Roberto Barbosa.
Villahermosa, Tab.— Sus pertenencias destruidas por el agua aún se encuentran tiradas en el patio de su casa, donde el líquido alcanzó un metro de altura, pero el personal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y el Instituto de Vivienda de Tabasco (Invitab) la excluyeron del programa de apoyo para reponer enseres, pues el diagnóstico satelital de esa superficie apareció sin inundarse.
Doña Nely González Curil, de 64 años, con domicilio en prolongación Gregorio Méndez, sin número, del Barrio de San Luis, Jalpa de Méndez, desmiente al “diagnóstico satelital” en el que la Sedesol se basó para incluir en el censo a las viviendas afectadas.
Dice que por ser una mujer sola, que labora en tareas domésticas en casas que le dan trabajo, necesita del subsidio de 10 milpesos para el programa de reposición de enseres dañados por el desbordamiento de ríos en noviembre pasado.
Este martes, al igual que miles de habitantes de 27 comunidades del municipio de Jalpa de Méndez, la sexagenaria mujer acudió al Invitab para protestar por la exclusión de que son objeto por parte de la esa dependencia y la Sedesol.
En los seis días que su casa se fue a pique por la creciente del río Venegas, perdió su televisión, tres camas y colchones, juego de sala, mesa y ropero, que se desbarataron, despegaron o “se les pudrieron los pies”, relata.
Recuerda que el líquido de la creciente empezó a entrar a su casa a las 12:00 horas del 7 de noviembre. Esa noche todavía durmió en su cama entre el agua, que brotaba de las grietas del piso y se filtraba por las paredes.
Al día siguiente, consiguió dinero para su pasaje con el fin de irse a casa de su hija en el municipio de Teapa. Al descender la inundación, regresó a su domicilio donde encontró “todo hecho pedazos y lleno de lodo”.
El director del Invitab, Ariel Cetina, señala que será Sedesol la que determine si se realiza la pesquisa de las 27 comunidades de Jalpa de Méndez, para verificar si en verdad se inundaron.
Villahermosa, Tab.— Sus pertenencias destruidas por el agua aún se encuentran tiradas en el patio de su casa, donde el líquido alcanzó un metro de altura, pero el personal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y el Instituto de Vivienda de Tabasco (Invitab) la excluyeron del programa de apoyo para reponer enseres, pues el diagnóstico satelital de esa superficie apareció sin inundarse.
Doña Nely González Curil, de 64 años, con domicilio en prolongación Gregorio Méndez, sin número, del Barrio de San Luis, Jalpa de Méndez, desmiente al “diagnóstico satelital” en el que la Sedesol se basó para incluir en el censo a las viviendas afectadas.
Dice que por ser una mujer sola, que labora en tareas domésticas en casas que le dan trabajo, necesita del subsidio de 10 milpesos para el programa de reposición de enseres dañados por el desbordamiento de ríos en noviembre pasado.

Este martes, al igual que miles de habitantes de 27 comunidades del municipio de Jalpa de Méndez, la sexagenaria mujer acudió al Invitab para protestar por la exclusión de que son objeto por parte de la esa dependencia y la Sedesol.
En los seis días que su casa se fue a pique por la creciente del río Venegas, perdió su televisión, tres camas y colchones, juego de sala, mesa y ropero, que se desbarataron, despegaron o “se les pudrieron los pies”, relata.
Recuerda que el líquido de la creciente empezó a entrar a su casa a las 12:00 horas del 7 de noviembre. Esa noche todavía durmió en su cama entre el agua, que brotaba de las grietas del piso y se filtraba por las paredes.
Al día siguiente, consiguió dinero para su pasaje con el fin de irse a casa de su hija en el municipio de Teapa. Al descender la inundación, regresó a su domicilio donde encontró “todo hecho pedazos y lleno de lodo”.
El director del Invitab, Ariel Cetina, señala que será Sedesol la que determine si se realiza la pesquisa de las 27 comunidades de Jalpa de Méndez, para verificar si en verdad se inundaron.




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