto, don Cándido exige que le demuestren y entreguen su terreno, pues desde que lo desalojaron ha tenido que trabajar ajeno y emplearse en diversas actividades para sobrevivir.
Misma historia
Hasta el pasado 14 de diciembre en que se fue a vivir a un albergue en Tuxtla Gutiérrez, la capital del estado, y luego en el campamento edificado en un predio de esta comunidad, se empleaba como tablajero y sacrificaba reses para obtener ingresos.
Dice que al igual que él, a otros propietarios de ranchos los desalojaron sin pagarles lo justo por las propiedades que inundó la hidroeléctrica de Peñitas. “Lo mismo que ahora ocurre con el agua que nos avienta la presa de Malpaso”, dice.
Su casa, que le entregó la CFE en 1986 cuando fue afectado, ya tiene inundado todo el patio y está asentada en una zona de riesgo.




No hay comentarios.:
Publicar un comentario