Oscar Gutiérrez
Raudales Malpaso, Chis.— En una carrera contra el tiempo, brigadas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) iniciaron la ampliación del canal sobre el río Grijalva para disminuir el desborde de agua en comunidades inundadas desde hace dos meses, donde campesinos, ganaderos y comerciantes mantienen 60% de sus actividades paralizadas.
En esta zona del norte de Chiapas, entre los municipios de Tecpatán y Ostucán, donde el río Grijalva enlaza las presas Malpaso y Peñitas, el agua sube cada día entre 10 y 12 centímetros. Esta situación mantiene inundadas unas 400 casas, así como cultivo y potreros de 22 comunidades.
Según expertos y autoridades del gobierno de Chiapas, los niveles de agua en el río Grijalva seguirán en aumento, por lo que se prevén más daños y afectaciones a medida que se acerca la próxima temporada de lluvias en junio próximo.
Poco más de 500 obreros, apoyados c
on maquinaria pesada, iniciaron el pasado miércoles la segunda etapa de la ampliación del canal sobre el “tapón”, causado el 5 de noviembre pasado por un derrumbe sobre el río Grijalva, donde murieron al menos 19 de sus habitantes.
Actualmente dicho canal permite el paso de 380 metros cúbicos por segundo, aún insuficientes para drenar el cauce del río Grijalva incrementado por las lluvias. La segunda etapa, que concluirá a finales de febrero, está prevista para incrementar el cauce a 900 y mil metros cúbicos de agua por segundo.
Actividad económica desquiciada
Raudales Malpaso, una comunidad zoque y mestiza localizada junto al río Grijalva y la presa Malpaso, tuvo durante más de 40 años un acelerado desarrollo, principalmente en el comercio, la ganadería y la agricultura. Sin embargo, la actividad económica entró en un letargo por las contingencias provocadas por las lluvias en los últimos dos meses del año pasado.
La situación se agravó tras el deslizamiento de un cerro que bloqueó el río frente a la comunidad Juan de Grijalva, a unos kilómetros de la presa Peñitas, lo que provocó la inundación de puentes y carreteras que comunican a Raudales con los rutas comerciales de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y Villahermosa, Tabasco.
Raudales Palpaso, con 13 mil 711 habitantes y fundada en 1963 durante la construcción de la hidroeléctrica Nezahualcóyotl, fue uno de los 33 poblados parcialmente evacuados de la zona aledaña al Grijalva, en diciembre pasado, luego de que se incrementó el nivel de la presa Malpaso.
Un mes antes habían sido sacados de sus hogares 2 mil habitantes de la zona afectada por inundaciones provocadas por los frentes fríos 2 y 4.
Para el agente municipal en Raudales, municipio de Tecpatán, Joel Hernández Romero, el escenario es de zozobra y preocupación crecientes debido a que poco más de 300 comerciantes, restauranteros y prestadores de servicios turísticos resienten pérdidas económicas por la paralización de sus giros en más de 50%. La crisis también golpea a mil ganaderos y a 2 mil 500 agricultores y campesinos que han dejado de comercializar más de 60% de sus hatos y producción, además de la pérdida de ganado y de cultivos por la destrucción de potreros y sembradíos de maíz, café, cacao, yuca, frijol, calabaza, plátano y arroz.
En esta zona del norte de Chiapas, entre los municipios de Tecpatán y Ostucán, donde el río Grijalva enlaza las presas Malpaso y Peñitas, el agua sube cada día entre 10 y 12 centímetros. Esta situación mantiene inundadas unas 400 casas, así como cultivo y potreros de 22 comunidades.
Según expertos y autoridades del gobierno de Chiapas, los niveles de agua en el río Grijalva seguirán en aumento, por lo que se prevén más daños y afectaciones a medida que se acerca la próxima temporada de lluvias en junio próximo.
Poco más de 500 obreros, apoyados c

Actualmente dicho canal permite el paso de 380 metros cúbicos por segundo, aún insuficientes para drenar el cauce del río Grijalva incrementado por las lluvias. La segunda etapa, que concluirá a finales de febrero, está prevista para incrementar el cauce a 900 y mil metros cúbicos de agua por segundo.
Actividad económica desquiciada
Raudales Malpaso, una comunidad zoque y mestiza localizada junto al río Grijalva y la presa Malpaso, tuvo durante más de 40 años un acelerado desarrollo, principalmente en el comercio, la ganadería y la agricultura. Sin embargo, la actividad económica entró en un letargo por las contingencias provocadas por las lluvias en los últimos dos meses del año pasado.
La situación se agravó tras el deslizamiento de un cerro que bloqueó el río frente a la comunidad Juan de Grijalva, a unos kilómetros de la presa Peñitas, lo que provocó la inundación de puentes y carreteras que comunican a Raudales con los rutas comerciales de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y Villahermosa, Tabasco.
Raudales Palpaso, con 13 mil 711 habitantes y fundada en 1963 durante la construcción de la hidroeléctrica Nezahualcóyotl, fue uno de los 33 poblados parcialmente evacuados de la zona aledaña al Grijalva, en diciembre pasado, luego de que se incrementó el nivel de la presa Malpaso.
Un mes antes habían sido sacados de sus hogares 2 mil habitantes de la zona afectada por inundaciones provocadas por los frentes fríos 2 y 4.
Para el agente municipal en Raudales, municipio de Tecpatán, Joel Hernández Romero, el escenario es de zozobra y preocupación crecientes debido a que poco más de 300 comerciantes, restauranteros y prestadores de servicios turísticos resienten pérdidas económicas por la paralización de sus giros en más de 50%. La crisis también golpea a mil ganaderos y a 2 mil 500 agricultores y campesinos que han dejado de comercializar más de 60% de sus hatos y producción, además de la pérdida de ganado y de cultivos por la destrucción de potreros y sembradíos de maíz, café, cacao, yuca, frijol, calabaza, plátano y arroz.
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